Volumen 15, No. 2, Art. 9 – Mayo 2014

Avances, continuidades y rupturas en dos ediciones de "Methods of Critical Discourse Analysis" de R. Wodak y M. Meyer

Edith Lupprich

Ensayo:

Ruth Wodak & Michael Meyer (Eds.) (2009). Methods of Critical Discourse Analysis, 2ª edición. Los Angeles: Sage, 204 pp.; ISBN 978-1-84787-455-9; £25.99 (pb) / Ruth Wodak & Michael Meyer (Eds.) (2003). Métodos del análisis crítico del discurso. Barcelona: Gedisa; 286 pp.; ISBN 84-7432-970-1; £17,88 (pb)

Ruth Wodak & Michael Meyer (Eds.) (2001). Methods of Critical Discourse Analysis. London: Sage, 200 pp.; ISBN 0-7619-6153-4; £ 60.47 (pb)

Resumen: Entre los/as teóricos/as del análisis crítico del discurso, en Latinoamérica Teun VAN DIJK parece ser el representante más leído. Tal vez el libro "Métodos del Análisis Crítico del Discurso" editado por Ruth WODAK y Michael MEYER sea una excepción. Publicado en inglés por primera vez en 2001, cuenta con una segunda edición de 2009 que aún no fue traducida al español. En este artículo se pretende comparar ambas ediciones, marcar continuidades y rupturas entre ellas y señalar las innovaciones más destacadas que se observan en la edición más reciente. Se trabaja con los capítulos centrados en los presupuestos teóricos y metodológicos del análisis crítico del discurso (ACD) y en el "enfoque histórico el discurso" desarrollado por WODAK y colaboradores/as. Se ve que las preocupaciones de los/as estudiosos/as del ACD siguen siendo las mismas, por ejemplo el poder o el trabajo interdisciplinario. Por otra parte, es notable que la agenda de investigación se amplió, dado que en la actualidad se trata de una disciplina bien establecida con difusión a nivel mundial. En cuanto a las dimensiones teóricas y metodológicas, en la segunda edición es visible la necesidad de aclarar y refinar denominaciones, conceptos y categorías de análisis, entre ellas, las conocidas "estrategias discursivas".

Palabras clave: análisis crítico del discurso; discurso; metodología; interdisciplinariedad; enfoque histórico del discurso

Índice

1. Introducción

2. Cuestiones terminológicas (¿solamente?)

3. La ampliación del "contexto" del análisis crítico del discurso

4. Cuestiones teóricas

4.1 Discurso (y texto)

4.2 Crítica

4.3 Ideología

4.4 Poder

4.5 Contexto

4.6 Principios del enfoque histórico del discurso

5. Cuestiones metodológicas

5.1 La despersonalización de las estrategias discursivas

5.2 Ejemplos de análisis

6. Perspectivas y desafíos

7. Conclusiones

Agradecimientos

Notas

Referencias

Autora

Cita

 

1. Introducción

Revisando la segunda edición de "Methods of Critical Discourse Analysis", compilada por Ruth WODAK y Michael MEYER, llaman la atención algunos cambios quizás minúsculos, pero no por eso menos significativos. Probablemente, en parte pueden ser explicados a partir de las diversas críticas que recibió el enfoque, y también por el paso del tiempo – en definitiva, entre la primera edición en inglés (2001) y la segunda (2009) pasaron ocho años de trabajo, de avances, de debates. [1]

Como destacan MARTÍN ROJO, PARDO y WHITTAKER (1998, p.22), Teun VAN DIJK tuvo (y sigue teniendo) un impacto extraordinario en los estudios críticos del discurso en Latinoamérica. En cambio, el trabajo de otros/as investigadores/as, no menos conocidos/as en el mundo angloparlante, cuenta con menos difusión, quizás también debido a la falta de traducciones. "Métodos del Análisis Crítico del Discurso", publicado por la editorial Gedisa en 2003, parece ser una excepción, ya que se trata de un volumen muy citado. Por este motivo, decidí centrarme en el trabajo desarrollado por Ruth WODAK y colaboradores/as, a fin de aportar a la difusión de la segunda edición del libro en la zona de habla española. [2]

El propósito, a lo largo de este artículo, será comparar ambas ediciones con la finalidad de conocer los avances, modificaciones y también rupturas que posiblemente surgieron entre ellas. Me ocuparé especialmente de los capítulos referidos a las bases teóricas y metodológicas y al enfoque histórico del discurso que se encuentran en el libro mencionado:

Como antecedente vale mencionar la reseña de ADRIÁN, quien sintetiza algunas reformulaciones en los diferentes capítulos del libro, señalando en cuanto al capítulo cuatro (a cargo de WODAK y REISIGL) que "[r]especto a la edición de 2001, no hay diferencias sustanciales en cuanto al riguroso modelo de análisis propuesto" (ADRIÁN 2010, p.193). MINELLI DE OLIVEIRA (2011), por su parte, destaca como mayores innovaciones de la segunda edición la incorporación de la lingüística del corpus; el reemplazo del capítulo de SCOLLON por uno de VAN LEEUWEN; la madurez de la agenda; y un panorama más claro de las diferencias entre las diversas corrientes del análisis crítico del discurso (2011, p.263). [4]

De hecho, se trata de una excelente presentación de los diferentes enfoques del ACD cuyo valor y utilidad – tanto en su primera como en su segunda edición – de ninguna manera quisiera poner en duda. No debe sorprender, entonces, que en este trabajo la curiosidad esté dirigida hacia las diferencias más que hacia las continuidades: se entiende que la mayoría de los postulados perduraron entre ambas ediciones. Queda claro también que, a pesar del fin primordialmente descriptivo de este artículo, el trabajo no estará libre de algunas apreciaciones personales. [5]

Comencemos pues el recorrido, pasando por las cuestiones terminológicas, algunas consideraciones acerca del contexto de producción, las continuidades y cambios teóricos y metodológicos y, finalmente, las perspectivas y desafíos para la disciplina. [6]

2. Cuestiones terminológicas (¿solamente?)

En primer lugar conviene delimitar qué se entiende por "análisis crítico del discurso". Así, en la edición de 2001 se lee que

"[l]os términos lingüística crítica (LC) y análisis crítico del discurso (ACD) se utilizan con frecuencia de manera intercambiable. De hecho, en los últimos tiempos, parece que se prefiere el término ACD, usandose [sic] para denotar la teoría que antes se identificaba con la denominación LC" (2001, p.1 / 2003, pp.17-18, subrayado en el original). [7]

Al mismo tiempo se aclara que

"[l]os términos LC y ACD fueron acuñados de forma independiente el uno del otro, y puede que algunos de quienes trabajan, bien en la LC, bien en el ACD, tengan discrepancias respecto de algunos puntos clave. (...) En todo caso, en esta contribución, ambos términos y sus derivados, como las expresiones 'lingüistas críticos' o 'analistas críticos del discurso', se utilizarán de forma intercambiable" (2001, pp.12-13 / 2003, p.33, n.2). [8]

En la segunda edición, al contrario, se opta por hablar exclusivamente del ACD, pues, "[d]e hecho, recientemente, el término ACD parece haber sido preferido y se está usando para denotar la teoría anteriormente identificada como CL [lingüística crítica]" (2009, p.1).3) Otra denominación, propuesta por VAN DIJK, es "Critical Discourse Studies" (CDS), o sea, "Estudios Críticos del Discurso". Como consecuencia de esta diferenciación, la "historia" del ACD se hace menos extensa, pues ya no arranca en los años 1970 – como en la primera edición – sino en los años 90. [9]

Resulta significativo también el uso de las siglas. Comparemos estas formulaciones (que son sólo dos de una serie de ejemplos que podría citarse):

"Siegfried Jäger distingue en primer lugar un ciclo de análisis estructural más orientado al contenido ..." (2001, p.25 / 2003, p.51).

"El DA [análisis de dispositivos] distingue entre una fase de (1) análisis estructural más orientado al contenido ..."4) (2009, p.28).

"El enfoque histórico del discurso, vinculado al ACD, sigue la orientación sociofilosófica de la teoría crítica" (2001, p.64 / 2003, p.103).

"El DHA [enfoque histórico del discurso] sigue la orientación sociofilosófica de la teoría crítica"5) (2009, p.88). [10]

Es notable que, en la nueva edición, tanto el análisis crítico del discurso como las diversas corrientes dentro de él se designen con abreviaturas. Podría pensarse que este uso no es completamente inocente; de hecho, la sustitución en el primer ejemplo hace recordar la crítica de BILLIG (2008a) respecto de las sustantivaciones. Surge, así, la siguiente pregunta: ¿por qué la autora y el autor reemplazan a un agente identificable (Siegfried JÄGER) por el nombre de la corriente abreviado ("DA")? Pero BILLIG da otra clave, que también podría explicar el uso de la sigla "DHA" en el segundo ejemplo citado arriba:

"Para ser 'exitosos/as' tenemos que promocionar nuestros propios productos intelectuales. Vivimos en un mundo de enfoques que compiten entre sí, a los que aplicamos claros sellos de marca; y a los/as académicos/as nos gusta anunciarles a otros/as académicos/as por qué nuestra marca es superior a la de nuestros/as rivales. En ese contexto, incluso 'ACD' puede funcionar como un sello de marca"6) (2008b, p.839). [11]

Otra cuestión que – al igual que la anterior – en realidad va más allá de la mera terminología es la duda acerca de qué es el ACD. Tanto la edición de 2001 como la de 2009, al parecer, dejan espacio para diversas interpretaciones. Entre otros, en la primera se habla de "paradigma" (2001, p.4 / 2003, p.21) y de "enfoque" (2001, p.14 / 2003, p.35); en ambas aparece la definición de VAN DIJK acerca de "una perspectiva común sobre el quehacer propio de la lingüística, la semiótica o el análisis del discurso" (2001, p.2 / 2003, p.18 / 2009, p.5); en la segunda edición aparece entre otros como "perspectiva y programa" (2009, p.6), "programa de investigación" (2009, pp.4, 5), "escuela" o "conjunto de principios" (2009, p.5). Asimismo, la autora y el autor hacen notar que "el ACD (CDS [estudios críticos del discurso]) se ha convertido en una disciplina establecida, institucionalizada a lo largo del globo en muchos departamentos y planes de estudios"7) (2009, p.4, subrayado agregado), lo cual da lugar al próximo punto. [12]

3. La ampliación del "contexto" del análisis crítico del discurso

Una mirada al índice de la segunda edición indica que los/as autores/as más reconocidos/as del ACD (Ruth WODAK, Norman FAIRCLOUGH, Teun VAN DIJK, Siegfried JÄGER) siguen en pie; WODAK es acompañada por Martin REISIGL (cap. 4) – quien en la primera edición aparece mencionado en una nota –, Siegfried JÄGER por Florentine MAIER (cap. 2). Además, se agregaron capítulos de Gerlinde MAUTNER (cap. 5) y Theo VAN LEEUWEN (cap. 6). Ron SCOLLON, por su parte, en la edición de 2001 se menciona como recientemente llegado al ACD; en la de 2009 se indica que "algunos/as de los/as estudiosos/as anteriormente afiliados/as al ACD han elegido otros marcos teóricos y se han distanciado del ACD (tales como Gunther Kress y Ron Scollon)"8) (2009, p.3). [13]

Resulta interesante ver cómo se posiciona el ACD en un contexto global. La cita mencionada arriba da una buena pauta para eso: se trata de una disciplina bien establecida en el mundo. Esto elimina algunas de las tensiones anteriores y al mismo tiempo puede crear otras. Así, el inglés, planteado como problemático para algunos/as autores/as de habla alemana en la primera edición (2001, p.4 / 2003, p.22), en 2009 ya no parece ser un obstáculo. [14]

A la vez, si se examina la justificación de la elección del corpus para el análisis ejemplar en el capítulo cuarto, se lee que "[e]legimos este texto porque es más bien breve, fácilmente accesible en internet, ha sido publicado en varias lenguas (garantizando así un alcance comunicativo extraordinario), y porque se relaciona tanto con Europa como con los Estados Unidos"9) (2009, p.98). La ventaja de esta elección frente al estudio de caso de la petición del partido austríaco Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ) en la edición de 2001 es evidente, ya que se trata de una preocupación a nivel mundial, de modo que su contexto podrá ser reconstruido fácilmente por la mayoría de los/as lectores/as. Pero más allá de esto, tampoco se puede pasar por alto la referencia a Europa y los Estados Unidos, tal vez un lapsus que, no obstante, da una pista acerca del público al cual se llega (o quiere llegar). En ese sentido, la superación de una perspectiva eurocéntrica (que mencionan WODAK & MEYER mismos/as, 2009, pp.11, 14, 16) es un desafío importante, a pesar de o precisamente por la difusión a nivel mundial de la que goza el ACD. [15]

El movimiento hacia un contexto más amplio sobre todo se nota en la exposición del enfoque histórico del discurso, donde el contexto ya no termina en los límites nacionales, sino se ha expandido a toda Europa (2009, p.95; cfr. REISIGL 2007, §12-15). Tal vez como consecuencia de ello, la historia de este enfoque ocupa considerablemente menos espacio; los estudios anteriores – más bien centrados en determinadas comunidades nacionales, por ejemplo el caso austríaco y la causa WALDHEIM – se mencionan, pero no se detallan. [16]

Por otra parte, esta ampliación del contexto parece haber acarreado mayores recursos. Cuando se explican los ocho pasos para realizar un análisis de acuerdo con el enfoque histórico, se señala que "[l]a lista ideal se realiza mejor en un gran proyecto interdisciplinario con suficientes recursos de tiempo, personal y dinero"10) (2009, p.96), aunque se aclara que también los estudios menos extensos tienen su razón de ser. [17]

Hasta aquí se ha visto cierto cambio de escala y algunas modificaciones a nivel personal. Ahora interesa saber: ¿qué innovaciones se encontrarán en la teoría y la metodología propuestas? ¿Acaso se hará visible la "expansión" del ACD? [18]

4. Cuestiones teóricas

Un punto en el cual se insiste en la edición más reciente es la diversidad de las teorías dentro del "programa" del ACD (p.ej. "el ACD nunca ha sido y nunca ha tratado de ser o de proporcionar una teoría única o específica", 2009, p.5), de manera que se hace necesario explicitar a quién/es se dirigen eventuales críticas (ibid.). [19]

De allí también que WODAK y MEYER insistan en la apertura del ACD: "Frente a teorías 'totales y cerradas', tales como la gramática generativa transformacional de Chomsky o la lingüística sistémico-funcional de Michael Halliday, el ACD nunca ha tenido la imagen de una 'secta' y no quiere tener esa imagen"11) (2009, p.5). [20]

Esta afirmación no necesariamente implica el distanciamiento de esas teorías gramaticales, sino más bien del comportamiento de sus practicantes. No obstante, en la segunda edición ya no se considera que "una comprensión de las afirmaciones básicas de la gramática de Halliday y de su enfoque de análisis lingüístico resulta esencial para una adecuada comprensión del ACD" (2001, p.8 / 2003, p.27), puesto que muchos estudios recurren a esa teoría. [21]

Dicho esto conviene revisar los conceptos teóricos más destacados del análisis crítico del discurso, a saber: "discurso", "crítica", "ideología", "poder", "contexto", y finalmente los principios del enfoque histórico del discurso. [22]

4.1 Discurso (y texto)

Debido a ciertos malentendidos por la multiplicidad de definiciones del concepto de "discurso", los/as autores/as de los capítulos aclaran en qué sentido lo usan (2009, p.3); dentro del capítulo teórico de WODAK y MEYER, se introduce un subtítulo específico. En la exposición que le sigue, la caracterización de la lengua como práctica social sigue en pie; a ella se agrega la conocida cita de FAIRCLOUGH y WODAK (2000) acerca de la relación dialéctica entre discurso y sociedad. Al mismo tiempo se anticipa la definición sostenida por el enfoque histórico del discurso, que "ve el 'discurso' como formas estructuradas de conocimiento, mientras 'texto' se refiere a enunciados orales o documentos escritos concretos"12) (2009, p.6). [23]

En el capítulo cuatro, entonces, se retoma el concepto de discurso, definiéndolo como "un conjunto de prácticas semióticas dependientes del contexto que están ubicadas dentro de ámbitos específicos de la acción social", "socialmente constituido y socialmente constitutivo", "relacionado con un macrotema" y "vinculado con la argumentación sobre afirmaciones de validez tales como la verdad y la validez normativa, involucrando a varios actores sociales que tienen diferentes puntos de vista"13) (2009, p.89). Como elementos constitutivos del discurso se mencionan "(a) la relación con los macrotemas, (b) la pluralidad de perspectivas y (c) la argumentación"14) (ibid.). Esta descripción en gran parte coincide con la de 2001, aunque allí la referencia a la argumentación es menos prominente; tampoco se señala que "como constructo analítico, un 'discurso' siempre depende de la perspectiva del/de la analista de discursos"15) (2009, p.89). [24]

Mientras las explicaciones sobre el "texto" y el "género" no sufrieron modificaciones, es notable que los "ámbitos de acción" en 2009 cobran menos importancia, aunque la figura 4.1 (2001, p.68 / 2003, p.107 / 2009, p.91), que da cuenta de los "ámbitos de la acción política", persiste e incluso fue ampliada. Por otra parte, en la nueva versión se explican un poco más la intertextualidad, la interdiscursividad y la recontextualización (2009, p.90). [25]

4.2 Crítica

Desde un principio, la autora y el autor aclaran que en la noción de crítica no necesariamente se trata de algo "negativo" (2009, p.2), tal vez en referencia al "Análisis Positivo del Discurso" (Positive Discourse Analysis) (p.ej. MACGILCHRIST 2007). En un apartado de la nueva edición, dedicado especialmente a profundizar en el "ímpetu crítico", la "crítica" entre otros se define, siguiendo a KRINGS et al. (1973), como "la conexión práctica de un 'compromiso social y político' con una 'construcción de la sociedad sociológicamente informada'"16) (2009, p.7). [26]

Podría pensarse – aunque no se lo menciona – que en esta sección resuena la crítica de BILLIG (2003), pues se hace hincapié en la autorreflexión acerca de la posición de los/as investigadores/as mismos/as en la sociedad y la influencia del contexto sobre su trabajo:

"En cualquier caso, los/as investigadores/as del ACD tienen que estar conscientes de que su propio trabajo es impulsado por motivos sociales, económicos y políticos como cualquier otro trabajo académico y que no están en una posición privilegiada. Llamarse 'crítico/a' sólo implica unos estándares éticos específicos"17) (2009, p.7). [27]

Esta idea se continúa en el capítulo cuatro (que incluye partes que en la versión de 2001 se encontraban en el primer capítulo), cuando REISIGL y WODAK aclaran que la instancia de la crítica se basa en "principios éticos tales como las normas democráticas, los derechos humanos y los criterios de la argumentación racional"18) (2009, p.119). En ambas ediciones, sin embargo, queda claro que ser crítico/a implica dejar clara la propia postura y las motivaciones para determinadas decisiones teóricas y analíticas (2001, p.64 / 2003, p.103 / 2009, p.88). [28]

4.3 Ideología

También el concepto de "ideología" recibe algunas especificaciones. WODAK y MEYER afirman que no lo entienden ni en un sentido positivista ni desde la dicotomía base/superestructura marxista y citan una aproximación desde las ciencias políticas. A la vez, destacan que el ACD se interesa más bien por la ideología "escondida y latente" (2009, p.8) debajo de la superficie de los discursos cotidianos donde las ideologías dominantes aparecen como neutras – de modo que no se puede pasar por alto la "hegemonía" de GRAMSCI (ibid.). Completan esta caracterización una cita de VAN DIJK y otra de FAIRCLOUGH. Las referencias a THOMPSON y EAGLETON de la primera edición en parte pasaron al capítulo cuatro; al mismo tiempo ya no se exponen las diferencias entre las teorías científicas y las teorías críticas (2001, p.13 / 2003, p.34, n.7). [29]

En el capítulo dedicado al enfoque histórico del discurso se propone una definición de "ideología" que se reproduce a continuación:

"La ideología, para el DHA [enfoque histórico del discurso], es vista como una perspectiva o visión del mundo (muchas veces) parcial, compuesta de representaciones mentales, convicciones, opiniones, actitudes y valoraciones relacionadas, que es compartida por los miembros de un grupo social específico. Las ideologías sirven como un medio importante para establecer y mantener relaciones de poder desiguales a través del discurso: por ejemplo, estableciendo narrativas identitarias hegemónicas o controlando el acceso a discursos específicos o esferas públicas ('control de acceso'). Adicionalmente, las ideologías también funcionan como un medio para transformar las relaciones de poder más o menos radicalmente"19) (2009, p.88.) [30]

4.4 Poder

Según la autora y el autor, BILLIG (2008b) está en lo cierto cuando dice que la distinción entre el uso y el abuso del poder no siempre está clara (2009, p.9; cfr. VAN DIJK 2008). Entre los diversos conceptos de "poder", el de WEBER se menciona como el mínimo denominador común (2009, p.9). Asimismo, WODAK y MEYER aluden a tres concepciones del poder diferentes (citando a los/as autores/as correspondientes): 1. como producto de los recursos de actores individuales, 2. como propiedad de las interacciones sociales, o 3. como un elemento constitutivo de la sociedad (ibid.). Este último enfoque, defendido entre otros por FOUCAULT, parece ser el más apropiado porque el ACD suele centrarse en una estructura social amplia más que en las interacciones individuales; por ese mismo motivo, apenas se analizan diálogos u otros textos interaccionales (2009, p.10). [31]

La idea de que "el lenguaje clasifica el poder, expresa poder, está involucrado allí donde existe un desafío al poder o una contienda para conseguirlo" (2001, p.11 / 2003, p.31 / 2009, p.10) sigue en pie; no así la idea (que contiene ciertos resabios de la gramática de HALLIDAY) de que "[s]on muy pocas las formas lingüísticas que no se hayan visto, en uno u otro momento, obligadas a ponerse al servicio de la expresión de poder mediante un proceso de metáfora sintáctica o textual" (2001, p.11 / 2003, p.31). "En suma" – se agrega en la versión más reciente – "el ACD puede ser definido como fundamentalmente interesado en analizar relaciones estructurales de dominación, discriminación, poder y control, tanto opacas como transparentes, tal como se manifiestan en el lenguaje"20) (2009, p.10). [32]

4.5 Contexto

Los cuatro niveles del contexto (interno al texto; las relaciones intertextuales e interdiscursivas; el contexto de la situación; y el contexto sociopolítico e histórico más amplio (2001, p.67 / 2003, pp.108-109) también se mencionan en la segunda edición (2009, p.93), pero se omite la referencia a las "teorías de rango medio" y las "'grandes' teorías". Tampoco se encuentra la figura 4.3 (2001, p.69 / 2003, p.108) que da cuenta de la relación entre los niveles teóricos y el análisis lingüístico. En cambio, se añade que la orientación hacia las cuatro instancias se da de manera recursiva (2009, p.93). [33]

4.6 Principios del enfoque histórico del discurso

Comparemos, pues, los principios del enfoque histórico del discurso (2001, pp.69-70 / 2003, pp.109-110 / 2009, p.95). Dado que se unieron los primeros dos puntos, en la segunda edición pasaron de once a ser diez. El primer principio, el de la interdisciplinariedad, ahora se especifica un poco más, ya que no se ubica "en la teoría, en el propio trabajo, en los equipos e investigación y en la práctica", sino en "la teoría, los métodos, la metodología, la práctica de investigación y la aplicación práctica"21). [34]

En el segundo punto, que sostiene que "[e]l enfoque se orienta hacia los problemas", se omite la aclaración que "no se centra en elementos específicamente lingüísticos". También el punto ocho se refiere al establecimiento de categorías y herramientas, y frente a la formulación anterior establece con más claridad que se elaboran para cada análisis, que no quedan fijadas de una vez por siempre. Más llamativa, no obstante, es la diferencia en el cuarto principio:

"Como condición previa para cualquier análisis y teorización ulterior, el estudio incluye siempre el trabajo de campo y la etnografía con el fin de explorar el objeto sometido a investigación (mediante un estudio desde el interior)" (2001, p.69 / 2003, p.109, subrayado agregado).

"Las investigaciones incorporan el trabajo de campo y la etnografía (el estudio desde 'adentro') donde sea necesario para un análisis meticuloso y la teorización sobre el objeto sometido a investigación"22) (2009, p.95, subrayado agregado). [35]

El trabajo de campo, entonces, ya no tiene la misma importancia que en la primera edición, y sobre todo no es una condición sine qua non para el estudio de un determinado fenómeno (cfr. cap. 1, 2001, p.24 / 2003, p.49 vs. 2009, p.27). [36]

El décimo principio, finalmente, sostiene que

"El objetivo es la práctica. Los resultados deberían quedar a disposición de los expertos de los diferentes campos, y, como segundo paso, aplicarse con el fin de cambiar ciertas prácticas discursivas y sociales" (2001, p.70 / 2003, p.110, subrayado agregado).

"La aplicación de los resultados es un objetivo importante. Los resultados deberían ponerse a disposición y ser aplicados por expertos/as y ser comunicados al público"23) (2009, p.95, subrayado agregado). [37]

Considero que este posicionamiento suena menos radical que en la primera edición y se podría conjeturar – aunque resultará difícil comprobarlo – que esta relativización está vinculada al cambio de escala y las nuevas preocupaciones temáticas. Revisemos, ahora, si esto también queda reflejado en las demás cuestiones metodológicas. [38]

5. Cuestiones metodológicas

En la segunda parte del primer capítulo (o sea, el capítulo dos de la primera edición) se establece la diferencia con otras líneas del análisis. Como es sabido, el ACD explicita sus puntos de vista políticos, por eso "la naturaleza de los problemas de que se ocupa el ACD es por principio diferente de la de todos los métodos que no determinan su interés por adelantado" (2001, p.15 / 2003, p.36, subrayado agregado). La formulación en 2009 es similar, pero habla de "todos aquellos enfoques que no expresan explícitamente el interés de sus investigaciones"24) (2009, p.19, subrayado agregado). Aunque no hay referencias a ellos en el texto se puede suponer que los debates entre SCHEGLOFF y otros/as investigadores/as (BILLIG 1999; SCHEGLOFF 1997, etc.) dejaron sus huellas: se implica que no sólo el ACD parte de determinados presupuestos acerca del mundo social, sino que también lo hacen todas las otras perspectivas (por ejemplo, el análisis de la conversación), pero no lo enuncian francamente. [39]

Durante la exposición de las diferencias frente a los demás enfoques, el texto de 2009 enumera una serie de distinciones internas, referidas a las diversas líneas del ACD y que abarcan los siguientes puntos (2009, pp.19-21):

En este último punto se hace notable la diferencia con la primera edición, donde se sostiene que "[o]tra de las características distintivas del ACD es la específica incorporación de categorías lingüísticas a sus análisis" (2001, p.16 / 2003, p.37). [41]

Como último elemento definitorio se puede agregar el compromiso social, que en la segunda edición es relativizado: "En general, el ACD plantea distintas cuestiones de investigación. Los estudiosos del ACD desempeñan un papel de apoyo activo para aquellos grupos que padecen alguna discriminación social" (2001, p.15 / 2003, p.36), versus "[e]n general, el ACD formula diferentes preguntas de investigación y algunos/as estudiosos/as del ACD desempeñan un papel defensor de grupos socialmente discriminados"26) (2009, p.19, subrayado agregado). [42]

A mi modo de ver, el énfasis puesto en la diferenciación interna – más allá de que seguramente se corresponde con los hechos – podría servir para dos fines: por un lado, para evitar los ataques al análisis crítico del discurso como una sola gran unidad. De hecho, en varias oportunidades se remarca que las críticas no deben ser generalizadas, sino dirigidas a los/as investigadores/as particulares. Por el otro, una lectura alternativa sería que se busca el desarrollo de un perfil propio para cada enfoque dentro del ACD, lo cual sería consistente con las acotaciones de BILLIG citadas arriba. [43]

Continuando con las cuestiones metodológicas, se puede observar que en algunos aspectos la autora y el autor se muestran autorreflexivos. En cuanto a la recolección de datos, por ejemplo, ya no son solamente VAN DIJK y FAIRCLOUGH quienes no detallan los criterios (2001, p.24), sino "[l]a mayoría de los enfoques del ACD no recomienda explícitamente procedimientos de muestreo"27) (2009, p.27). Asimismo, aunque en la primera edición se dedica un apartado a ellos, se hace notar que apenas se discuten los criterios de calidad del ACD (2009, p.31). No aparece en la segunda edición, en cambio, la referencia a la poca discusión acerca de la representatividad estadística de los datos (2001, p.25 / 2003, p.50), mientras sí se señala la tendencia a trabajar con datos existentes (2009, p.32). De cualquier manera, en ambas ediciones se remarca que el tratamiento de los datos no siempre está claro. [44]

En la parte dedicada a la metodología también se encuentran referencias a algunas críticas. En 2001 se remite a las de SCHEGLOFF y WIDDOWSON, que se insertan dentro de una pregunta más general: "¿es posible efectuar cualquier tipo de investigación sin estar ligado a ningún juicio de valor a priori? Y, ¿es posible obtener conocimiento a partir de los datos puramente empíricos sin utilizar ninguna categoría o experiencia preconcebida?" (2001, p.17 / 2003, pp.39-40) En la nueva versión ya no se explicita esa cuestión; en cambio, se incorporan alusiones a las críticas más recientes, por ejemplo cuando se menciona que el artículo de VAN DIJK contiene la "pieza faltante" que CHILTON (2007 [2005]) reclamaba (2009, p.25). También se alude a las acusaciones de llevar a cabo un análisis "demasiado lingüístico" o "no suficientemente lingüístico" (2009, p.32). [45]

Otro punto que no se señala en la primera edición es el peso del contexto:

"Eso [los intereses y postulados del ACD] supone un análisis sistemático cuidadoso, la autorreflexión en cada instancia de la investigación y la distancia de los datos que están siendo investigados. La descripción y la interpretación deberían mantenerse separadas, posibilitando así la transparencia y la comprensión [retroduction] del análisis respectivo. Por supuesto, no todas estas recomendaciones se siguen de manera uniforme, y no siempre se las puede implementar en detalle debido a presiones de tiempo y limitaciones estructurales similares.28) (2009, p.32) [46]

Dicho esto, pasemos a revisar el capítulo cuatro, acerca del enfoque histórico del discurso. Primero se verán las innovaciones con respecto a las famosas estrategias discursivas, para luego señalar algunos detalles del análisis que proponen REISIGL y WODAK. [47]

5.1 La despersonalización de las estrategias discursivas

Tanto en la edición de 2001 como en la de 2009, el enfoque histórico del discurso (capítulo cuatro, a cargo de REISIGL & WODAK) se describe como tridimensional, orientado hacia los contenidos/tópicos, las estrategias discursivas y los significados lingüísticos y sus realizaciones (2001, p.72 / 2003, p.113 / 2009, p.93). Sin embargo, la versión más reciente ya no insiste en los "estereotipos discriminatorios" o "el análisis de los discursos sobre cuestiones raciales, nacionales y étnicas" (2001, p.72 / 2003, p.113), sino se mantiene abierta con respecto a los temas a abordar. Así se observa un movimiento de la preocupación por los grupos sociales discriminados hacia cuestiones conflictivas en general. Esto se traduce también en las estrategias discursivas, particularmente en las primeras tres. Ya no se pregunta:

"1. Desde el punto de vista lingüístico, ¿de qué modo se nombra a las personas y de qué modo se hace referencia a ellas?

2. ¿Qué rasgos, características, cualidades y particularidades se les atribuyen?

3. ¿Por medio de qué argumentos y de qué esquemas argumentativos tratan algunas personas concretas o algunos específicos grupos sociales de justificar y legitimar la exclusión, la discriminación, la supresión y la explotación de otros?" (2001, pp.72-73 / 2003, pp.113-114, subrayado agregado). [48]

Las nuevas preguntas, en cambio, son:

"1. Desde el punto de vista lingüístico, ¿de qué modo se nombra a las personas, los objetos, los fenómenos/eventos, los procesos y las acciones y de qué modo se hace referencia a ellas?

2. ¿Qué características, cualidades y particularidades se atribuyen a los actores sociales, objetos, fenómenos/eventos y procesos?

3. ¿Qué argumentos se emplean en el discurso en cuestión?”29) (2009, p.93, subrayado agregado). [49]

En consecuencia, tampoco son tan relevantes la auto-presentación positiva y la presentación negativa de los otros, típicas de los discursos sobre identidades y diferencias (2001, p.73). [50]

En cuanto a la argumentación es notable que ya no se detallan minuciosamente todos los topoi (como en 2001, pp.73-77 / 2003, pp.115-120); por otra parte, en la segunda edición se agrega el análisis de las falacias y se habla de la "justificación y cuestionamiento de afirmaciones de verdad y de corrección normativa"30) (2009, p.94) en vez de la "justificación de las atribuciones positivas o negativas" (2001, p.73 / 2003, p.114). [51]

Otra innovación muy importante se observa en el conocidísimo cuadro de las estrategias discursivas (2001, p.73 / 2003, p.114 / 2009, p.94): se ampliaron los instrumentos lingüísticos que integran cada estrategia, tal como se puede apreciar en la siguiente tabla:31)

Estrategia

Objetivos

Instrumentos

modo de nombrar

construcción discursiva de actores sociales, objetos,fenómenos, eventos y procesos/acciones

dispositivos de categorización de pertenencia [membership categorization devices], deícticos, antropónimos, etc.

tropos como metáforas, metonimias y sinécdoques (pars pro toto, totum pro parte)

verbos y sustantivos usados para denotar procesos y acciones, etc.

predicación

calificación discursiva de actores sociales, objetos, fenómenos, eventos/procesos y acciones (más o menos positiva o negativamente)

atributos estereotípicos, valorativos de rasgos negativos o positivos (p.ej. bajo la forma de adjetivos, aposiciones, sintagmas preposicionales [prepositional clauses], oraciones relativas [relative clauses], oraciones subordinadas [conjunctional clauses], oraciones infinitivas [infinitive clauses] y construcciones de participio [participial clauses or groups])

predicados explícitos o sustantivos, adjetivos, pronombres predicativos

colocaciones

comparaciones explícitas, símiles, metáforas y otras figuras retóricas (incluyendo metonimias, hipérboles, lítotes, eufemismos)

alusiones, evocaciones, presuposiciones/implicaturas, etc.

argumentación

justificación o cuestionamiento de afirmaciones de verdad y de corrección normativa

topoi (formales o más relacionados con el contenido)

falacias

puesta en perspectiva, enmarcado o representación del discurso

posicionamiento del punto de vista del/de la hablante o del escritor/de la escritora y expresión de participación o distancia

deícticos

habla directa, indirecta o indirecta libre

comillas, marcadores de discurso/partículas

metáforas

animación de la prosodia, etc.

intensificación, atenuación

modificación (intensificación o atenuación) de la fuerza ilocutiva y por consiguiente del estatus epistémico o deóntico de los enunciados

diminutivos o aumentativos

partículas (modales), apéndices interrogativos [tag questions], subjuntivo, vacilaciones, expresiones vagas, etc.

hipérboles, lítotes

actos de habla indirectos (p.ej. pregunta en vez de afirmación)

verbos del decir, del sentir, del pensar, etc.

Tabla 1: Cuadro de estrategias discursivas, extraído de REISIGL y WODAK (2009, p.94, traducción propia. Agradezco a Sage Publications por conceder el permiso de reproducir la tabla sin costo.) [52]

5.2 Ejemplos de análisis

Ya se han mencionado los textos que se analizan a modo de ejemplo. Comparando estos análisis se ve que en la versión de 2009, desde el comienzo se proponen ocho pasos a seguir que se refieren a las diversas instancias del trabajo dentro de su contexto, es decir, incluyendo la formulación de críticas y la aplicación de los resultados (2009, p.96). En la versión anterior, en cambio, al final del capítulo se resumen siete pasos para realizar el análisis propiamente dicho. [53]

Al principio del análisis transcripto en la primera edición se reproduce el texto (la propuesta "Austria primero", del partido de derecha FPÖ), luego se rastrean las estrategias discursivas, prestando particular atención a los topoi. En esa oportunidad, la autora realiza un análisis exhaustivo de la primera oración, para luego aplicar las categorías oración por oración, según aparecen en el texto. De este modo se hacen visibles la simultaneidad de la teoría, las categorías, la intertextualidad y la interdiscursividad. Intercaladas en el análisis se encuentran referencias a otros textos relacionados que sirven como evidencias para las interpretaciones. [54]

En la edición de 2009, en cambio, se aplican los ocho pasos analíticos, haciendo hincapié en el quinto ("análisis piloto cualitativo"). Para ello REISIGL y WODAK transcriben el texto a analizar (las respuestas de Václav KLAUS a unas preguntas formuladas por la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense acerca del calentamiento global). Al lado del mismo señalan la macro y mesoestructura (toma de turnos y tópicos del discurso) como también las características de la argumentación (afirmaciones, topoi y falacias). Posteriormente revisan las estrategias de nominación y predicación que funcionan como fundamentos para la argumentación. Por último retoman las afirmaciones subyacentes y las falacias en las que se basan. Como explicitan el autor y la autora (2009, p.98), efectivamente el énfasis está puesto en la argumentación. [55]

Finalmente, en las nuevas conclusiones del capítulo se remarcan las fortalezas del enfoque histórico del discurso: la orientación interdisciplinaria, el principio de triangulación, el análisis histórico y la aplicación práctica (2009, pp.119-120). Uno de los mayores desafíos teóricos para REISIGL y WODAK es evitar la combinación entre fuentes o recursos científicos incompatibles (2009, p.120). [56]

6. Perspectivas y desafíos

Como último punto resta dar un panorama de la "agenda de investigación" del ACD, como la titulan WODAK y MEYER en el primer capítulo. En el año 2001, ese apartado era más bien breve y se limitaba a algunos desafíos teóricos que se intentaban contestar a lo largo del libro: 1. el problema de la mediación entre lo lingüístico y lo social, 2. qué teoría gramatical aplicar, 3. la noción de contexto, 4. la justificación y validez de ciertas lecturas (frente a las acusaciones de hacer análisis sesgados), 5. la inter y transdisciplinariedad (2001, p.12 / 2003, pp.32-33). [57]

En la nueva edición se presentan seis áreas seleccionadas que actualmente interesan a los/as estudiosos/as del ACD:

Basándose en estos puntos, WODAK y MEYER (2009, pp.11-19) desarrollan cuatro áreas temáticas, resumiendo los aportes de otros/as autores/as. La primera, la economía basada en conocimiento, se ocupa sobre todo de la globalización y del nuevo capitalismo. En la segunda, el papel de los estudios cognitivos, se retoma la crítica de CHILTON (2007 [2005]), quien cuestiona la necesidad del ACD cuando las personas cuentan con un "instinto crítico". Acerca de la idea de la mediación, la autora y el autor citan a VAN DIJK y su enfoque triangular (discurso-sociedad-cognición). Asimismo, señalan las posibles contradicciones en la combinación entre el ACD, la lingüística del corpus y las ciencias cognitivas. En tercer lugar se hace referencia a la multimodalidad y los nuevos géneros, destacando la importancia de los estudios que van más allá de lo lingüístico y tienen en cuenta las imágenes y otros aspectos semióticos. Como cuarta preocupación se señala el discurso político. [59]

Un punto que no se explica con mayor detalle es el sesgo en la selección de los ejemplos – solamente se deja claro, en otra parte del capítulo, que no todos/as los/as investigadores/as trabajan con unos pocos datos que apuntan a confirmar los postulados teóricos. [60]

Se ve que, en la edición más reciente, las preocupaciones parecen más bien temáticas que teóricas y metodológicas. No obstante, a lo largo del análisis se ha podido observar que en gran parte las preguntas abiertas de la primera versión se retoman, o bien porque siguen siendo una preocupación, o bien porque ya se ha intentado ofrecer una mejor respuesta. [61]

7. Conclusiones

El objetivo de este trabajo fue contrastar la caracterización del análisis crítico del discurso y del enfoque histórico del discurso en particular que se hace en la primera y la segunda edición de "Methods of Critical Discourse Analysis", editado por Ruth WODAK y Michael MEYER, y distinguir las diferencias entre ambas ediciones. [62]

Como innovaciones en la segunda edición se ha visto la disociación entre la lingüística crítica y el análisis crítico del discurso, y, al mismo tiempo, el uso frecuente de abreviaturas para referirse al ACD y las diferentes corrientes dentro de él. También se ha podido observar la incorporación de nuevos/as investigadores/as y nuevos métodos de análisis. [63]

Mientras tanto, el rango de acción se ha ampliado del nivel nacional o europeo al mundial. Como consecuencia se pueden detectar algunas tensiones entre esa "internacionalización" (por decirlo de algún modo) y cierto eurocentrismo, que parecen no estar completamente resueltas. Por otra parte, a partir de los elementos expuestos se ha sospechado que la observación de BILLIG (2003) acerca del ingreso del ACD en la "economía política de la academia" no es completamente desacertada. [64]

En la segunda edición se hace notable el refinamiento y la profundización de los conceptos fundamentales, como lo son el discurso, la crítica, el poder y en parte los principios del enfoque histórico del discurso, lo cual evidencia que las preocupaciones centrales del ACD siguen siendo las mismas. [65]

Si en la edición de 2001 en un determinado apartado se trazaban las líneas que separaban el ACD de otros enfoques, en la segunda edición se ponen de relieve la diversidad y la diferenciación interna alrededor de algunos ejes metodológicos, de manera que – como insisten WODAK, MEYER y REISIGL – se hace necesario personalizar las críticas hacia el ACD. De estas críticas, los/as autores/as comentan las más actuales, que en parte aceptan, mientras en otros momentos simplemente las mencionan sin ánimo de crear polémica. [66]

En cuanto a la dimensión metodológica se destaca la ampliación de las estrategias discursivas, no sólo por la exposición más detallada de los instrumentos lingüísticos que sostienen cada estrategia, sino también por un enfoque hacia diversos tipos de situaciones problemáticas o controversiales, y ya no solamente hacia los grupos sociales discriminados. Al mismo tiempo, en el análisis argumentativo se destaca la incorporación de las falacias. [67]

Desde luego, la mencionada expansión hacia nuevas áreas disciplinares y geográficas trae consigo nuevos desafíos, ya sea en las problemáticas a analizar, ya sea en la integración adecuada de nuevas perspectivas teóricas y metodológicas. [68]

Considero que la diferencia fundamental entre la primera y la segunda edición de Methods of Critical Discourse Analysis es que el punto de partida, el lugar desde donde se habla, es diferente. Resulta difícil predecir cuáles serán los desarrollos del ACD en los próximos años; sí se puede suponer que tal vez no sean los mismos en el "centro" que en la "periferia" del sistema mundial. En todo caso, aportar desde esa periferia también será tarea nuestra. [69]

Agradecimientos

Una versión anterior y reducida de este texto fue presentada en el VI Coloquio de Investigadores en Estudios del Discurso (Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, junio de 2013). Agradezco a los/as participantes de ese encuentro por sus aportes y críticas constructivas. Asimismo quisiera expresar mi gratitud hacia Elisa COHEN DE CHERVONAGURA, Beatriz TABOADA y Alexis LUCENA, quienes comentaron versiones anteriores de este ensayo.

Notas

1) Si bien el trabajo de comparación fue realizado sobre los textos en inglés, para las citas aprovecho la traducción existente de la primera edición (WODAK & MEYER 2003, traducida por Tomás FERNÁNDEZ AÚZ & Beatriz EGUIBAR). Mientras tanto, las traducciones de la segunda edición son mías. Para evitar confusiones, aparte de la bien conocida sigla "ACD" opté por no traducir las diversas abreviaturas sino aclarar su significado entre corchetes. <regresar>

2) En la segunda edición se unificaron los anteriores capítulos uno y dos, y surgió como resultado el capítulo "Critical discourse analysis: history, agenda, theory and methodology". El capítulo cuarto, "The discourse-historical approach (DHA)", sigue en pie. Más allá de eso, dentro de las partes del libro se observan algunos cambios en los subtítulos, pequeñas modificaciones en el orden de diversos párrafos, etc. <regresar>

3) Orig.: "In fact, recently, the term CDA seems to have been preferred and is being used to denote the theory formerly identified as CL." <regresar>

4) Orig.: "DA distinguishes between a more content-oriented phase of (1) structure analysis …" <regresar>

5) Orig.: "The DHA adheres to the socio-philosophical orientation of critical theory." <regresar>

6) Orig.: "To be 'successful', we need to promote own intellectual products. We inhabit a world of competing approaches, to which we apply clear brand labels; and we academics like to advertise to other academics why our brand is superior to those of our rivals. Even 'CDA' in this context can function as a brand label." <regresar>

7) Orig.: "... CDA (CDS) has become an established discipline, institutionalized across the globe in many departments and curricula." <regresar>

8) Orig.: "... some of the scholars previously aligned with CDA have chosen other theoretical frameworks and have distanced themselves from CDA (such as Gunther Kress and Ron Scollon)". No se mencionan, lamentablemente, las causas de ese distanciamiento. <regresar>

9) Orig.: "We chose this text because it is rather brief, easily accessible on the internet, has been published in several languages (thus guaranteeing a remarkable communicative scope), and because it relates both to Europe and the United States." <regresar>

10) Orig.: "The ideal-typical list is best realized in a big interdisciplinary project with enough resources of time, personnel and money." <regresar>

11) Orig.: "In contrast to 'total and closed' theories, such as Chomsky's Generative Transformational Grammar or Michael Halliday's Systemic Functional Linguistics, CDA has never had the image of a 'sect' and does not want to have such an image." <regresar>

12) Orig.: "... views 'discourse' as structured forms of knowledge, whereas 'text' refers to concrete oral utterances or written documents". <regresar>

13) Orig.: "a cluster of context-dependent semiotic practices that are situated within specific fields of social action", "socially constituted and socially constitutive", "related to a macro-topic", "linked to the argumentation about validity claims such as truth and normative validity involving several social actors who have different points of view." <regresar>

14) Orig.: "(a) macro-topic-relatedness, (b) pluri-perspectivity and (c) argumentativity". <regresar>

15) Orig.: "As an analytical construct, a 'discourse' always depends on the discourse analyst's perspective." <regresar>

16) Orig.: "... the practical linking of 'social and political engagement' with a 'sociologically informed construction of society'". <regresar>

17) Orig.: "In any case, CDA researchers have to be aware that their own work is driven by social, economic and political motives like any other academic work and that they are not in any privileged position. Naming oneself 'critical' only implies specific ethical standards…". <regresar>

18) Orig.: "... ethical principles such as democratic norms, human rights and criteria of rational argumentation." <regresar>

19) Orig.: "Ideology, for the DHA, is seen as an (often) one-sided perspective or world view composed of related mental representations, convictions, opinions, attitudes and evaluations, which is shared by members of a specific social group. Ideologies serve as an important means of establishing and maintaining unequal power relations through discourse: for example, by establishing hegemonic identity narratives, or by controlling the access to specific discourses or public spheres ('gate-keeping'). In addition, ideologies also function as a means of transforming power relations more or less radically." <regresar>

20) Orig.: "In sum: CDA can be defined as being fundamentally interested in analysing opaque as well as transparent structural relationships of dominance, discrimination, power and control as manifested in language." <regresar>

21) Orig.: "... theory, methods, methodology, research practice and practical application." <regresar>

22) Orig.: "The research incorporates fieldwork and ethnography (study from 'inside'), where required for a thorough analysis and theorizing of the object under investigation." <regresar>

23) Orig.: "The application of results is an important target. Results should be made available to and applied by experts and be communicated to the public." <regresar>

24) Orig.: "... all those approaches which do not explicitly express their research interest." <regresar>

25) Orig.: "... most researchers integrate linguistic categories into their analyses – but to a different extent and with a different focus and intensity." <regresar>

26) Orig.: "In general, CDA asks different research questions, and some CDA scholars play an advocatory role for socially discriminated groups." <regresar>

27) Orig.: "Most of the approaches to CDA do not explicitly recommend sampling procedures." <regresar>

28) Orig.: "This [CDA's interests and aims] entails careful systematic analysis, self-reflection at every point of one's research and distance from the data which are being investigated. Description and interpretation should be kept apart, thus enabling transparency and retroduction of the respective analysis. Of course, not all of these recommendations are consistently followed, and they cannot always be implemented in detail because of time pressures and similar structural constraints." <regresar>

29) Orig.: "1. How are persons, objects, phenomena/events, processes and actions named and referred to linguistically? 2. What characteristics, qualities and features are attributed to social actors, objects, phenomena/events and processes? 3. What arguments are employed in the discourse in question?" <regresar>

30) Orig.: "justification and questioning of claims of truth and normative rightness". <regresar>

31) Por cuestiones de espacio se presenta solamente la traducción. <regresar>

Referencias

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Autora

Edith LUPPRICH es licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Es becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y participa en el proyecto de investigación 26/H410 del CIUNT (2008/2014): "La comunidad lingüística y sus instituciones. Discursos, actores y sujetos en la Argentina contemporánea". Sus intereses son el análisis crítico del discurso y la sociolingüística. Actualmente se encuentra investigando la construcción de las identidades nacionales en situaciones de contacto entre Argentina, Alemania y Austria.

Contacto:

Edith Lupprich

Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Comunicación
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán
Av. Benjamín Aráoz 800, (4000) San Miguel de Tucumán, República Argentina

E-mail: e.lupprich@hotmail.com

Cita

Lupprich, Edith (2014). Ensayo: Avances, continuidades y rupturas en dos ediciones de
"Methods of Critical Discourse Analysis" de R. Wodak y M. Meyer [69 párrafos]. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 15(2), Art. 9,
http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs140292.

Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research (FQS)

ISSN 1438-5627

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