Volumen 7, No. 4, Art. 6 – Septiembre 2006
La investigación evaluativa de los contextos sociopolítico y sociocultural. Los desafíos metodológicos de la urgencia de las acciones sociosanitarias en regiones alejadas
Hélène Laperrière
Resumen: Un proyecto de evaluación cualitativa, implantado en región alejada, ha estudiado el doble impacto de un contexto de factores imprevisibles (individuales, socioeconómicos, sociopolíticos) y de la valorización de los aprendizajes colectivos y de la participación de los actores locales en los resultados de la evaluación. La evaluación realizada ha privilegiado un enfoque de investigación-acción participativa (observación participante, entrevistas individuales y colectivas) con una mirada etnográfica, utilizando las concepciones latinoamericanas de educación popular y de búsqueda de significaciones culturales. El estudio muestra la realidad de los "impactos secundarios" imprevistos del proyecto (lazos de ayuda mutua, cambios en las trayectorias personales y colectivas) y de las significaciones colectivas (recuperación de la historia colectiva). La proximidad al medio local permite insertarse en el movimiento social del contexto sociopolítico de la investigación. Su acción puede, así, incorporar los factores imprevisibles a un enfoque cualitativo y participativo.
Palabras clave: investigación-acción participativa, evaluación cualitativa, promoción de la salud, prevención del SIDA, educación popular, América Latina
Índice
1. Introducción: Un proyecto de evaluación en el contexto de factores imprevisibles
1.1 La proyección del mundo de las ideas sobre una realidad externa
1.2 La investigación-acción participativa como conciencia de contextos sociales económicos y políticos
2. Métodos: Investigación-acción participativa y las concepciones latinoamericanas de educación popular
2.2 La optimización del acesso a la información
2.3 La diversidad de actores locales
2.4 Grupos de intercambio de apreciaciones
3. Resultados: La realidad de los impactos secundarios imprevistos del proyecto
4. Discusión: El contexto sociopolítico y sociocultural de la evaluación y los desafios de la participación
4.1 Contexto de peligro de la investigación
4.2 Los desafíos de la participación en el contexto sociopolítico y sociocultural
5. Conclusión: El caso de una comunidad evaluativa emergente: lo imprevisible y los controles verticales
1. Introducción: Un proyecto de evaluación en el contexto de factores imprevisibles
Un proyecto de evaluación cualitativa, implantado en una región alejada, ha estudiado el doble impacto de los factores imprevisibles y de la valorización de los aprendizajes colectivos y de la participación de los actores locales en la comprensión de un proyecto de prevención. Los factores imprevisibles en el contexto de la investigación-acción participativa eran de cuatro órdenes: individuales (competencias variables para afrontar situaciones sorpresivas); sociopolíticos (desigualdades de poder entre los países "desarrollados" y los "en vías de desa-rrollo"); socio-económicos (desigualdades de los recursos entre países y entre las capitales y las regiones alejadas); y, finalmente, ecológicos (condiciones geográficas que son propicias a fenómenos como inundaciones y epidemias). [1]
En la investigación cualitativa, esta tensión entre el conocimiento general previo y el que sólo el trabajo en el terreno puede generar es la base del interés en la "teoría a partir de la experiencia de terreno" (traducción aproximativa del concepto de "groundedness"). La investigadora ha subrayado la necesidad de un modelo teórico que no podía estar completamente predeterminado (STRAUSS & CORBIN 1998), pero que tampoco podía esperar generar una teoría sólo a partir de datos locales (KINCHELOE & MCLAREN 1994; DENZIN & LINCOLN 1999; SCHWANDT 1999; CHARMAZ 2003). La estrategia teórica que ha utilizado le ha permitido identificar varias dimensiones importantes de la prevención que habrían sido marginalizadas en una evaluación de programa limitada a los objetivos estipulados. En este sentido, los resultados de esta investigación pueden ser considerados como válidos para una utilización local (SCRIVEN 1991) en las acciones preventivas realizadas, y científicamente útiles como pistas de refinamiento de modelos más generales de evaluación empírica. La evaluación de este proyecto de prevención de las Infecciones Transmitidas Sexualmente (ITS), Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) por los pares es una ventana abierta para la evaluación de proyectos de prevención. La evaluación de programas es un proceso por el que la sociedad aprende a conocerse y en el que un evaluador es un educador (CRONBACH 1989). El reconocimiento de la autonomía de los actores locales directamente implicados en el proyecto así como los que quedan entre bambalinas, como las fuerzas políticas y de ejercicio de poderes ocultos, han tenido una influencia directa sobre la construcción de este marco teórico para la investigación cualitativa. [2]
1.1 La proyección del mundo de las ideas sobre una realidad externa
La ruptura posible entre las conceptualizaciones importadas y las acciones y los conceptos instrumentales en la acción directa (LAPERRIÈRE 2004) ilustra dos lógicas de evaluación diferentes (SCRIVEN 2004; MENDEL 1998; CAMPBELL 1984). Ellas fundan la distinción de Michael SCRIVEN (1991) entre las lógicas de la "evaluación centrada en los objetivos", orientada hacia la verificación de los resultados esperados por los administradores del programa, y una "evaluación sin objetivos". Esta, que evidentemente no implica la carencia de objetivos del programa evaluado, es un ejercicio complementario, que propone observar la situación de funcionamiento del programa y los cambios que aparecen como efectos o consecuencias de su actividad, sin cerrarse a observar sólo lo que corresponda al objetivo contractual tal como es decidido por los administradores del programa y aceptado por el evaluador. Gérard MENDEL (1998) nos invitaba a tomar conciencia de que el poder no era sólo el ejercido por unos sobre otros, sino que también era el que individuos y colectividades ejercen sobre sus propias acciones, y es éste poder el que el evaluador debe asegurarse de incluir en su evaluación de la reapropiación que los participantes pueden hacer de su propia acción. En sus términos, la acción como concepto ha absorbido al acto como fenómeno, hasta tal punto que ambos parecen haberse fusionado, haber llegado a ser intercambiables – pero siempre en favor del primer término. El acto así concebido es una distorsión por omisión de la acción. No incluye ni la resistencia a la intención que el sujeto intenta imprimir sobre el mundo, ni tampoco la interacción de éste con el mundo, que lo modifica como sujeto mientras él cree modificar al mundo (MENDEL 1998).
Figura 1: La acción pensada y la conciencia del acto [3]
Una evaluación sobre los objetivos se limita a la verificación de la relación entre 1 y 3, y su paso por 5 se centra solo en la información esperada para la verificación del resultado previsto. Una evaluación integral de impacto sigue la ruta 1 - 5 - 3, y acepta que el paso por el acto lleva a producir un resultado que no es necesariamente el previsto: el acto es, al fin y al cabo, el encuentro difícil de una idea preconcebida con una realidad previamente estructurada que la resiste. El peso del acto es crucial para anclar la evaluación en un contacto real con la realidad que pretende modificar. La previsión o el "pre-acto" no debieran limitarse a buscar el resultado esperado, distorsionándolo al observarlo sólo a través del filtro de los indicadores pre-establecidos. Cuando los conceptos aceptan integrarse al mundo de la acción, el camino de la acción incluye la totalidad de los actos realizados, así que el cómo son incorporados o resistidos. El resultado es, así, una novedad imprevisible, la historia de una interacción del mundo de las ideas del sujeto con el de su realización en una realidad que le es externa, que lo precede y que le opone la fuerza de lo ya existente. [4]
1.2 La investigación-acción participativa como conciencia de contextos sociales económicos y políticos
Los trabajos de Peter REASON (1994a, 1994b, 1995) y su compilación más reciente (REASON & BRADBURY 2001) muestran la convergencia creciente de los modelos de investigación que subrayan los aspectos mencionados. Peter REASON (1995) propone una reflexión en la acción en la que presenta ciclos en las actividades de análisis colectivo de la acción e incorpora la formación de grupos de reflexión que participan en la elaboración de la investigación empírica y que pueden influenciar su curso (REASON 1994b). Estas formas de investigación suponen la participación activa de las personas afectadas o implicadas en una acción en todas las fases del proceso, desde el desarrollo de la problemática y la recolección de la información al análisis, a la utilización y a la difusión de los resultados. El proceso de apropiación de conocimientos es parte integral de una acción de transformación social. Las personas implicadas o afectadas tienen, así, el derecho legítimo de ser partícipes en la toma de decisiones que los afectarán (REASON & HERON 1986). El autor distingue tres formas que considera complementarias: la investigación-acción participativa, la investigación cooperativa y la ciencia-acción. La primera está al servicio de la comunidad, la segunda al del grupo directamente afectado y la tercera al del trabajador en el terreno (REASON 1994b). [5]
Estos desarrollos tienen largas raíces en América Latina. Entre ellos, Paulo FREIRE (1974), Orlando FALS-BORDA (1992), Carlos R. BRANDÃO (1985, 2002), Eymard VASCONCELOS (1998, 2002) son figuras emblemáticas. Mohammad A. RAHMAN y Orlando Fals BORDA (1992) ilustran la vitalidad de estos enfoques en la voluntad de transformación social que animaba la América Latina. La investigación-acción estaba siempre íntimamente ligada con movimientos populares y en especial a la educación popular, como lo analiza Carlos R. BRANDÃO (2002) en su balance retrospectivo de la trayectoria de este movimiento durante cuatro décadas en el Brasil y en otros países con los que ha interactuado:
"Los movimientos sociales centrados en reivindicaciones de género, de etnias, de culturas, de lucha por los derechos humanos, de acción comunitaria, de acción ambientalista – todos ellos se reconocen como incorporados al espíritu de origen y al ideal de las prácticas actuales de educación popular" (BRANDÃO 2002, p.151). [6]
El método desarrollado por Paulo FREIRE para la acción comunitaria podría definirse en términos más actuales como el empowerment ("empoderamiento") que es producto de la toma de conciencia crítica de las condiciones concretas de vida, es una metodología para llegar por medio del dialogo a una comprensión profunda de las causas originales del problema (MINKLER 1997). Paulo FREIRE (1974) ve el empowerment no como una simple adaptación a la realidad, sino como el despertar de la capacidad de optar, de decidir y de romper con las ideas cristalizadas que llevan a acomodase a ella, para así decidir intervenir en el mundo. Este pedagogo brasileño (FREIRE 1974, 1980, 1982) basa su método en la convicción profunda de que las personas tienen la posibilidad de convertirse en seres activos, curiosos, transformadores y capaces de correr los riesgos necesarios para alcanzar estas transformaciones. La función política de la investigación-acción es intrínseca al tipo de acción que espera hacer emerger y a los actores en los que cifra su confianza (THIOLLENT 2003). Rodolfo STAVENHAGEN (1971) va aún más lejos en su denuncia de la relación histórica entre el colonialismo y el imperialismo como sistemas de dominación y de explotación que pueden perpetuarse incluso gracias a las ciencias sociales y a la antropología, que le lleva a invitar a una observación militante, consciente de este contexto político y económico. Por último, Orlando FALS-BORDA (1992) enumera las consideraciones metodológicas de una investigación-acción radical: a) la autenticidad y el compromiso; b) el antidogmatismo; c) la devolución sistemática de los frutos de la investigación a los participantes directos; d) la divulgación técnica; e) el ritmo reflexión-acción; f) las técnicas de diálogo. La perspectiva de la investigación autóctona en América Latina se ha alimentado de esta diversidad de arraigos filosóficos, diversificados pero complementarios, para elaborar un marco de referencia teórico-práctico "transdisciplinar" (SCRIVEN 2003) para orientar las opciones metodológicas del quehacer científico y la mirada analítica del investigador que han guiado esta investigación. [7]
2. Métodos: Investigación-acción participativa y las concepciones latinoamericanas de educación popular
La evaluación realizada ha privilegiado un enfoque de investigación-acción participativa basada en la observación participante, las entrevistas individuales y colectivas y una perspectiva etnográfica, utilizando las concepciones latinoamericanas de educación popular y la búsqueda de significaciones culturales. Durante un trabajo de cinco meses, la observación participante, las entrevistas individuales y colectivas de una variedad de actores locales (implicando intensamente 35 personas) por medio de útiles de autoevaluación (JALBERT, PINAULT, RENAUD & ZUNIGA 1997a, b) permitieron hacer emerger otras dimensiones del impacto global del proyecto en el medio sociopolítico en el que se desarrolló. El punto de partida fue la identificación de la variedad de actores a ser incorporados al proceso participativo de la evaluación: los usuarios, los agentes multiplicadores y los representantes de la estructura social de actividades en los puntos de prostitución, como la red sociosanitaria , los aparatos jurídicos y políticos, los administradores públicos, policías y militares, los aparatos culturales y políticos y el personal de investigación. [8]
Esta enumeración de actores que son parte integral de un proyecto de prevención muestra la futilidad y el peligro de una creencia ingenua en la autonomía social de una investigación que ignoraría los lazos entre las líneas de actividades sociales, económicas y políticas, sus controles y su legitimidad. La estrategia para abordar el terreno fue la de un plan operacional que estuvo siempre en interacción con el conocimiento progresivo de los grados de peligro para los participantes y el personal de investigación de los contextos sociocultural, sociopolítico y geográfico en el que estaba inserto el proyecto. [9]
2.2 La optimización del acesso a la información
Apuntando a la optimización de la información pertinente a la investigación evaluativa y a su utilización en los contextos de prácticas preventivas en los que ha sido realizada, la investigadora ha utilizado una variedad de técnicas de recolección de datos a partir de un plan operacional flexible, adaptado a las oportunidades y a la participación de los actores locales directamente implicados en el proyecto. [10]
2.3 La diversidad de actores locales
Las entrevistas individuales fueron realizadas como intercambios temáticos abiertos de una hora, con los diversos actores locales: el sector de MTS, VIH y SIDA del centro regional de referencia, la coordinación, los usuarios, los voluntarios y los administradores públicos municipales. Los temas abordados se referían a la percepción y la apreciación de las actividades sociales desarrolladas por el proyecto, los vínculos de ayuda colectiva, y los cambios que según ellos eran atribuibles a las actividades de prevención del programa. A pedido expreso de algunos participantes, la información sobre sus trayectorias personales en sus relaciones de incorporación al proyecto fue integrada como relatos de vida. [11]
2.4 Grupos de intercambio de apreciaciones
Para las entrevistas colectivas, tres grupos fueron organizados según la técnica de los "grupos de intercambio de apreciaciones" a partir de los "multiplicadores" (un total de 17) implicados en tres proyectos de prevención. Se organizaron seis reuniones con cada uno de los tres grupos. Cada encuentro implicaba una elaboración sobre las actividades ligadas al plan de animación, cubriendo los diversos temas presentados como preguntas abiertas, con una duración de una hora, para identificar sus posiciones, su apreciación de las actividades desarrolladas por el proyecto y los impactos globales ligados a éste. Las reuniones tenían lugar conjuntamente con las actividades de prevención por los pares, y estaban ligadas a la reunión semanal de los intervinientes. [12]
En cada uno de los encuentros se elaboraron temas generadores a partir de una perspectiva de educación popular brasileña para fomentar la reflexión entre los participantes. Gracias a un diálogo abierto, se hacía la investigación y el análisis de los temas generadores descubiertos por los participantes, para suscitar nuevas reflexiones y constituir un saber colectivo. Esta forma de trabajo favorecía la co-construcción del análisis de los datos recogidos en las actividades. A través de todo el proceso de investigación, los encuentros comenzaban con la deliberación y la reinterpretación de los datos recogidos en la reunión colectiva precedente. Seis entrevistas colectivas han permitido completar el proceso de la identificación de las apreciaciones compartidas. Una entrevista colectiva final ha generado un intercambio de las experiencias de los tres grupos así como una presentación general de los resultados locales a la conceptora del proyecto. Durante el proceso intensivo de investigación de cinco meses, la observación participante ha permitido comprender las acciones y las interacciones de los actores participantes, interrogándolos durante sus actividades en visitas a sus sitios de trabajo, desarrollando así una visión más amplia del dinamismo desencadenado por la investigación participativa en el terreno. [13]
3. Resultados: La realidad de los impactos secundarios imprevistos del proyecto
El proceso evaluativo en la perspectiva de la investigación-acción participativa subraya cuatro tipos de resultados: a) la generación de aprendizajes colectivos a partir de la experiencia de acciones sociales y preventivas; b) la difusión de los conocimientos adquiridos a un público externo; c) la recuperación de la historia de las trayectorias personales y colectivas ligadas a los proyectos de prevención y, por último, d) los cambios en la estrategia de la investigación respecto a la experiencia de la devolución sistemática de los datos a los participantes y la orientación de los informes de investigación para integrarlos en la urgencia de la acción. Este último resultado ha sido reflejado en la investigación. [14]
Las interrogaciones sobre "saber adónde vamos" y "saber organizarse" fueron formuladas explícitamente en varias ocasiones. Los diferentes actores locales, especialmente los multiplicadores, reconocieron que era difícil mantener los objetivos preestablecidos de los proyectos de prevención sin una revisión continua, que los adecuara a las condiciones cambiantes en las que actuaban, que incluían el nuevo fenómeno de la territorialidad de las pandillas callejeras, los cambios de la administración pública y las inestabilidades del período preelectoral. Incluso la libre expresión de opiniones era mucho más arriesgada. Los grupos de multiplicadores han podido discutir de los objetivos iniciales, situándolos en el contexto social actual, para así confrontarlos al contexto actual e identificar una nueva acción más realista en cuanto a las posibilidades de las acciones preventivas. Un texto construido colectivamente por los multiplicadores de los tres proyectos presenta los elementos que fueron considerados como esenciales en la experiencia de auto-evaluación y que debían ser divulgados a un público externo por medio del periódico de un organismo comunitario. Para varios de los multiplicadores, la dimensión de la recuperación de la historia personal y colectiva en la auto-evaluación fue percibida como una posibilidad de conocerse mejor como grupo, de hacer "resucitar" la memoria colectiva y de unirlos "en una misma misión".
"Un texto colectivo que tenga sentido para nosotros … Uno comienza con una idea, otro la desarrolla … en fin, el proceso termina con un texto colectivo que tiene sentido para nosotros. Esto justifica la importancia que tiene de volver a los temas ya discutidos en una reunión anterior. Esto es una forma de consenso sobre qué es lo importante para nuestro proyecto, para llevarnos a la acción. Es una forma de un saber construido entre todos, que es a nuestra imagen, con sus imperfecciones, pero ligado a nuestra realidad concreta, a nuestro trabajo, a nuestras prácticas cotidianas" (transcripción de un Intercambio con un grupo en LAPERRIERE 2004, p.107; traducido del francés ). [15]
Los contenidos de las entrevistas colectivas y de los relatos de vida fueron devueltos a los participantes, primero, como actas de las reuniones, y luego como informe de recapitulación, incluyendo una retrospectiva del proceso evaluativo y de sus resultados. Los participantes discutieron sobre las formas que tomaría la divulgación de los datos de la investigación y sobre su utilización como instrumentos de defensa para ayudar en la preservación de sus acciones preventivas locales. Algunos multiplicadores han recuperado el texto que resumía su relato de vida, que habían dado como testimonio personal, para desarrollarlo como útil educativo en sus relaciones con sus pares en los medios en los que ejercían su práctica. [16]
Los cambios personales fueron diversos. Conscientes de los riesgos de las ITS y del SIDA, muchos cambiaron en sus conductas sexuales. El trabajo realizado transformó su imagen social en el municipio: "Antes, era visto como un animal, un objeto de placer ... Estaba en el fondo del pozo. Después salí de la vida nocturna". La familia los acepta mejor, los amigos lo respetan porque ahora es más independiente, está más valorizado, "ahora tengo postura". Los acontecimientos del proyecto les abren los ojos frente al futuro ... "He cambiado mi modo de ser". "El pasado es una lección para reflexionar y no para reproducir". [17]
4. Discusión: El contexto sociopolítico y sociocultural de la evaluación y los desafios de la participación
La experiencia en el terreno ha permitido a la investigadora comprobar la realización progresiva del proyecto de prevención y las resistencias que le oponía la realidad social. La realidad estaba marcada por las limitaciones de la previsión, sujeta a una cadena de causalidades sucesivas sobre cuyo desarrollo elle tiene un control muy limitado (MENDEL 1998). La investigación se realizó en un momento en que los gestionarios vivían una situación crítica: los proyectos sobrevivirían sólo si había nuevas proposiciones financieras de autosustentación. Así, la evaluación se desarrolla bajo el signo de la precariedad amenazante, condición que la investigación no podía ignorar si quería realizarse con un mínimo de consideración de los imprevistos y de un realismo contextual. [18]
4.1 Contexto de peligro de la investigación
El desafío de la investigación era el de contribuir a la implantación de un programa de prevención en una situación que se situaba al límite de lo controlable, compleja y que representaba la presencia y la influencia de una gran variedad de actores reconocidos y de otros ocultos tras las bambalinas sociales de las apariencias de orden social. La prevención de las ITS y del SIDA estaba inserta en la multitud de registros de numerosos actores y por ello no podía circunscribir metas de modo arbitrario. Así, ella ha permanecido, así, abierta a todas las pistas de comprensión que se ofrecían durante una inmersión de cinco meses en la vida cotidiana de la comunidad, que se situaban en continuidad con un trabajo profesional de seis años de duración de la investigadora en la misma comunidad. [19]
La investigación estaba inmersa en un contexto sociopolítico de peligrosidad reconocida. Los actores sociosanitarios, policiales, gubernamentales y delictuales tejían una red de relaciones complejas que la investigación tradicional prefiere ignorar, pero que la vida colectiva refleja en su cotidianeidad: el no hablar de pandillas, del narcotráfico y de las tensiones en torno a la acción de la policía y de los administradores políticos no bastaba para aislar la investigación de su contexto. [20]
La presencia de lo imprevisible coloreaba los planes preconcebidos, cuyos autores y administradores preferían creer que lo planificado sería realizado sin modificaciones. De hecho, la acción se situaba en un espacio atormentado entre la urgencia de actuar y la necesidad de reflexionar sobre "¿Qué hacer?", para buscar una alternativa realista a la respuesta preconcebida del proyecto original. El plan de actividades y el calendario confrontaban la realidad inestable del sistema de salud en una municipalidad alejada, con un margen de estabilidad mínimo: el desarrollar una lógica oportunista era condición necesaria a una acción que guardaría la intencionalidad original, pero adaptándola a las posibilidades locales y del momento. [21]
La realidad de lo imprevisible iba más allá que los problemas de infraestructura. Ella también reflejaba la necesidad de buscar consensos entre todos los participantes potenciales del proyecto, para asegurarles que ella no sólo tendría un impacto positivo sobre la producción de conocimientos útiles, sino también sobre la calidad de los servicios habituales que la acción preventiva decía que quería mejorar. [22]
4.2 Los desafíos de la participación en el contexto sociopolítico y sociocultural
Las observaciones y las entrevistas colectivas subrayan la importancia de la lucidez de los actores locales respecto a las posibilidades de cambios o de transformaciones sociales. Ellos saben mejor que nadie lo que puede ser actualizado como realidad concreta, y lo que va más allá de los "posibles" de la acción en su propia cultura organizacional local. La prevención exige una evaluación dinámica y un arraigo en la cultura local que respete la dinámica de las prácticas preventivas, sobre todo en un medio en el que las variables no pueden ser predeterminadas. La investigadora ha debido tomar en cuenta los imprevistos y demostrar un realismo contextual en el proceso de investigación-acción participativa, confrontando cinco desafíos. [23]
4.2.1 La traducción de la intención de la investigadora en términos que permitieran proponerla a los participantes
La participación exige una apropiación local del proyecto. Es necesario que los participantes activos adquieran el sentimiento de apropiarse de los objetivos, los procedimientos y las modalidades de análisis: si la participación es radical, ella debe estar presente en todas las dimensiones y en todos los momentos del proyecto. Sin ella, la apropiación es incompleta (PARK 1989), y esta apropiación del acto es central a todo deseo de libertad (MENDEL 1998). Las explicaciones en un lenguaje abstracto y teórico de investigación-acción participativa son incomprensibles para los participantes, que captan sus prácticas a partir de una realidad que les es palpable en los problemas que emergen de la cotidianeidad y de la supervivencia. Tenemos que aceptar la premisa de que la ciencia del pueblo común es "el conocimiento práctico, vital, empírico que le ha permitido sobrevivir, interpretar, crear, producir y trabajar por siglos", que tiene su propia racionalidad y su propia estructura de causalidad (FALS-BORDA 1992). [24]
La investigadora ha debido sobreponerse al "foso cultural", muchas veces acentuado por los métodos técnicos propios a una clase social que actúa en detrimento de las otras. Es en este sentido que Eymard VASCONCELOS (2002, p.105) explica la confrontación entre la diversidad y heterogeneidad que caracterizan el conocimiento popular y el universalismo y la homogeneidad de las instituciones. Una metodología rígida puede acentuar este foso cultural, al impedir la valorización de las expresiones culturales y personales de los participantes, especialmente de los que provienen de sectores sociales considerados como inferiores, como es el caso de los usuarios y de los pares que han actuado como educadores. Las estrategias de acción de investigadores brasileños en educación popular (BRANDÃO 2002; FREIRE 1980; BOFF 2000, 2003; VASCONCELOS 1997, 1998, 2002) han sido medios valiosos para mejorar la comunicación de los participantes y la investigadora. [25]
4.2.2 La negociación intercultural
Si bien el enfoque participativo era el fundamento teórico, el proyecto empírico exige una "significación co-construida", en la que todos participan en lo que quieren construir juntos. Esta participación exige como prerrequisito una negociación intercultural. En ella, la forma de pensar concreta de los participantes era el fundamento del acuerdo. En las discusiones con los usuarios y los pares que actuaban como educadores, las analogías con su medio de vida, la naturaleza, las comparaciones con situaciones similares en sus vidas y las experiencias vividas individual y colectivamente servían de temas generadores, que la investigadora guiaba, asegurándose de mostrar con claridad su perspectiva y la del proyecto tal como estaba concebido y organizado, demostrando cómo su incorporación a la vivencia de los usuarios sólo tendría lugar con su pleno conocimiento y sólo en la forma que ellos aceptaran. [26]
4.2.3 El arraigo democrático de la investigación-acción participativa en una nueva racionalidad colectiva
La cooperación requiere una lógica de racionalidad participativa que no está circunscrita a lo local, y que exige una comunicación abierta a los contextos de las estructuras sociales del poder político, social y económico, que los participantes sólo conocieron al comenzar la discusión sobre las actividades, conociendo, al mismo tiempo, sus posibilidades de participar, de negociar y de deliberar, en intercambios que permitieron aprovechar esta oportunidad de ejercer una "democracia en pequeña escala" (HOUSE & HOWE 1999). No sólo pudieron deliberar sobre la auto-evaluación de su proyecto sino también del desarrollo, la producción y la difusión de sus resultados. Rebecca S. HAGEY (2000) lo formula como una experiencia compartida de "rechazo de la subordinación a una burocracia", burocracia que sólo se infiltraría en una comunidad para obligarla a seguir un camino determinado. La divulgación local de la información generada por la investigación es una preocupación central de los actores locales. Si para algunos participantes la difusión a nivel internacional no formaba parte de sus intereses, la mayoría insistía en analizar y organizar detalladamente la difusión a nivel local, que tendría consecuencias directas sobre su vida personal y colectiva. [27]
4.2.4 Las variaciones culturales en la comunicación
La comunicación de los cambios implicados en la acción colectiva prevista y su incorporación en las formas de vida personales y locales pueden ser percibidos desde puntos de vista diferentes, como son los de culturas nacionales o de clases sociales dirigentes extranjeras, y estas discrepancias pueden ser obstáculos más que exigencias de diálogo. Ellas exigen una comprensión de las orientaciones subyacentes y una capacidad de "ajustes tácticos" para confrontar obstáculos. [28]
La inserción en el medio de vida de los actores locales y el establecimiento de relaciones francas, que son una característica del estilo local de los participantes, permitió identificar en corto tiempo los elementos socioculturales que podían influenciar el proyecto. La comunicación oral de las informaciones e impresiones era rápida y fácil en una comunidad relativamente pequeña. El funcionamiento de redes comunitarias de los actores locales en el municipio involucra tanto las redes formales como las instituciones públicas de salud, las informales y las pandillas callejeras. La participación era entusiasta y también exigente, porque expresaba la confianza de los participantes en que la investigación mejoraría rápidamente sus condiciones de vida. Ello exigía un intercambio recíproco de servicios entre los actores locales y la investigadora. Los resultados reflejaban una historia del grupo y de sus relaciones interpersonales, sin impedir a los participantes ayudar a la investigadora a confrontar su propia historia como investigadora y como persona: las relaciones del grupo ayudan también a los investigadores a desarrollar una visión crítica de sus propias interpretaciones (TOURAINE, 1978). Por otra parte, las entrevistas individuales suscitaron la participación de personas que se fueron incorporando gradualmente a la dinámica de los grupos de entrevistas colectivas. Las comunicaciones con los diferentes actores políticos y sanitarios sugiere que éstos fueron también participando en los conocimientos generados en los encuentros individuales y colectivos. [29]
4.2.5 Las determinaciones sociopolíticas que encuadran la concepción del rigor científico de la evaluación
La validez de la investigación está influenciada por la dimensión de la autenticidad de los participantes en su incorporación al proceso de evaluación interna. Varios educadores-pares han expresado con franqueza su actitud frente a evaluadores externos en términos que recordaban las aldeas Potemkin: "hablábamos como si todo estuviera perfecto ... pero desde que la persona partía, teníamos claro que eso no marchaba" (transcripción de un intercambio con un grupo en LAPERRIERE 2004, p.129; traducido del francés). Los proyectos de prevención no pueden evitar el ser confrontados por las realidades estructurantes de las culturas organizacionales locales. La concreción de la investigación-acción participativa supone que el investigador capta y considera la "historicidad" (TOURAINE 1978) de de la organización social que es la de los participantes locales. La inserción local optimiza el análisis de las relaciones sociales e históricas entre los participantes, los grupos y las instituciones locales de investigación con las que han estado en contacto. No se pueden analizar las respuestas comunicadas en los grupos focales ignorando el contexto político y social en el cual se ha desarrollado la transmisión de informaciones en el grupo (MARKOVA 2003). [30]
El desarrollo de un marco de análisis debe incluir una visión crítica de las relaciones verticales impuestas por las estructuras de poder a los proyectos locales de prevención (LAPERRIÈRE 2004) y cómo éstas influencian las respuestas de los participantes en las entrevistas colectivas. La participación no evita completamente la manipulación de las informaciones. En un momento de la discusión, se subrayó que algunos informadores orientaban sus intervenciones en el sentido de favorecer la imagen que querían proyectar del "desarrollo" de sus proyectos: si habían 35 puestos de trabajos en 1998, una lógica de evaluación de la eficiencia supone para las agencias de desarrollo internacional (por ejemplo, Organización Mundial de la Salud, Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo) que el progreso equivaldría a un aumento de este número seis años después ... Los actores locales son muy conscientes de que estos aumentos numéricos son la justificación de la financiación de su trabajo. Es por ello evidente que los resultados de los encuentros no pueden ser comprendidos como afirmaciones solamente factuales. El problema es aún más complejo cuando hay conciencia de que lo que se diga en estos grupos llega a oídos de las autoridades y de los poderes locales incluso por miembros presentes, con consecuencias importantes para la seguridad personal de los participantes y de la investigadora. Decir revela saber, y no todo saber está garantizado como un derecho. [31]
5. Conclusión: El caso de una comunidad evaluativa emergente: lo imprevisible y los controles verticales
La experiencia brasileña ha sido analizada bajo el doble prisma de la irrupción de imprevistos sociales y de la verticalidad de las relaciones entre los actores. Los proyectos de prevención permiten insertarse en la realidad estructurante de las culturas organizacionales locales, que incluyen aspectos que el investigador no puede marginalizar, como la historicidad de estas organizaciones que define la visión de los participantes. El concepto de verticalidad busca subrayar que, fuera de los canales jerárquicos explícitos e implícitos, están los poderes reconocidos informalmente, que en la región del estudio incluyen los narcotraficantes, los propietarios de los bares en los que se establece la prostitución, las bandas callejeras y los políticos locales, con los que el proyecto de investigación no puede negociar como lo hace con los pares "visibles y reconocidos" del sistema oficial de salud (LAPERRIÈRE, BENZAKEN & ZÚNIGA 2004). Los actores locales son mucho más lúcidos respecto a las posibilidades y a los ajustes necesarios para realizar proyectos que han sido formulados en los niveles superiores del aparato sanitario, asegurándole las posibilidades realistas de participación en sus estructuras organizacionales y culturales locales. [32]
Esta experiencia fue rica en aprendizajes sobre la lógica de la evaluación utilizada y su potencial para ser contextualizada en un medio dado. Ello ha llevado a la investigadora a insistir sobre la multiplicidad de los actores implicados en la cotidianeidad del proyecto, actores situados en relaciones desiguales de control y de influencia, en una "verticalidad" relativa de poderes acentuada por el "contexto de lo imprevisto", muy lejano a la lógica dominante de un diseño de investigación que presuponía el control de la situación que era el objeto de la evaluación. [33]
El problema de la dialéctica entre lo local y lo universal queda sin solución mágica. La posibilidad y los límites de la transferencia de experiencias y de la generalización de conocimientos empíricos confrontan los problemas equivalentes del intento de imponer soluciones abstractas, elaboradas en otros tipos de sociedades y con otros intereses que los que caracterizan la situación concreta de investigación. El acercamiento permite captar el detalle, pero sólo el alejamiento permite situarlo en un contexto de significación global. Hay una confusión frecuente en los medios académicos entre proximidad y subjetividad, por una parte, y distancia y objetividad, por la otra. Suponer que el acercarse a la experiencia del otro no produce nada más que distorsión "subjetiva" y contaminación de los datos y que mantenerse a distancia es una garantía de "objetividad" y de pureza de los datos es una confusión semántica que tiene más del uso descuidado del lenguaje que de un análisis riguroso. Para conocer, como para actuar, hay que acercarse, tomar contacto. Que esta aproximación pueda ser fuente de fusión de intereses no es más cierto que el que la distancia pueda ser fuente de indiferencia y de incomprensión (ZÚÑIGA 2003). [34]
Tampoco hay soluciones mágicas para las intenciones de intervención que llevan a presuponer que el cambio propuesto es necesariamente mejor que la situación que confronta. La crítica de los "desarrollismos" ha sido analizada por autores como Pablo González CASANOVA (2002), Rebecca S. HAGEY (2002) y Paul FARMER (1998, 2003). Pedro DEMO (2000) denuncia la obsesión innovadora del conocimiento científico y del derecho que se arroga de imponer el cambio y por otra parte, las desigualdades entre los países ricos y los pobres así como entre las elites nacionales y los sectores populares, que se reflejan en la accesibilidad diferente a los conocimientos y a las posibilidades de producirlos y de difundirlos. Los agentes multiplicadores del proyecto tenían plena conciencia de estas desigualdades y de las consecuencias para su trabajo – así como para las posibilidades de permanencia en sus empleos y en condiciones de seguridad personal. [35]
En los grupos de apreciación compartida fue posible discutir objetivos, de ver cómo se situaban en el contexto, y qué vías les estaban abiertas para hacerlos realidad. Tal vez es en su práctica donde se reflejan los atisbos de respuestas a los dilemas que tan fácilmente pueden ser planteados como dicotomías insolubles y como conflictos sociales que no podrán resolverse según las estructuras de poder establecidas. Si los objetivos son utópicos, si las prácticas se limitan al oportunismo de lo posible, la situación no cambiará, y los problemas continuarán a destruir la comunidad local: esto estaba claro para ellos, y todos sus esfuerzos se dirigían a buscar soluciones que pudieran avanzar sin oponerlos. [36]
Un "saber arraigado" vehicula una visión en la que el conocimiento implica no sólo una capacidad de comprender, de descubrir y de interpretar la realidad, sino de transformarla en un parámetro de supervivencia (DEMO 2001). La experiencia de investigación ha permitido identificar pistas de reflexión para orientar las prácticas comunitarias de prevención sanitaria, especialmente la necesidad de incorporar una conciencia más aguda de "lo que está pasando" así como del contexto sociopolítico en el que se desarrollan. La proximidad al medio local permite insertarse en el movimiento social del contexto sociopolítico de la investigación. Su acción puede, así, incorporar el contexto de factores imprevisibles a un enfoque cualitativo y participativo. Por último, creo firmemente que la autonomía profesional de los que trabajan en contacto directo y cotidiano con las poblaciones afectadas sólo se desarrolla plenamente en su toma de conciencia de sus opciones personales, de los valores que la animan, de sus compromisos con las comunidades que sirven y de las razones que guían su actuar en sociedad. [37]
Agradezco al profesor Ricardo ZUNIGA su valiosa cooperación a la realización de esta investigación. La agudeza de su análisis sociopolítico y su experiencia como chileno exiliado han hecho de él una fuente inestimable de intercambios sobre el contexto latinoamericano de esta investigación.
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Hélène LAPERRIÈRE, Magíster en Ciencias Enfermeras, estudio actualmente en el Doctorado en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal. Revisando las diferentes etapas de mi práctica profesional, veo mi compromiso con los grupos comunitarios, como las asociaciones de mujeres, las trabajadoras del sexo, los agentes de pastoral sanitaria, los marinos. También veo mi interés por la recuperación del saber popular y las conceptualizaciones de las iniciativas alternativas en el "cuidar" y en el "saber cuidar" (BOFF 1999). Estuve implicada durante seis años en el movimiento brasileño de "liberación", que orientó mi inserción en barrios periféricos y mi trabajo que me permitió concretizar mi investigación-acción participativa para la realización de una evaluación de acciones sanitarias preventivas como una ética del compromiso y de conciencia sociopolítica. Considero mis realizaciones como una trayectoria personal indisoluble de servicio a la colectividad y de práctica profesional comunitaria como enfermera de enseñanza preventiva y de investigación. Mis compromisos actuales giran en torno de una práctica comunitaria de enfermera, en una colaboración activa en proyectos de evaluación de grupos comunitarios y en un proyecto de doctorado centrado en una tesis sobre el análisis crítico de la difusión científica internacional y la verticalidad que domina las relaciones sociales de oposición.
Contacto:
Hélène Laperriére
Chaire Approches communautaires et inégalité en santé (CACIS)
University of Montreal
Box 6128
Montreal, Québec, H3C 3J7
Canada
E-mail: helene.laperriere@umontreal.ca
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