Volumen 12, No. 1, Art. 9 – Enero 2011
Desafíos en la generación de conocimiento en la investigación social cualitativa contemporánea
Marcela Cornejo, Carolina Besoaín & Francisca Mendoza
Resumen: En el escenario de la investigación social cualitativa se ha ido materializando el interés contemporáneo por temáticas del sujeto y de lo subjetivo como objetos de estudio científico. La investigación asume entonces la palabra como un evento dialógico, contextual y situado, donde ocurre el significado y donde es posible construir conocimiento. Así, el encuentro entre investigador e investigado es considerado como el lugar a partir del cual es posible construir este conocimiento.
Este artículo revisa y discute algunas lógicas y premisas fundantes de la investigación social cualitativa, asumiendo el desafío de hacerlas dialogar con opciones prácticas del quehacer de investigación. Son presentadas tres investigaciones en las que se describen un conjunto de técnicas que fueron implementadas para acompañar y sostener el proceso de producción y análisis de los datos, incorporando aspectos relativos a las particularidades de las condiciones de producción de datos, de las situaciones y relaciones de interlocución entre participantes e investigadores y de la grupalidad que conforma los equipos de investigación.
Se proponen maneras de pensar y discutir la relevancia de técnicas como el cuaderno reflexivo del investigador, reuniones de interanálisis, notas de campo de los transcriptores, entre otros, y cómo su despliegue, a lo largo del proceso de investigación, permite un proceso reflexivo en la construcción de conocimiento.
Palabras clave: reflexividad; práctica en investigación social cualitativa; producción de datos; construcción del conocimiento
Índice
1. Introducción
2. Lógicas en la investigación social cualitativa
2.1 El discurrir de la palabra
2.2 La palabra y su discurrir en la investigación social cualitativa: ¿qué sucede en el encuentro con el otro?
2.3 ¿Cómo hablar de lo que ocurre en el encuentro con otro?
2.4 El lugar paradojal
3. Propuestas metodológicas para el trabajo desde el lugar paradojal
3.1 El exilio chileno
3.2 Del testimonio al relato de vida: los profesionales de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura
3.3 Investigando investigadores: trayectorias y quehacer de investigadores chilenos
4. Discusión
Es ya un hecho reconocido que el uso de metodologías cualitativas en la investigación social se ha expandido en los últimos años (ATKINSON 2005; COTTET 2006; FLICK 2002, 2004; GOBO 2005; WIESENFELD 2000; VASILACHIS DE GIALDINO 2009). Esta expansión se ha relacionado con la complejidad y diversidad que ha ido adquiriendo el mundo social, el que ha ido demandando metodologías pertinentes para estudiar y comprender cierto tipo de fenómenos sociales. [1]
En el escenario social actual, se ha producido una crisis de los grandes relatos legitimantes y ordenadores del mundo, relatos que hemos usado históricamente para comprender la realidad y nuestra experiencia. En este sentido, ARFUCH (2002) refiere el desplazamiento de un punto de vista omnisciente respecto al conocimiento del mundo, en beneficio de una pluralidad de perspectivas y de puntos de vista. [2]
Es posible pensar la expansión del uso de métodos cualitativos como expresión del interés contemporáneo por las temáticas del sujeto y de lo subjetivo como objetos de estudio científico. En este vuelco, que ARFUCH (2002) vincula al afianzamiento del individualismo en occidente y a la sobreimpresión de lo privado en lo público a partir de los avances de la mediatización, ha adquirido relevancia epistemológica introducir la palabra del sujeto como posibilidad para construir conocimiento. [3]
El énfasis contemporáneo en lo vivencial (re)funda un nuevo tipo de lógica respecto al conocer en las ciencias sociales, una que reconoce la palabra como el lugar donde se construye el significado y que la entiende como un acontecimiento dialógico y situado (RORTY 1991; BAJTÍN 1981; HAYE 2009; HAYE & LARRAÍN en prensa). Esta lógica comprende el quehacer investigativo, la práctica, como un proceso interaccional y dialógico, noción que da cuenta de una relación particular entre investigador y participante y otorga centralidad al diálogo como el lugar donde se construye el conocimiento. [4]
Hacer investigación social desde estas lógicas ha significado importantes desafíos teóricos y metodológicos para los/as investigadores/as1), los que han sido provocados por estos supuestos acerca de las posibilidades de conocer. Mucho se ha escrito y argumentado en journals y comunicaciones científicas respecto de la imposible neutralidad del sujeto investigador respecto de lo investigado (BACKETT-MILBURN, MAUTHNER & PARRY 1999; HUBBARD, BACKETT-MILBURN & KEMMER 2001; MAUTHNER, PARRY & BACKETT-MILBURN 1998) y respecto de la conceptualización del conocer y el investigar como procesos de construcción de significados en un determinado contexto social (FLICK 2004; DENZIN 2001; WIESENFELD 2000). Sin embargo, es frecuente que no quede suficientemente claro en estas publicaciones cómo dichos supuestos impactan o transforman el proceder metodológico de la investigación. Quedan entonces obscurecidas en la literatura las prácticas investigativas particulares que se han desarrollado para abordar cierto fenómeno, las que son, en variadas ocasiones, opacadas frente a resultados luminosos e impresionantes declaraciones de principios acerca de la generación de conocimiento desde una perspectiva cualitativa. [5]
Sostenemos en este sentido desde nuestra propia práctica de investigación, que hace falta en la literatura científica una mayor referencia a elementos y pistas que aporten a la discusión acerca de la traducción metodológica de estos principios: ¿cómo se hace investigación social a partir de estas premisas epistemológicas? ¿Cómo impacta esta concepción del conocer y del investigar el quehacer investigativo y sus dispositivos metodológicos?¿Qué implicancias tiene en el modo de relacionarse con los participantes de la investigación?¿Qué tipo de resultados podemos construir a partir de estas premisas? ¿Qué implicancias tiene el posicionamiento desde estas lógicas en la manera en que entendemos, discutimos y divulgamos los resultados de la investigación social? [6]
Este artículo busca contribuir a esta discusión desde dos entradas. En la primera parte, reflexionaremos respecto del tipo de lógica para la investigación social cualitativa (en adelante ISCUAL, al decir de COTTET 2006) que inaugura el interés contemporáneo en el sujeto y en lo subjetivo; deteniéndonos en la conceptualización de la palabra como lugar dónde se construye el significado y dónde deviene la realidad social. En base a esta conceptualización de la palabra, reflexionaremos sobre el encuentro entre investigador y participante en la ISCUAL, profundizando en aquello que sucede en el encuentro con el otro y en lo que el investigador puede luego decir acerca de ese encuentro. Finalmente, discutiremos respecto del lugar paradojal que implica para el investigador social cualitativo, a nuestro parecer, asumir la tarea de construir conocimiento desde estas lógicas. [7]
En la segunda parte, presentaremos algunas propuestas prácticas para hacer investigación desde aquel lugar paradojal, originadas en nuestro propio quehacer investigativo fundado en las lógicas recién señaladas de la ISCUAL. Específicamente, se presentarán algunas herramientas metodológicas utilizadas en tres proyectos de investigación, herramientas que estuvieron orientadas a sistematizar el trabajo reflexivo del investigador y su equipo de investigación. Estas herramientas fueron utilizadas en determinados momentos del proceso de investigación, por distintos miembros del equipo de trabajo, abriendo de esta manera espacios que permitieran incluir datos relevantes para la producción y los análisis del material lingüístico producido a partir de diversas técnicas. Se mostrarán en el texto ejemplos concretos de cómo se trabajó con algunas de estas herramientas metodológicas de manera de ilustrar el uso y función que tuvieron en los procesos investigativos. [8]
2. Lógicas en la investigación social cualitativa
2.1 El discurrir de la palabra
En el escenario investigativo actual, muchos investigadores han volcado su atención en la palabra y su discurrir, como el lugar donde ocurre aquello que es de interés para las ciencias sociales. Inspirados en el giro lingüístico (RORTY 1991), han conceptualizado la realidad social como un entramado de discursos y narrativas en diálogo. [9]
En este contexto, la palabra se libera de su tarea de representar adecuadamente la realidad, para ser comprendida como el lugar donde ocurre y se despliega el significado y el sentido. Los hechos y significados no son entidades abstractas que se encuentran fuera del lenguaje, sino construcciones realizadas en un juego de lenguaje particular, que les otorga inteligibilidad. Desde esta perspectiva, la pretensión de la investigación social ya no es el descubrimiento de la verdad, sino la comprensión de los sentidos y significados que construye un sujeto o grupo de sujetos. El discurso adquiere, siguiendo a RICŒUR (1995) un lugar protagónico, como articulador y no mero representador de la experiencia humana. [10]
Para pensar en esta noción de lenguaje, los planteamientos de Mijail BAJTÍN (1895-1975) han sido relevantes e iluminadores. Para este filósofo del lenguaje, la palabra existe como acontecer y no como estructura unívoca o normativa, y por lo tanto el interés recae en el singular proceso de producción de un discurso y las circunstancias particulares en que este emerge. La atención sobre el qué decimos se moviliza al cómo llegamos a decirlo y por ende, a la interdependencia entre los enunciados de los interlocutores que participan en una interacción y entre aquellos que forman parte de la cadena discursiva de un mismo interlocutor. [11]
De acuerdo a HAYE y LARRAÍN (en prensa), BAJTÍN enfatiza que todo enunciado ocurre en virtud de un acontecer previo al cual se dirige y al cual responde. Todo decir implica un posicionamiento subjetivo, una evaluación, el surgimiento de una nueva perspectiva en relación a la anterior. Es así como el lenguaje es comprendido como una práctica social de diálogo entre puntos de vista valorativos. Cada enunciado no solamente entra en relación con la perspectiva inmediatamente anterior, sino con múltiples perspectivas y valoraciones sociales que lo habitan y lo hacen inteligible. [12]
En este sentido, para BAJTÍN (2003 [1986]) cada palabra está poblada de voces, valoraciones y aspiraciones ajenas, y llega al hablante cargada de sentidos de otros. La palabra se convierte en una palabra propia cuando el hablante la adapta a su propia intención semántica y expresiva. Antes de aquella apropiación, la palabra no existe en un lenguaje neutral e impersonal, sino que existe en las bocas, contextos e intenciones de otras personas. [13]
Desde este marco, la palabra se vuelve una rica fuente de conocimiento sobre lo humano. Para comprender los fenómenos humanos será preciso entonces conocer los procesos de producción de significado que realizan los sujetos al hablar en un determinado contexto social. Siguiendo a estos autores, la investigación social no debe, entonces, orientarse hacia el descubrimiento de la verdad acerca de los sujetos sino hacia la comprensión de los sentidos y significados que estos construyen en el uso particular de sus herramientas lingüísticas. [14]
2.2 La palabra y su discurrir en la investigación social cualitativa: ¿qué sucede en el encuentro con el otro?
La ISCUAL, al inscribirse dentro de las lógicas ya mencionadas, asume la palabra como un evento dialógico y contextual, donde ocurre el significado y donde es posible construir conocimiento. En este contexto, esta palabra acontece en un espacio de encuentro entre un sujeto investigador que solicita la palabra y un "otro" – sujeto participante –, el que tendrá características particulares según el objetivo de la investigación. [15]
Para comprender este proceso de construcción de conocimiento que hace la ISCUAL, pensamos que es relevante reflexionar en torno a la pregunta ¿qué sucede en el encuentro con el otro? [16]
Como hemos propuesto hasta ahora, la ISCUAL concibe la generación de conocimiento científico como una producción de significados que son situados y contextuales, y que emergen siempre a partir del encuentro con un otro. Esto implica comprender el quehacer investigativo como un proceso interaccional y dialógico. Esta noción da cuenta de una relación particular entre investigador e investigado y otorga centralidad al diálogo como el lugar donde se construye el conocimiento. [17]
La ISCUAL se ha definido históricamente como una práctica que comprende la relación entre investigador e investigado como una relación entre sujetos (LEGRAND 1993). Esta reconoce la participación activa del investigador, tanto como del investigado, en el proceso de construcción de conocimiento; ambos participan en el encuentro con toda su historia como sujetos. Es posible entonces, desde una perspectiva social cualitativa, definir la investigación social como un encuentro entre sujetos activos. [18]
El investigador, lejos de ser un observador neutro, se pone en juego personalmente en la interacción con el otro, en la medida en que participa del campo discursivo en que se despliega el decir del sujeto participante. Comprender y generar conocimiento desde esta perspectiva, es una actividad que, para SISTO (2008), consiste en un proceso de construcción de puentes entre la tradición e historia del investigador y las delll investigado. [19]
Este encuentro entre sujetos activos puede tomar diversas formas. En la ISCUAL se han desarrollado diferentes tradiciones que hacen uso de variadas técnicas que generan condiciones particulares de encuentro entre el sujeto investigador y el sujeto participante, en las que se producen datos lingüísticos (LIAMPUTTONG & EZZY 2005; CRESWELL 2007; FLORES 2009). Estas diversas técnicas otorgan distintas condiciones de producción a los datos, condiciones que comprenden elementos materiales (lugar físico del encuentro, tiempo disponible, condiciones climáticas), contextuales (contingencia social, política, cultural), biográficos (momento de la vida del participante y del investigador), psicológicas (estado emocional de ambos), entre otras características que se consideren significativas para analizar el material y que le dan a este su especificidad y su carácter particular (CORNEJO, MENDOZA & ROJAS 2008). [20]
Bajo sus diversas formas o condiciones, el encuentro en investigación social constituye una práctica interpretativa, activa, reflexiva y dialogada. Es un sitio donde los significados son creados y desarrollados. Para DENZIN (2001) en este encuentro se producen textos o palabras de carácter performativo, en la medida que traen a escena los mundos del investigador y el participante, siendo su rol más importante sostener la relación social entre ellos. [21]
En este sentido, el encuentro es una práctica reflexiva entre dos actores que crean un mundo, y como tal, todas sus dimensiones deben ser objeto de interpretación. Para DENZIN (2001) el texto, o la palabra, es inseparable de las condiciones bajo las cuales fue producida. Su consideración es indispensable para comprender adecuadamente los resultados. POTTER y HEPBURN (2005) destacan en este sentido la necesidad de considerar las posiciones y orientaciones desde las cuales conversan el investigador y el participante, y sus cambios a lo largo de la interlocución, así como el modo en que los encuentros son conducidos. Esta consideración puede enriquecer o incluso alterar el curso del análisis de los textos, aportando importantes elementos para su inteligibilidad e interpretación. [22]
Podemos afirmar entonces que para la ISCUAL, el diálogo entre sujeto investigador y sujeto participante, es el lugar donde ocurre aquello que será convertido, a partir de cierto análisis interpretativo, en conocimiento científico. [23]
Para SISTO (2008), aquello que da especificidad a este diálogo es una determinada manera de preguntar. Se trata de una pregunta que pone en suspenso sus verdades, para ponerse en disposición de dejarse enseñar por el otro, permitiendo que se cuestionen las certezas transmitidas. De aquello emergerán sentidos y significados participativos y contextualizados, que no son del investigado ni del investigador, sino fruto de la comunidad de diálogo desplegada. Si toda investigación implica una participación activa tanto del investigador como del investigado, también sus productos serán fruto del diálogo entre sus voces y entre todas las voces del campo discursivo que su interlocución trae a la mano. La palabra de los sujetos participantes debe interpretarse, por lo tanto, como dirigida a todos los interlocutores reales y virtuales presentes en el contexto discursivo (HAYE & LARRAÍN en prensa). [24]
El producto del encuentro con otro es, para la ISCUAL, un conocimiento que necesariamente es histórico y contextual. Este ha sido co-construido a través de los recursos simbólicos y sociales que investigador y participante producen y reproducen, y es por lo tanto un proceso eminentemente social. Los significados que emergen de su encuentro y que constituyen aquello que llamamos conocimiento científico, suceden, al decir de SISTO (2008), al interior de prácticas de actores que son sociales y situados. [25]
2.3 ¿Cómo hablar de lo que ocurre en el encuentro con otro?
Si comprendemos la palabra en toda su complejidad y asumimos el diálogo como el lugar donde en el encuentro entre sujetos activos y socio-históricos ocurre el significado, es importante preguntarse, ¿qué puede decir el investigador respecto de la palabra del participante? ¿Qué elementos de lo dicho en ese encuentro pueden ser de interés para la ISCUAL? [26]
Como primera pista nos parece importante la idea de FRANK (2005), que argumenta que la palabra de los participantes no consiste en representaciones de sus vidas y las de otras personas fuera del encuentro con el investigador, sino que son actos de compromiso que estos hacen con él en un contexto particular. En este sentido, el investigador no registra pasivamente, sino que instiga y provoca reflexiones en los participantes, que los llevan no solo a reportar su vida, sino también a cambiarla. [27]
En este sentido toma fuerza la idea bajtiniana respecto que toda palabra es siempre destinada, está siempre dirigida a alguien, alguien explícito o implícito en el discurso. Si asumimos lo anterior, aquello que el investigador diga acerca del participante a partir de su investigación forma parte de un proceso cuyo final es abierto y cuyo significado no concluye con el cierre de la interlocución, sino que seguirá impactando sus posteriores enunciados. Para FRANK (2005) todo lo que un investigador diga respecto de su investigación también está vinculado a aquel devenir, y más tarde continuará reverberando en los lectores de los reportes de investigación, quiénes se harán parte del diálogo, causando futuras reverberaciones. [28]
En este escenario, el conocimiento científico generado en el encuentro con otro apunta a la comprensión del proceso a través del cual la gente, en cierto contexto social y a partir de cierta provocación del investigador, actúa y construye sus significados. Este proceso ocurre cada vez que establecemos un diálogo con otro, pero en la ISCUAL se caracteriza por un encuadre particular, en el que un investigador realiza una solicitud de palabra a uno o más participantes con el objetivo de construir conocimiento a partir de ese encuentro. [29]
En la medida que aquello que es de interés en ISCUAL sucede en un encuentro cuyo resultado es responsabilidad tanto del sujeto participante como del sujeto investigador, para poder decir algo sobre lo que ocurre en este encuentro, deberemos pasar necesariamente por nuestra experiencia como investigadores, como sujetos activos y socio-históricos. Es así como la palabra del sujeto participante carece de sentido si no contamos con el marco de quién la escucha. [30]
La ISCUAL, aunque diversa en enfoques y orientaciones, ha compartido como característica distintiva esta consideración de la subjetividad como característica del saber y del pensar científico (BREUER 2003), en el sentido de una relación inseparable entre el conocimiento y el sujeto que conoce, determinando que todo conocimiento está insoslayablemente influenciado por las características de este último, y por tanto es subjetivo. La comunicación del investigador con el campo y sus miembros es considerada como una parte explícita de la producción del conocimiento (FLICK 2004). Las subjetividades del investigador y de aquellos a los que se estudia, son así parte del proceso de investigación. [31]
La reflexividad, como ejercicio del investigador y su equipo, ha sido una noción a través de la cual muchos autores han operacionalizado esta naturaleza subjetiva de la investigación (BREUER 2003; WIESENFELD 2000; PILLOW 2003). Esta ha sido definida como un ejercicio orientado a conseguir un entendimiento amplio y lúcido del proceso a través del cual se lleva a cabo la investigación. Se trata del desarrollo de una conciencia crítica respecto a la acción del investigador como parte de la investigación, volviéndolo a éste y a su actividad objeto de análisis (RUSSEL & KELLY 2002; SISTO 2008; CORNEJO 2010). [32]
En este sentido, RUSSEL y KELLY (2002) proponen la estrategia de la reflexividad como un mediador del proceso de investigación, que permitirá identificar los límites y posicionamientos de la mirada del investigador sobre el campo social y el fenómeno estudiado, de modo de poder ir más allá de ellos y desarrollar alternativas creativas y éticas. Esta estrategia tiene un rol diferente para cada etapa del proceso de investigación, y se beneficia del trabajo en equipo, al contribuir a la expansión del conocimiento y la consideración de la multiplicidad de perspectivas y significados, lo cual es consistente con la idea bajtiniana (BAJTÍN 2003 [1986]) acerca de la multiplicidad constitutiva de la palabra del otro. [33]
En este sentido, la reflexividad como estrategia metodológica otorga a la investigación cualitativa un marco que vuelve inteligible el proceso de construcción de conocimiento que hizo un sujeto investigador particular, y su sistematización hace posible el diálogo con otros miembros de la comunidad y sus distintos puntos de vista. [34]
Varios autores (BREUER 2003; WIESENFELD 2000; FRANK 2001, 2005; POTTER & HEPBURN 2005) han señalado una dificultad por parte de los investigadores sociales cualitativos para crear y proponer dispositivos metodológicos inspirados en premisas epistemológicas. Pareciera que lo que aparece como un fundamento epistemológico no resulta sencillo de ser traducido en prácticas concretas en el proceso de investigación. [35]
En este sentido, BREUER (2003) plantea que los investigadores frecuentemente solo consideran la visión de mundo de los participantes de la investigación como relativa o culturalmente determinada y rara vez toman en cuenta la relatividad y particularidad del conocimiento producido por el propio investigador, así como tampoco consideran las implicancias metodológicas de su ineludible participación como sujetos socio-históricos en la investigación. [36]
WIESENFELD (2000) realiza una crítica similar, señalando que los reportes de investigación tienden a ocultar los procesos reflexivos del investigador y a subestimar su influencia en la co-construcción de los discursos que analiza, con citas de los participantes aisladas del contexto dialógico en que se producen. La autora señala cómo la APA (American Psychological Association) exige un estilo de reporte que evidencia la distancia requerida entre investigadores y sujetos de estudio, concibiendo como buenos datos aquellos no contaminados por el investigador, existiendo un temor de incluir signos de retórica que inhiban el acceso a la "verdad". En este sentido, FRANK (2005) también señala cómo aquella investigación que es presentada como parte de un proceso o con un final abierto es evaluada como no conclusiva, en un sentido peyorativo. [37]
POTTER y HEPBURN (2005) por su parte, también identifican la eliminación del entrevistador de los reportes de investigación y la falta de disponibilidad de las condiciones de producción de los datos, al modo de una falla en la consideración práctica de la premisa epistemológica de la entrevista como interacción. FRANK (2001), también pone en duda el modo en que se realiza la reconstrucción de los participantes en los reportes de investigación, volviéndolos cuantificados, medidos y definidos hasta el último detalle, volviendo estático un discurso siempre situado, dependiente de sus condiciones de producción, abierto y en constante resignificación. De este modo, en los informes de investigación la integridad de una obra es sacrificada para generar la aparente integridad de la narrativa del científico social, bajo el efecto organizador del texto y el estilo de universalidad que se preserva por sobre la amenaza de fragmentación y desorden. [38]
Tanto WIESENFELD (2000) como FRANK (2001) nos invitan a admitir que en tanto hacemos investigación, no estamos frente a una relación simétrica con el participante. Si bien la ISCUAL se asume sostenida en un encuentro entre sujetos y se adhiere a una ética democrática respecto a la construcción de conocimiento (CORREA 1999), el investigador se acerca a los informantes motivado por determinados propósitos. Es él quien hace las preguntas en virtud de su entrenamiento para preguntar, argumentar y reportar. Es él quien publica y gana prestigio y reconocimiento a partir del encuentro con los participantes. En este sentido, la ISCUAL se encuentra enmarcada dentro de las relaciones de poder, con su énfasis en los imperativos ddde racionalidad, eficiencia y objetividad, y su insistencia en que todo puede ser dicho, explicado o captado de una vez y para siempre, poniendo el énfasis en el producto y el hallazgo de resultados conclusivos. La ISCUAL, al inscribirse dentro de las relaciones de poder y asumir estos criterios prescritos por la investigación tradicional, reproduce las relaciones de dominación que intenta modificar. [39]
A partir de lo anterior, es posible pensar que las dificultades para traducir premisas epistemológicas a prácticas metodológicas en investigación cualitativa, han tenido que ver justamente con el desafío de constituirse como una alternativa legítima en un contexto que ya tenía las reglas del juego de la cientificidad demasiado claras. Este desafío, ha devenido en un mandato paradojal para los investigadores cualitativos, en cuanto deben ser consistentes con sus premisas epistemológicas, al mismo tiempo que alcanzar legitimidad como científicos en un contexto que define la ciencia desde premisas que no son las suyas. En palabras de WIESENFELD (2000, p.8),
"la necesidad de que el trabajo sea reconocido entre pares, cuyos mundos de vida guardan distancia con los de los protagonistas de las narraciones a las que acceden, tiene el inconveniente adicional de atrapar al investigador dentro de reglas metodológicas que paradójicamente lo llevan a establecer barreras con la experiencia a la que se desea acercar y comprender". [40]
Ahora bien, el desafío de la investigación cualitativa en este contexto no es menor. La tarea de realizar su práctica desde este lugar paradojal, se vuelve una empresa difícil, pero fundamental. En este sentido, podemos preguntarnos, ¿qué otros modos nos pueden aportar para lograr una mayor consistencia entre los lógicas que sostienen nuestras investigaciones y la práctica misma de la investigación? ¿Qué tipo de resultados podemos conseguir a partir de esta práctica y mediante qué procesos de análisis? ¿Cómo incluir la reflexividad al momento de analizar nuestros datos, como estrategia metodológica para trabajar con la subjetividad en el proceso de investigación? ¿Cómo podemos dar la voz a los participantes de nuestros estudios, a través de nuestras propias voces como investigadores? ¿Qué estrategias tendremos que poner en juego? [41]
Son preguntas que nos parecen fundamentales a la hora de hacer ISCUAL desde el lugar paradojal que hemos planteado. [42]
Presentaremos a continuación algunas de nuestras respuestas metodológicas a los desafíos planteados por la ISCUAL. Estas respuestas, si bien han sido elaboradas para cada investigación en particular, pueden ser comprendidas desde una mirada transversal como lo que hemos llamado dispositivos de escucha. Estos dispositivos, o entramado particular de herramientas teórico/metodológicas, han facilitado a nuestros equipos de investigación una escucha particular de las voces de los participantes y de su propia voz en el proceso investigativo, escucha inspirada en los principios epistemológicos y teóricos de la ISCUAL recién expuestos. El dispositivo de escucha de cada investigación ha buscado traducir a la práctica investigativa las lógicas ya presentadas, a partir del despliegue de diversas herramientas metodológicas creadas y transformadas en función de la particularidad de cada objeto y proyecto de investigación. Presentar estas herramientas y algunos ejemplos que ilustran su uso dado en nuestras investigaciones, nos parece, puede contribuir a la discusión sobre cómo investigar asumiendo la complejidad del mundo social y la naturaleza subjetiva del conocimiento, sostenida en el encuentro con el otro y en el lenguaje como articuladores de la experiencia humana. Pensamos que es aportativo en este sentido, hacer el esfuerzo de explicitar las opciones metodológicas particulares tomadas en cada uno de estos procesos investigativos, para luego ponerlas a dialogar con las lógicas de la ISCUAL presentadas. [43]
3. Propuestas metodológicas para el trabajo desde el lugar paradojal
Se presentarán en este apartado propuestas metodológicas originadas en nuestras propias experiencias de investigación, las que se han implementado buscando hacerse cargo del desafío de construir conocimiento desde este lugar paradojal. [44]
El primer estudio que presentamos, "Exilio y construcción de identidad: historias de vida de exiliados chilenos", se llevó a cabo entre 2000 y 2004 en el marco de la realización de la tesis doctoral de una de las autoras (CORNEJO 2004, 2008), la que estuvo centrada en el impacto que el exilio posterior al golpe de Estado de 1973 en Chile, ha tenido en la vida de los exiliados, específicamente a nivel de la construcción de su identidad. Se recogieron relatos de vida (BERTAUX 1997; CORNEJO 2006) de 16 individuos, hombres y mujeres, todos habiendo tenido Bélgica como país de acogida, los que fueron agrupados en cuatro grupos, cruzando el criterio de haberse quedado en el país de acogida o de haber regresado a Chile una vez finalizado el exilio (retorno y no retorno), con el criterio de pertenencia a la primera generación (exiliados "titulares" entre 45 y 65 años) o bien a la segunda generación (los hijos de exiliados, entre 18 y 37 años). [45]
Se recogieron relatos de vida tanto en Chile como en Bélgica; con cada participante se realizaron dos encuentros en los cuales se le solicitó "contar la historia de su exilio". Para el análisis de los relatos se adoptaron dos lógicas: una singular, que articuló la utilización de una matriz analítica inspirada en los principios del análisis estructural desarrollada por DE VILLERS (1996) y una síntesis de modelos de análisis interpretativos para relatos de vida (KORNBLIT 2004; LEGRAND 1993). Luego se utilizó una lógica transversal, orientada a construir ejes temáticos-analíticos e hipótesis comprensivas transversales respecto del fenómeno del exilio; en esta etapa, la perspectiva metodológica adoptada se inspiró en lo fundamental en el modelo de la grounded theory, desarrollado a partir de los trabajos de GLASER y STRAUSS (1967; STRAUSS & CORBIN 1990)2). [46]
Debido a la importancia epistemológica acordada a las condiciones de producción de material de tipo discursivo, en el entendido que se funda en una palabra destinada a otro, en un encuentro en que están presentes y en interacción, las subjetividades tanto del narrador como del narratario3), se decidió incluir, por un lado, un cuaderno de campo para la investigadora, y por otro, una instancia de interanálisis en el proceso de producción y análisis de los relatos. La implementación de estos dispositivos consideró además el foco de la investigación en un tema sensible [sensitive topic] (DICKSON-SWIFT, JAMES, KIPPEN & LIAMPUTTONG 2007; MALACRIDA 2007; JOHNSON & MACLEOD CLARKE 2003), cual es la experiencia del exilio político, y la necesidad, por tanto, de poder trabajar los efectos de esto en la investigadora. [47]
El cuaderno de campo desarrollado por la investigadora, tuvo como función principal acompañar el proceso de producción y los primeros análisis de los relatos. Los registros apuntaban tanto a documentar lo relativo al contacto, reclutamiento y construcción de una relación de investigación con cada participante, como a incluir anotaciones en relación a la historia de exilio que se relataba y se escuchaba. Concretamente, lo más pronto posible después de cada uno de los encuentros, se consignó en el cuaderno de campo una especie de cronología retomando cada uno de los contactos (personales, telefónicos e electrónicos) que se tuvieron con cada participante, desde las primeras informaciones entregadas por la "persona-contacto". En cada caso, los comentarios se orientaron a aspectos relativos al tipo de relación de investigación que se iba construyendo con el participante y su influencia en la historia que él o ella contaba acerca de su exilio. Para cada participante, se construyeron tres preguntas que la investigadora intentó responder: ¿Quién me está contando esta historia? ¿Quién está escuchando esta historia? ¿Qué historia yo estoy escuchando?
"Raquel es una mujer que se ha salvado, que está finalmente 'sana y salva'. La clandestinidad durante la dictadura, la prisión, la tortura, las separaciones, el retorno a Chile y luego el regreso a Bélgica son eventos que marcan quién está contando ahora su historia. Su reciente condición de abuela la hace mirar hacia atrás sintiendo que no la han derrotado, que la vida fue capaz de continuar. La historia del exilio no comienza con el exilio, este evento parece situarse en una continuidad previa y posterior de eventos que construyen particularmente una trama y una trayectoria; desde donde se está contando influye en lo que se cuenta". (Caso Raquel, Cuaderno de Campo)
"Escucho con atención y cierta familiaridad las historias de Raquel; tiene una voz agradable y clara, con fuerza e intención. Es muy expresiva, mueve las manos y está interesada en que yo comprenda lo que dice, contextualizando los eventos. Me cuenta sus historias situándome como 'representante' de la generación de los que vienen, de los que sí quieren escuchar, de los que 'están comprometidos con el trabajo de la memoria colectiva'. Escucho a través de la historia de Raquel historias de una generación, las de los protagonistas y una intención de transmitirme algo, de legarme algo, de entregarme un testimonio para hacer algo con él". (Caso Raquel, Cuaderno de Campo)
"La historia del exilio de Raquel es una historia de alivio, de descanso, de tener una nueva oportunidad. El salir de la prisión y de la tortura, reencontrarse con su hijo y su pareja. El episodio del avión despegando y su sensación de 'al fin'. Pero contar la historia del exilio 'exige' contar la vida de antes del exilio: parece que el exilio no inaugura una trayectoria, ni siquiera a veces marca un viraje, sino más bien se sitúa en una cierta continuidad de eventos". (Caso Raquel, Cuaderno de Campo) [48]
En segundo lugar, luego de cada encuentro con un participante, se construyó un dispositivo relativo a momentos de interanálisis, inspirado en los trabajos de DANEAU (1988) y LEGRAND (1993). Esta instancia de interanálisis consistió en la participación de una "tercera persona exterior", cuyo rol fue acompañar la producción y el análisis de los relatos, permitiendo mirar en perspectiva algunas vivencias de la investigadora que fueron suscitadas por los encuentros con los participantes. Esto permitió una discusión crítica acerca del relato y la historia narrada en el encuentro con cada participante, otorgando nuevos puntos de vista a los análisis, tanto en el plano teórico como personal, permitiendo además respetar y seguir la lógica del narrador, sin encerrarlo en un discurso único, sostenido por la investigadora, acerca de su historia. Junto a una colega doctorante, trabajando también con relatos de vida, se estableció esta instancia de interanálisis, a partir de reuniones periódicas entre la investigadora con la tercera persona exterior, para acompañarse y ayudarse mutuamente en las investigaciones respectivas. [49]
Se elaboró un esquema de lectura para el interanálisis de cada uno de los encuentros con cada participante, para guiar su lectura y la posterior discusión crítica. Este esquema contiene diversos aspectos que fueron considerados pertinentes y útiles para poder resaltar elementos interesantes para los análisis y la producción de los relatos. En relación a la narración se privilegió una mirada al estilo de contar del narrador, el tipo de conducta que sostenía la narración, las particularidades del vínculo entre el narratario y el narrador y su influencia en el relato, el tipo de narración que se construía. En relación a la investigadora se puntualizaron aspectos considerados importantes como las implicancias y resonancias personales que el encuentro con cada narrador y las particularidades de su historia o tipo de narración generaban en la investigadora, en el tipo de escucha que desarrollaba. En relación a los contenidos de la narración se fijó la atención en pistas para el análisis particular de la historia que se estaba escuchando con cada participante y además respecto a aspectos comunes o insistencias considerando las preguntas de investigación y en vistas al análisis transversal de todas las historias. Finalmente, se señalaban perspectivas para el segundo encuentro, en el sentido de preguntas o temas a incluir o desarrollar más o aspectos de la historia a aclarar o profundizar. Después de cada encuentro y su transcripción, se trabajaron los relatos en interanálisis a partir de las notas desarrolladas en el cuaderno de campo de la investigadora, de la lectura de las transcripciones y del esquema de trabajo de interanálisis.
"Es importante volver en el segundo encuentro con Raquel a lo que estas idas y vueltas posteriores al exilio significan. Pareciera que el exilio al introducir rupturas en las historias y trayectorias de los sujetos, al mismo tiempo hace mantener una cierta continuidad histórica, identitaria y personal. Raquel parece una "pasajera en tránsito", en viaje, dirigiéndose a algún lugar con proyectos, dejando y cerrando otro lugar y otros proyectos. ¿Qué se busca? ¿Cómo son significados esas idas y vueltas por ellas? (Caso Raquel, Interanálisis)
"Llama la atención el compromiso de Raquel con lo propuesto en la investigación. No solo cuenta su historia, la reflexiona, la repasa, va y vuelve. Quiere las transcripciones, dice que es la primera vez que repasa ciertos episodios de su vida y que al hacerlo van tomando formas diferentes en su historia. Raquel nos pone en la pista de la importancia de no solo analizar las historias en sus contenidos sino además en la forma que adquiere 'el hacer el relato del exilio': a quién se cuenta, lo que se cuenta, la forma que se adquiere para contar, el lugar que se asume en tanto a narrador son informaciones también relevantes respecto al exilio y su incidencia en la construcción identitaria". (Caso Raquel, Interanálisis) [50]
El trabajo a partir del cuaderno de campo y del interánalisis fue de una enorme importancia en el proceso de producción de los relatos, así como en los análisis de estos, los que fueron enriquecidos y densificados de manera considerable. Por una parte, este trabajo representó una puesta en perspectiva acerca de las maneras de proceder tanto a nivel de la producción como de los análisis de los datos, exigiendo discutir críticamente y fundamentar cada una de las elecciones de temas, de intervenciones y de pistas analíticas. Por otra parte, dio la posibilidad de compartir y trabajar sobre las implicancias personales que las historias de los participantes tuvieron en la investigadora. [51]
3.2 Del testimonio al relato de vida: los profesionales de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura
El segundo estudio que presentamos, fue realizado entre 2007 y 2009 (CORNEJO, MORALES, KOVALSKYS & SHARIM 2007) y se centró en la experiencia de los profesionales de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (en adelante CNPPT4)), la más reciente de las iniciativas implementadas en Chile por el Estado los últimos años, dentro de sus políticas de verdad y reparación para abordar violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura militar. [52]
El objetivo de la investigación fue conocer la experiencia vivida por los profesionales que trabajaron en la CNPPT recopilando, sistematizando y calificando los testimonios de las víctimas que acudieron a declarar ante dicha Comisión. Se buscó comprender el impacto y los procesos elaborativos a nivel emocional y biográfico vivenciados por estos profesionales a partir de la escucha de testimonios de carácter traumático, desde su posición de "escuchas" del Estado. [53]
Se realizaron relatos de vida con 22 profesionales de la CNPPT. Entre los participantes hubo hombres y mujeres, con edades que fluctuaron entre los 20 y los 60 años, con un promedio de 37 años, pertenecientes a un nivel socio económico medio. Se consideraron profesionales que trabajaron en Santiago así como en regiones del país, y profesionales que recepcionaron directamente testimonios, como otros que realizaron labores de procesamiento y análisis de la información recibida, sin tener contacto directo con los testimoniantes. [54]
Se realizaron 3 encuentros con cada participante. Entre cada encuentro le fue entregado a los narradores una transcripción completa de su relato de manera que pudiera leerla y volver sobre ella en el encuentro siguiente. La consigna inicial para iniciar los relatos fue abierta: "contar la historia de participación en la CNPPT", dada la opción de permitir una narración que fuera estructurada por el propio sujeto. [55]
Esta investigación continuó las pistas de la investigación sobre el exilio presentada previamente, respecto a la producción y el análisis de los relatos de vida (CORNEJO, ROJAS & MENDOZA 2009). A partir del análisis de los relatos de los profesionales, se elaboraron historias reconstruidas para cada uno de ellos, las que luego, analizadas de manera transversal, permitieron identificar dimensiones para dar cuenta de los procesos elaborativos desplegados biográficamente ante la experiencia de escucha de la tortura. [56]
Siguiendo las reflexiones respecto a la necesidad de construir instancias que consideren la particularidad de las condiciones de producción de los datos en las etapas de producción y análisis de datos, y dada la importancia acordada a la consideración de la subjetividad de la interacción narrador/narratario que sostiene y construye el relato (LEGRAND 1999) y a la importancia de instancias de triangulación en estudios de tipo cualitativo que otorguen mayor espesor analítico y mayor complejidad comprensiva a los resultados (CISTERNA 2005; MORAN-ELLIS et al. 2006), se constituyó una instancia de interanálisis. Siguiendo lo realizado en la investigación acerca del exilio (CORNEJO 2008) respecto a la incorporación de una "tercera persona exterior", se constituyeron al interior del equipo de investigación duplas de trabajo, es decir, cada investigador fue acompañado por otro integrante del equipo de investigación en la producción y análisis de los encuentros con cada participante, así como en el proceso de reconstrucción de la historia de vida a partir de su narración. El trabajo de acompañamiento entre dupla e investigador quedaba consignado, después de cada encuentro con cada participante, en un dossier del narrador, construido especialmente para ese fin (CORNEJO et al. 2008, 2009). [57]
Cada dossier del narrador incluía un resumen del modo en que se desarrollaron cada uno de los encuentros con el participante (fecha, duración, lugar e intervalo entre cada uno), antecedentes personales del participante, datos acerca de su participación en la Comisión. Luego de esta información relativa al participante y los encuentros sostenidos con él en el marco de la investigación, investigador y dupla consignaban en el dossier registros respecto a las condiciones de producción del relato, referidos al proceso de contacto y coordinación del encuentro (inquietudes, lugar del encuentro, aplazamientos, entre otros) como de la realización del encuentro (características del lugar, disposición del participante, conversaciones previas, contingencias, entre otros). [58]
Luego el dossier del narrador incluía una sección en las que se consignaban notas de campo del transcriptor del relato de ese participante. A cada transcriptor se le solicitó, además de su trabajo de transcripción, registrar luego de la escucha de los audios, sus impresiones y comentarios en tres aspectos: el participante; el investigador; la relación entre ambos. Dado que la pregunta del estudio era acerca del impacto de la escucha de la tortura, nos pareció que la escucha de los transcriptores era también parte de esta pregunta, al escuchar ellos el relato de la experiencia de los profesionales que escucharon a las víctimas5). Surgió entonces de manera transversal al trabajo con cada uno de los participantes la solicitud a los transcriptores de acompañar los relatos con su propia escucha y las impresiones que esta generaba, intentando aumentar las miradas dadas al material producido en la narración. Se intentó que el mismo transcriptor fuera quien trabajara los tres encuentros con cada narrador de manera de generar un cierto proceso de escucha y a través de él construir puntos de vista respecto a los contenidos y formas que tomaba la historia de participación en la CNPPT.
"Nuevamente percibo un distanciamiento emocional con los contenidos del relato, una fortaleza extraña, y una manera particular de Ximena de mostrarse segura, convencida de lo que hace, y distante respecto a los sentimientos que le provoca su historia de participación en el tema de los derechos humanos. Hay una cierta disociación, Ximena parece separar lo que ocurre en el trabajo con su propia forma de sentir y experimentar lo que en este vive a diario. El punto está en que creo que separa demasiado bien ambos aspectos de su vida". (Caso Ximena, Notas del Transcriptor)
"M (la investigadora) interviene mucho más en esta segunda entrevista, no solo en términos de hacer preguntas, sino que también opinando respecto a algunas temáticas, valorando el trabajo de Ximena y aclarando dudas sobre su propio trabajo. Lo anterior permite que se vaya generando un clima muy amigable durante la entrevista, porque no es solo uno el que pregunta y otro que responde estructuradamente, sino que se establece un clima de comunicación recíproca, en el que ambas preguntan y ambas responden". (Caso Ximena, Notas del Transcriptor) [59]
Una sección central del dossier del narrador era aquella dedicada a los registros del interanálisis con la dupla. En esto, se incluían cuatro aspectos principales: [60]
a) Análisis en relación al proceso de contar la historia de participación en la Comisión o ¿cómo se cuenta esta historia?: curso particular del relato (por dónde comienza, articulación entre temáticas, giros temáticos, énfasis, contradicciones, puntos de inflexión, entre otros); dinámicas emocionales del encuentro; lugar ocupado por el investigador durante el relato (cómo es afectado y afecta la construcción de la historia relatada).
"Emocionalmente hablando, el relato se ve bastante parejo. La narradora parece bien 'armada', no se emociona especialmente en algún punto ni parece afectada frente a la situación de contar su historia de participación en la Comisión. Sin embargo, esto no quiere decir que el tema le sea indiferente emocionalmente, ya que ella sí hace referencia a cómo no la deja de asombrar y de afectar, e incluso habla específicamente de cómo la afectó atender el caso de un conocido suyo en la Comisión, y de cómo no se podría 'inmunizar' frente al tema de la tortura; pero al parecer efectivamente su vasta experiencia en la temática y su paso por más de una institución vinculada a ella, la han dejado, por así decirlo, 'preparada' para referirse a este de manera contenida y a ratos más lejana". (Caso Ximena, Dossier del Narrador) [61]
b) Análisis de los contenidos del relato: ¿quién cuenta esta historia? (análisis sobre la posición del participante en ese encuentro); ¿qué cuenta en su historia el participante? (análisis de las principales temáticas abordadas en el relato); y ¿qué pistas entrega el relato? (análisis del rol de escucha, de la experiencia en la CNPPT, la experiencia de narrar su propia historia).
"Nos habla una mujer que vivió la dictadura como un 'asunto de emergencia total', que comenzó a trabajar de inmediato en la defensa de los derechos humanos, espontáneamente y a tientas, para luego integrarse formalmente a instituciones ligadas al tema, aunque no le fueran a pagar. Trabajaba como abogada de los presos, ya que consideraba que tenían derecho a tener una defensa: 'eso es algo que uno lo tiene en el ADN'. Con esta afirmación ella dice que es una responsabilidad que lleva dentro, que considera esencial, 'de sentido común', un deber mínimo que no se cuestiona. Pero con el 'uno' no queda claro a quién se refiere. ¿A ella? ¿A los seres humanos? ¿A los abogados? No es claro que todos tengan esos genes, en un país donde además se ha silenciado durante años las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura militar. ¿A quién le está hablando Ximena?" (Caso Ximena, Dossier del Narrador) [62]
c) Sobre el próximo encuentro: pistas a tener presentes en el encuentro siguiente con el participante en relación a temáticas relativas a su historia necesarias de introducir o de retomar y pistas respecto a la disposición de escucha del investigador.
"Hemos visto que a lo largo de todo el relato la narradora se mantiene contenida y bastante clara en su discurso sobre su participación en la CNPPT y en el tema de los derechos humanos en general, el cual parece estar bastante integrado y ser una constante en su historia. Se podría ahondar más en cómo este tema se ha insertado en su historia personal, ya no tan ligado al ámbito profesional (que nos queda bastante claro en este primer encuentro). Por lo demás se podría introducir el tema familiar, ¿cómo su familia ha acogido su participación en la Comisión y su carrera en torno a los derechos humanos. Se despiertan estas dudas". (Caso Ximena, Dossier del Narrador) [63]
d) Interanálisis con otros miembros del equipo de investigación: Se incluía un espacio para incluir los registros de otras instancias diferentes a la dupla con las que se realizaron presentaciones de casos y sus análisis.
"Ximena se refiere a la participación en la Comisión sin verse remecida por emociones o sentimientos, ella ha estado largo tiempo trabajando en derechos humanos, sabe de qué se trata esto, la Comisión es para ella un trabajo más en la temática, se encuentra integrada en este sentido. Su participación en esta instancia reparatoria tiene el lugar de una consecuencia lógica, en una trayectoria y una vida donde el compromiso con la temática no se cuestionan. Esto es distinto en casos de profesionales más jóvenes, donde hemos visto que la participación en la Comisión muchas veces aparece como un quiebre vital, donde la historia personal se ve remecida y aparecen preguntas y maniobras para integrar la experiencia de encuentro con la tortura, y muchas veces emociones en el mismo proceso de contar acerca de su participación, en sus relatos". (Caso Ximena, Dossier del Narrador) [64]
Como puede verse, el dossier del narrador permitía hacer un seguimiento del proceso de contar la historia de participación en la Comisión de cada participante, a través de los tres encuentros para la producción de sus relatos de vida. Esto otorgaba continuidad y profundidad, tanto a la producción y disposición de la instancia de relación entre participante e investigador, y además a los análisis, los que se iban nutriendo de los aportes de distintos miembros del equipo de investigación y de los diferentes momentos de la producción y análisis de los datos, considerando que la producción de relatos con todos los participantes se fue realizando de manera simultánea. [65]
De este modo, el dossier del narrador no solo enriqueció los encuentros con cada participante durante el proceso de producción de datos, sino que además se convirtió en una herramienta fundamental para los análisis posteriores y en el desarrollo de la investigación. En esta etapa emergieron ejes temáticos transversales que fueron considerados como guías heurísticas para analizar y reconstruir las historias de cada participante y generar nuevas preguntas e hipótesis a responder en posteriores recogidas de datos con nuevos profesionales. [66]
Al trabajo de análisis singular de cada caso, desde los relatos a una historia reconstruida de cada participante, siguió una fase de análisis transversal a partir de ciertas recurrencias que fueron apareciendo en la fase singular, en la que determinaron ciertos ejes temáticos-analíticos relevantes y ciertas hipótesis comprensivas transversales, que permitían comprender el fenómeno en estudio. A partir de estos ejes temáticos-analíticos, se volvieron a analizar todas las historias, pero esta vez desde la óptica de la transversalidad que las recorre en su conjunto. Luego de una primera fase de este trabajo, y asumiendo la necesidad de ampliar las miradas a lo realizado, se decidió implementar un nuevo dispositivo, un seminario de triangulación de resultados, al que fueron invitadas "terceras personas exteriores", en este caso investigadores nacionales y extranjeros, de variadas disciplinas (psicoanalistas, psicólogos, trabajador social, historiador) trabajando en temáticas afines. Para el seminario, se le entregó previamente a cada invitado un documento de trabajo que presentaba el proyecto de investigación y que incluía los estados de avance del análisis, con el objetivo de recibir sugerencias y comentarios desde sus particulares trayectorias profesionales y aproximaciones al objeto de estudio y a los tipos de análisis y procedimientos que se estaban llevando a cabo. Cada invitado comentó y problematizó lo presentado a partir de referentes conceptuales, disciplinares o contextuales diferentes, lo que fue permitiendo mirar, desde otras perspectivas y otras posiciones, los datos producidos y los análisis iniciados. Las reflexiones y comentarios surgidos en el seminario fueron retomados luego para continuar, orientar, ampliar y complejizar los análisis. [67]
Nuevamente el hecho de trabajar en un sensitive topic como es la escucha de la tortura, significó para el equipo de investigación la necesidad de incluir instancias en las cuales poder trabajar sobre los efectos que este trabajo implicaba. El equipo a cargo del proyecto, considerando investigadores, duplas y estudiantes tesistas, tenía una variedad de generaciones. Esto, que apareció como un dato relevante al momento de analizar los relatos y las historias de los participantes del estudio, también se transformó en un tema relevante respecto al equipo de investigación. Diferentes generaciones significaba entre otras cosas, diversidad de aproximaciones (como protagonistas, testigos, herederos, espectadores) de los hechos sociales ocurridos en dictadura y por tanto en la forma de comprender las violaciones a los derechos humanos y los efectos de Comisiones de Verdad. Se decidió entonces realizar, al interior del equipo de investigación, un seminario de resonancias en el que participaron todos los miembros del equipo. Los objetivos de este seminario fueron poder explorar las resonancias de los miembros del equipo de investigación en la construcción de los relatos con los participantes del estudio, identificar las escenas de mayor dificultad y de mayor satisfacción en el proceso de construcción de los relatos, y facilitar la elaboración de estas resonancias durante el proceso de investigación. La metodología fue un encuentro en el que se desarrolló un proceso de apertura y reflexión grupal, a través de actividades grupales que incluyeron dibujos, recortes, pegatinas, buscando una instancia para compartir y contener las sensaciones y emociones de la experiencia de investigación. Se trabajó en díadas y luego en una instancia de reflexión colectiva. [68]
3.3 Investigando investigadores: trayectorias y quehacer de investigadores chilenos
El último estudio que presentamos, está en curso desde 2009, y se denomina "La subjetividad en el proceso de investigación social cualitativo: prácticas, estrategias y significados" (CORNEJO, BESOAÍN, CARMONA & FAÚNDEZ 2010). Esta investigación surge a partir de la constatación que, si bien una característica compartida por los enfoques cualitativos en investigación social es la consideración de la subjetividad como característica del saber y del pensar científico (BREUER 2003), en el sentido de una relación inseparable entre el conocimiento y el sujeto que conoce, existe en la literatura y en las prácticas investigativas una escasa atención prestada por los investigadores a comunicar y reflexionar acerca de la incorporación práctica, en sus procesos investigativos, de esta consideración epistemológica y metodológica acerca de la subjetividad. [69]
La pregunta que guía el estudio, intenta interrogar el lugar otorgado a la subjetividad de los investigadores en los procesos investigativos, así como también las formas en que ha sido abordada en las investigaciones sociales cualitativas. El objetivo es conocer los significados que investigadores cualitativos otorgan a la subjetividad en el quehacer investigativo, ahondando en su emergencia en distintas etapas del proceso de investigación, así como en las estrategias implementadas para su consideración en el proceso de investigación y para la persona del investigador. [70]
El universo muestral al cual pertenecen los participantes de este estudio, son investigadores e investigadoras chilenos, provenientes de diversas disciplinas de las ciencias sociales y que desarrollan investigación desde un enfoque cualitativo. En estos momentos se ha finalizado un primer levantamiento de datos con 12 investigadores. Se diseñó un dispositivo para la producción de datos que permitió generar un contexto de interlocución en donde los participantes pudieran explayarse y profundizar en los contenidos de la entrevistas. [71]
Se realizaron entrevistas en profundidad (GAÍNZA 2006; MERLINSKY 2006; POTTER & HEPBURN 2005), inspiradas en la entrevista reflexiva de DENZIN (2001), las que tuvieron una duración de una hora y media y fueron dirigidas con un guión temático en el que los principales temas a trabajar fueron: la trayectoria de investigación; las prácticas y las lógicas implementadas en investigación; y la relación entre éstas; los modos en que ha emergido la subjetividad en las distintas etapas del proceso de investigación (diseño, ejecución, resultados, devolución); y las estrategias de afrontamiento de esta subjetividad tanto a nivel de la persona del investigador como del proceso de investigación. [72]
Considerando la opción epistemológica de trabajar la consideración de la subjetividad en el proceso de investigación cualitativa desde los mismos investigadores y el hecho que la temática de investigar acerca de los investigadores implicaba una "investigación entre pares", estuvimos atentas a que esta opción encierra tensiones y desafíos relevantes tanto para los participantes, como para los mismos investigadores y para la posibilidad de generación de conocimiento relevante. En consideración de lo anterior, como una forma de incluir la subjetividad de los investigadores, fueron implementados en la producción de datos, cuadernos reflexivos (MALACRIDA 2007) para el registro y posterior inclusión en el análisis de notas referidas a esta etapa. [73]
En el cuaderno reflexivo del investigador, la idea fue que para cada participante, la investigadora a cargo de la realización de la entrevista, completara diferentes aspectos importantes de considerar, de manera de acompañar el proceso de producción de datos y comenzar a construir el proceso de análisis de datos. El cuaderno reflexivo, contempla tres aspectos principales: las condiciones de producción; el contexto de interlocución; y pistas para el análisis de las entrevistas. Las condiciones de producción apuntan a registrar los procedimientos relativos a los contactos iniciales con el entrevistado para invitarlo a participar del estudio, así como el encuentro en el momento de la entrevista y los criterios de inclusión para el reclutamiento de ese participante en particular (profesión, estudios de postgrado, temáticas que investiga), los que permitirán dar al equipo de investigación información acerca del contexto y de la materialidad que rodea la producción de los datos:
"Entonces me cuenta que estaba complicada con gastar 1 hora y media ese día para la entrevista, que le parece demasiado larga y que mejor la dejemos para el día jueves de la semana siguiente en su oficina a las 11:30 hrs. Me sugiere además que ojalá no sea tan larga y dure alrededor de una hora no más". (Caso Beatriz, Cuaderno Reflexivo del Investigador) [74]
El contexto de interlocución apunta a analizar la relación establecida entre entrevistadora y entrevistado, en el sentido de las particularidades de la puesta en escena que cada cual hizo para conversar en el marco de la entrevista. En este sentido, se asume que en una entrevista no se trata de una transmisión a-contextual de contenidos, sino que en ella se produce una performance que es particular y contextual, tanto por parte del entrevistador como del entrevistado, en el sentido de un acto en donde la presencia del otro, define y delimita el material que se produce en el encuentro. Las investigadoras, en particular, debían referirse en este apartado a los lugares o posiciones adoptadas por entrevistado y entrevistadora para responder o preguntar (por ejemplo, el lugar de un par, de un profesor, de un estudiante, entre otras) y al tono emocional que había predominado o marcado diferentes etapas de la entrevista:
"Pienso que no estaba en ánimo de detenerse a reflexionar y las primeras preguntas las respondió haciendo un rápido recorrido superficial, como hablándole a una periodista que quiere hechos más que significados o reflexiones". (Caso Beatriz, Cuaderno Reflexivo del Investigador) [75]
Finalmente, el cuaderno reflexivo incluía una sección en la que se le solicitaba a la entrevistadora reflexionar, a partir de la entrevista y el encuentro con el participante, respecto de las temáticas centrales del estudio, en lo que fue denominado pistas para el análisis. Estas pistas fueron delineándose progresivamente a medida que fue avanzando la investigación y sumándose casos en estudio, y apuntan a ciertas temáticas centrales y temas emergentes, tanto a nivel singular como transversal que parecen guiar el estudio:
"Es posible hipotetizar en Beatriz una tensión existencial frente al mandato de convencer, de decir taxativamente proveniente de sus preconcepciones acerca de la investigación, fuertemente influidas por las narrativas hegemónicas acerca de lo científico, y sus posteriores opciones epistemológicas. (...) Llama la atención que frente a esta misma tensión otros investigadores se posicionan de manera diferente. Beatriz no la transforma como Lorena, Paola y Víctor en una bandera de lucha contra las prácticas de 'los ganadores', sino que envidia las bondades de la hegemonía, reconociendo su imposibilidad para pertenecer a ellos, porque ya perdió la ingenuidad". (Caso Beatriz, Cuaderno Reflexivo del Investigador) [76]
Se decidió también hacer un trabajo particular con los transcriptores del estudio, en el modo de un dispositivo que denominamos notas de campo del transcriptor. Fueron seleccionadas para estas tareas, estudiantes de licenciatura en psicología. La idea fue que realizaran no solo labores de transcripción, sino aprovechar su escucha del material producido en las entrevistas en las etapas del análisis singular de los casos. Cada transcriptora conformó una dupla de trabajo con una de las investigadoras, de la cual transcribió todas las entrevistas que realizó. Se le solicitó, a partir de la transcripción de cada entrevista registrar comentarios, impresiones y reflexiones en dos ámbitos que fueron considerados iluminadores: la experiencia de escucha de la situación de interlocución entre el entrevistador y el participante (tipo de relación, posiciones adoptadas, quién pregunta, quién contesta, entre otros); reflexiones, pistas y comentarios a considerar en el análisis (respecto del tema; respecto del guión; respecto de la transcripción):
"En principio, hay una postura desde la investigación en general, y no necesariamente desde lo cualitativo. Lo que desde otro ángulo, se expresa también en términos de su formación, señalando 'la metodología cualitativa para mí no, no existía cuando recién me ... cuando egresé', sino que surge posteriormente con la formación en postgrado. En este sentido, lo científico es visto desde fuera y lo personal desde dentro, como entidades que en principio se ven separadas". (Caso Beatriz, Notas del Transcriptor) [77]
El trabajo de transcripción de cada entrevista, consideró además reuniones entre entrevistadora y transcriptora, en el modo de dupleo, de manera a poder revisar la entrevista pero además ir preparando la primera presentación para el resto del equipo y trabajo sobre cada caso, en el modo de reuniones de interanálisis (DANNEAU 1988; LEGRAND 1993; CORNEJO 2008; CORNEJO et al. 2008) en las que participó todo el equipo. [78]
Para la producción y el análisis de cada uno de los casos fue considerado como dato no solo la entrevista realizada, sino también el cuaderno reflexivo de la entrevistadora, las notas de campo del transcriptor y las reuniones de interanálisis. De este modo, cada informe de caso contiene información proveniente de todas aquellas etapas del proceso, lo que sin duda le ha dado a esos informes un espesor analítico y una mayor densidad a los datos. [79]
Hasta ahora hemos hecho un recorrido desde las lógicas que sostienen la ISCUAL hasta la implementación y explicitación de ciertas prácticas que han buscado una consistencia con estas lógicas, tal como han sido desarrolladas en tres procesos de investigación. En la primera parte de este artículo propusimos algunas conceptualizaciones relativas a la palabra y su estudio en el contexto de la ISCUAL, problematizando aspectos relacionados con aquello que sucede en el encuentro entre el sujeto investigador y el sujeto participante, y aquello que el investigador más tarde podrá decir acerca de ese encuentro. Luego propusimos que la ISCUAL contemporánea se encuentra en un lugar paradojal respecto de la construcción de conocimiento. En la segunda parte de este artículo, explicitamos algunas prácticas relativas a tres proyectos de investigación, cuya creación y despliegue estuvieron inspirados en las lógicas propuestas. [80]
A continuación pondremos a dialogar aquellas lógicas y prácticas, asumiendo el desafío de BREUER (2003) y WIENSELFELD (2000) respecto de crear puentes entre los fundamentos epistemológicos de la ISCUAL y el quehacer de los investigadores que se sitúan desde aquellos supuestos. [81]
En las investigaciones expuestas es posible distinguir algunas dimensiones transversales que, con formas diversas y específicas para cada proceso investigativo y objeto de estudio, atravesaron la totalidad de las prácticas desarrolladas. En primer lugar, en los tres estudios se llevaron a cabo diversas herramientas metodológicas, a saber, cuadernos de campo, dossier del narrador, cuaderno reflexivo del investigador y notas de campo del transcriptor, que sostienen una preocupación por la consideración y registro de las características materiales y contextuales en las que fue posible el encuentro entre investigador y participante, lo que ha sido acuñado bajo el concepto de condiciones de producción, siendo estas consideradas como inseparables del dato mismo producido y por tanto insoslayables al momento de analizar los datos. Asimismo, estos procedimientos permitieron la realización de distinciones respecto de las particularidades y características del tipo de relación establecida entre investigador y participante, consignando aspectos relativos a la situación de interlocución, apuntando a cómo la puesta en escena que hacen tanto investigador como participante da características particulares a los datos producidos, centrando la atención no solo en lo dicho sino en cómo esto es dicho y para quién. [82]
El trabajo a partir de ambas dimensiones, las condiciones de producción y la situación de interlocución, bajo las diversas formas mencionadas, implica el supuesto de que para comprender y analizar el discurso es preciso considerarlo de manera situada, en su contexto material y social, considerando a los actores involucrados – investigador y participante – y como una respuesta a cierta provocación del investigador. Dicha consideración está al servicio de una comprensión del discurso en la que a la pregunta por el qué dice el otro, se suma la pregunta por el cómo es que llega a decirlo. El lenguaje es en este contexto, tal como proponen HAYE y LARRAÍN (en prensa), una práctica social de diálogo que constituye un momento en la cadena discursiva de sujetos socio-históricos. Es preciso entonces analizar la puesta en ejercicio de los procesos de producción de significado y la construcción que hacen los sujetos de sí mismos en ese contexto social específico. A partir de las investigaciones presentadas, las preguntas por las condiciones de producción y por la situación de interlocución se presentan como alternativas para conseguir aquella inteligibilidad, en el sentido de iluminar lo que se produce en la interacción entre investigador e investigado y en este sentido cómo se producen los datos. [83]
Por otro lado, en los tres estudios se sostiene una opción por la grupalidad en el trabajo con los datos producidos, bajo la forma de trabajo con duplas, de reuniones de supervisión, de un seminario de resonancias, de seminario de triangulación y de diversas instancias de interanálisis. Es posible pensar dicha opción como una manera de considerar en el trabajo investigativo la naturaleza subjetiva de la producción de conocimiento en la ISCUAL, desarrollando procedimientos reflexivos, en términos de las propuestas de RUSSELL y KELLY (2002). Estos procedimientos permiten un entendimiento amplio y lúcido del proceso, identificando las particularidades, límites y posibilidades de la mirada del investigador y su equipo sobre el campo social en estudio. Por otro lado, los diversos procedimientos para poner en acción la grupalidad permiten la construcción de un conocimiento dialogado. Este se sostiene en la noción de que aquello que el investigador dice acerca de la palabra del otro es parte de un proceso abierto, cuyo significado, en palabras de FRANK (2005), no concluye con el cierre de la interlocución entre investigador y participante, sino que seguirá creándose en los posteriores enunciados de aquellos que más tarde se incorporen a la cadena de escucha y respuesta. [84]
Las dimensiones descritas, a saber, condiciones de producción, contexto de interlocución y grupalidad, funcionaron en las tres investigaciones como eslabones conceptuales que hoy vuelven inteligible la relación entre las lógicas que guiaron su diseño y las prácticas metodológicas específicas que se implementaron. Por otro lado, es posible decir que estas nociones, y los procedimientos metodológicos que se realizaron a propósito de ellas, hablan de la circularidad y simultaneidad entre las diversas etapas del proceso investigativo, características constitutivas de la ISCUAL. En este sentido es posible pensar que dichos procedimientos contienen elementos que los hacen parte tanto la producción como del análisis de los datos. [85]
Al situar las tres investigaciones en un conjunto, es posible comprenderlas como un esfuerzo de diálogo entre supuestos y métodos, entre lógicas y prácticas del quehacer investigativo. Cada uno de estos estudios puso en marcha un montaje creativo al servicio de una escucha particular de la palabra de los sujetos que participaron en él. Estos montajes buscaron hacer inteligible la palabra dicha, desde una conceptualización que la comprende como un acontecimiento que es respuesta a los otros, interlocutores, valoraciones o voces, que la habitan. En este sentido es posible comprender cada una de estas investigaciones, como el despliegue de un dispositivo de escucha particular que, inspirado en las lógicas de la ISCUAL, articula una serie de herramientas al servicio de la construcción de un conocimiento dialogado y situado. [86]
¿A qué nos referimos con dispositivo de escucha? Un dispositivo es entendido como un mecanismo o artificio para producir una acción prevista, un determinado fin (Real Academia Española 2001). En este sentido, un dispositivo posibilita algo, el hallarse apto para un determinado propósito, lo que se podría pensar como un estado de receptividad y escucha. ¿Escucha de quién? Nuestros dispositivos, además de estar al servicio de la escucha de los participantes, han estado abiertos y receptivos a escuchar la voz de los investigadores en el proceso de investigación, bajo el supuesto de que estas voces tienen algo que decir respecto al objeto de estudio, al ser la persona del investigador el instrumento para el conocimiento. [87]
FOLADORI (2004) nos recuerda el origen jurídico del concepto dispositivo, como sentencia que operacionaliza la ley y establece aquello que se debe cumplir. Esto es fundamental en tanto un dispositivo no surge de la nada, sino que implica la aplicación de un determinado cuerpo teórico, un posicionamiento, siendo un acto de poder que materializa lugares sociales, instituye y posibilita una acción. ¿De dónde surgen entonces nuestros dispositivos? Desde las lógicas de la ISCUAL para la generación de conocimiento, es que hemos tomado la decisión de estar atentas a cierto tipo de información, diseñando y orientando la lectura de los fenómenos que estudiamos. Esta lectura que surge desde las condiciones de producción de los datos, desde el contexto de interlocución y desde la grupalidad y la reflexividad, en el marco de un trabajo de equipo de investigación. Nuestros dispositivos disponen algo en el proceso de investigación, ponen a los investigadores en cierta disposición, estos son dispuestos para que algo ocurra. Dan la voz a los investigadores, nos ponen a hablar, luchando contra el acallamiento de nuestro rol en la producción de las voces de otros, en que muchas veces caemos debido al lugar paradojal en que se sitúa la ISCUAL dentro del contexto académico y científico y que autores como WIESENFELD (2000) y POTTER y HEPBURN (2005) constatan. Escucharnos a nosotros mismos porque somos parte de la cadena a través de la cual asumimos que se construye conocimiento y por tanto, para poder decir algo sobre la palabra del otro, pasamos necesariamente por nosotros mismos. [88]
Respecto a la dificultad para traducir premisas epistemológicas a prácticas metodológicas, en medio de un contexto científico hegemónico y una época orientados al producto y a resultados conclusivos, podemos preguntarnos si al reportar los trabajos de investigación, los investigadores nos hemos visto llevados a transformar el estatus de la palabra del otro, volviéndola monológica y silenciando sus diversos ecos, como una especie de precio que hay que pagar para ser reconocido por el contexto científico hegemónico. La manera en que divulgamos los resultados de nuestras investigaciones no es menor, puesto que es ese el punto de intercambio y diálogo con otros investigadores, el momento en que mostramos lo que hacemos desde la ISCUAL y por ende desde donde nos posicionamos en el contexto académico y científico. Además, la manera en que hagamos la divulgación, determinará la manera en que nuestras propuestas se pondrán a circular en el mundo social, abriendo o cerrando la posibilidad de diálogo y discusión respecto de ellas. [89]
Nuestra comprensión del trabajo metodológico como un trabajo de creación e implementación de un dispositivo de escucha de la voz de tanto participantes como investigadores, considerando las dimensiones condiciones de producción, situación de interlocución y grupalidad, pueden entenderse como alternativas para responder al desafío de realizar nuestra práctica investigativa desde el lugar paradojal que hemos señalado. [90]
Lo anterior en la medida que el trabajo investigativo desde estas nociones, visibiliza el proceso en el que se produjo el material, de un modo sistemático e inteligible. Hacer ISCUAL del modo que hemos propuesto implica entonces otorgar carácter de conocimiento no sólo a los productos de investigación, sino también a los procesos que hicieron posible la definición de aquellos productos. Lo anterior permite dialogar con la comunidad científica respecto de los resultados de nuestras investigaciones, sin despojarlos del contexto en el que dichas aseveraciones tienen sentido, asumiendo el desafío de FRANK (2001) respecto de mostrar la integridad de lo que acontece en el encuentro con los participantes. Entendemos, de este modo, que mostrar el proceso de investigación, de manera de dialogar con otros investigadores, es aquello que da el carácter de cientificidad a nuestros productos de investigación, en tanto el otro podrá tener acceso al contexto en que esos datos fueron producidos, ya que sólo con ese trasfondo los datos son inteligibles e interpretables. [91]
Nuestros productos de investigación son, a la luz de los planteamientos de HAYE y LARRAÍN (en prensa), un momento en una cadena discursiva de sujetos situados. Por lo tanto, los resultados de la investigación no terminan con la escritura de artículos científicos, sino que en palabras de FRANK (2001), continúan reverberando en los lectores de los reportes de investigación, quiénes se harán parte del diálogo, causando futuras reverberaciones. En este contexto hacer ISCUAL consiste en, a partir de un dispositivo de escucha particular, poner a circular nuevos sentidos y significados, de modo que se incorporen al gran discurso disciplinario acerca de un determinado fenómeno. [92]
A partir de nuestro trabajo es posible plantear que la particularidad de la escucha en ISCUAL tiene que ver con generar dispositivos que permitan una aproximación reflexiva a la palabra del otro. Esto es, una aproximación que problematiza los contextos de producción de su discurso de una manera sistemática y no sólo los reproduce. Esta sistematicidad hace posible continuar el diálogo con otros miembros de la comunidad y sus distintos puntos de vista, en la medida que la explicitación del proceso tiene el efecto de ofrecer sus productos no como la palabra final, sino como significados y sentidos acerca de un fenómeno, que emergieron de un determinado contexto material y social, y que no pretenden por tanto agotar el fenómeno para todos los contextos posibles. [93]
Las propuestas metodológicas que aquí presentamos pueden entenderse como apuestas respecto a cómo pueden continuar los desarrollos en investigación cualitativa asumiendo el lugar paradojal en que esta práctica se sitúa. Desafío difícil pero fundamental, en cuanto hará posible la emergencia de visiones alternativas respecto del lugar de la investigación social en los contextos contemporáneos, ofreciendo pretensiones y alcances distintos para sus resultados y productos, sin renunciar a su compromiso con el desarrollo de las sociedades. [94]
Las autoras agradecen a los participantes que accedieron a entregarnos sus palabras en los relatos y entrevistas llevados a cabo en cada una de las investigaciones presentadas en este trabajo y también a los co-investigadores, ayudantes, transcriptores y tesistas miembros de los equipos de investigación. Muchas de las reflexiones presentadas aquí son fruto de sus valiosos aportes y el trabajo conjunto.
1) Asumimos la importancia de la distinción lingüística de género; sin embargo, para facilitar la lectura del texto, en adelante ésta será obviada. <regresar>
2) Para mayores detalles respecto a los análisis trabajados, consultar CORNEJO (2008) y CORNEJO et al. (2008). <regresar>
3) El término francófono narrataire, utilizado en el enfoque biográfico, es definido por DE VILLERS (1996) como el "oyente" y como "el experto en relatos de vida" por LEGRAND (1999). Usamos en español para nuestros trabajos el término narratario (CORNEJO et al. 2008). <regresar>
4) Es posible consultar los resultados del trabajo de esta Comisión en http://www.comisionvalech.gov.cl/InformeValech.html. <regresar>
5) Los análisis en este sentido llegaron a formular el concepto de "cadena de la escucha" (CORNEJO et al. 2008; CORNEJO, BRACKELAIRE & MENDOZA 2009) como una forma de dar cuenta de las particularidades del discurso acerca de la tortura, tanto a nivel de contenidos como de instancias de su expresión. <regresar>
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Marcela CORNEJO es Doctora en Ciencias Psicológicas por la Université catholique de Louvain de Bélgica. Actualmente es profesora e investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile en la Escuela de Psicología. Sus áreas de interés son la investigación social, los enfoques biográficos-narrativos, la memoria social, los traumas psicosociales producto de la violencia organizada y los procesos de elaboración psíquica individuales y colectivos.
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Marcela Cornejo
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Carolina BESOAÍN es psicóloga clínica y doctorante de la Pontificia Universidad Católica de Chile en la Escuela de Psicología. Sus intereses académicos son la investigación social y el estudio de los procesos de subjetivización en los escenarios sociales contemporáneos, en particular, el diálogo entre las políticas sociales y las construcciones de identidad de personas que viven en situación de pobreza urbana.
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Carolina Besoaín
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Francisca MENDOZA es psicóloga clínica de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sus áreas de interés son la investigación social cualitativa, los traumas psicosociales producto de la violencia organizada, el psicoanálisis y la psicoterapia en contextos de salud pública.
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Francisca Mendoza
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Cornejo, Marcela; Besoaín, Carolina & Mendoza, Francisca (2011). Desafíos en la generación de conocimiento en la investigación social cualitativa contemporánea [94 párrafos]. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 12(1), Art. 9, http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs110196.