Volumen 8, No. 3, Art. 1 – Septiembre 2007
Riereta.net: Apuntes epistemo-políticos desde una etnografía tecnoactivista
Blanca Callén, Marcel Balasch, Paz Guarderas, Pamela Gutierrez, Alejandra León, Marisela Montenegro, Karla Montenegro & Joan Pujol
Resumen: En este artículo exponemos una experiencia de investigación etnográfica en Riereta, taller tecnoactivista de Barcelona dedicado al desarrollo e implementación de software libre y tecnologías de la información (TICs) al servicio de proyectos y colectivos activistas de la ciudad. A través de nuestra experiencia responderemos a una serie de cuestiones metodológicas pero también epistemo-políticas: ¿qué herramientas metodológicas implementar que permitan experienciar la dimensión semiótico-material del fenómeno?, ¿cómo introducir la tecnología en nuestra acción investigativa?, ¿qué metodología desarrollar que sea coherente con los deseos y "modos de vida" de las participantes? o ¿cómo dar cuenta de las múltiples voces disonantes que componen toda comprensión etnográfica y práctica creativa?. Interrogantes que se podrían resumir en cómo hacer de la investigación social y esta práctica etnográfica una forma de acción tecnopolítica. Para ello organizamos el artículo en torno a tres ejes: 1) cuál fue la relación entre sujetos y objetos de investigación, y que transitó desde una aproximación a la co-investigación hasta una perspectiva epistémica articulatoria; 2) la metodología empleada, próxima a una perspectiva etnográfica performativa y virtual que se apoya en herramientas tecnológicas como el Tiki-Wiki; y 3) los productos del proceso de investigación: comprensiones colectivas y situadas acerca del tecnoactivismo.
Palabras clave: tecnoactivismo, etnografía performativa, etnografía virtual, conocimientos situados, articulación
Índice
1. Introducción
2. De la relación con el objeto/sujeto de investigación. De la co-investigación a la articulación
2.1 De "objetos" rebeldes y "sujetos" tozudos
2.2 Hacia una metodología articulatoria
3. De la relación con el método. Aproximación a la etnografía performativa
3.1 "Performance" o etnografía de acción
3.2 Técnicas metodológicas
4. De la relación con los productos. Comprensiones situadas
5. Conclusiones
Conocer qué formas de hacer y comprender la acción política se generan desde experiencias de tecnoactivismo era la pregunta que articulaba nuestra investigación, pues considerábamos que las relaciones que se establecían con la tecnología, y en concreto con las TICs, desde algunas experiencias e iniciativas políticas que estaban apareciendo podían traer propuestas renovadas (promesas) sobre cómo se constituye actualmente lo político. De hecho cada vez constatamos con más fuerza cómo a pesar de "brechas digitales" y de que no todas las personas "están conectadas", el mundo "se conecta" y sus efectos recaen sobre todas nosotras. Y es que podemos entender que las TICs son herramientas biopolíticas, de gestión y producción de vida, desplegadas sobre regímenes específicos de orden y producción ("la tecnología es sociedad hecha para que dure", LATOUR 1998a) de modo que si, como científicos sociales, tratamos de generar una mirada analítica que preste especial atención a lo objetual, y en concreto a los dispositivos tecnológicos, es posible crear nuevos planos de inteligibilidad para comprender la acción social, el poder y sus formas emergentes. [1]
Estas motivaciones nos impulsaron a contactar con experiencias de ciberactivismo en Barcelona. Momento en el que surgieron "voces" de personas allegadas que por una razón u otra hablaban de Riereta. Casi como por pequeños accidentes y superposiciones, parecía que todo fueran indicios que apuntaban hacia ella. Y crecía la sensación de que no se podía no estar ahí. "Un sitio difícil de explicar ... donde tienen ordenadores, hacen radio y de algún modo también software ..." decía una persona. "¿Como activismo tecnológico?", preguntábamos. "Tienes que conocerles", comentaba alguien. [2]
Mientras tanto, proliferaban las lecturas sobre el tema, conversaciones más o menos informales con gente de otras experiencias de ciberactivismo como los hacklabs, la participación y colaboraciones en eventos como los Jocs Fractals o los Hackmeetings, horas de navegación por Internet buscando información sobre experiencias y prácticas ciberactivistas, re-envío de mails para protestar y denunciar situaciones como la guerra de Irak ... acciones todas que de alguna manera nos conectaban con el fenómeno, iban dando forma a la relación que establecíamos con/en él y ayudaban a elaborar un primer diseño provisional de lo que sería el futuro plan de trabajo. De tal manera que se ponía en evidencia la idea de que el proceso investigativo y etnográfico comienza mucho antes de llegar, en nuestro caso, a Riereta. Pues no significa desplazarse al campo como si de una localización delimitada o un grupo de gente definido se tratara (menos aún cuando éste se mueve entre lo online y lo offline), sino que comienza con un diálogo desde lo cotidiano con el fenómeno en cuestión desde otros lugares distintos al marcado como "objeto", haciendo del "campo" de trabajo todo un campo-tema (SPINK 2003) de límites y orígenes difusos, anteriores a lo que veníamos pensando1). [3]
Desde una lógica un tanto ingenua y totalmente unilateral nos conectamos en numerosas ocasiones a la web de Riereta para averiguar si podía ser una experiencia-interlocutora posible. Como si se pudiera reducir a una web. Nos encontramos con una página oscura, desordenada ... y en inglés. No entendíamos bien qué se hacía en Riereta. Ni qué era. Pero quizá esta misma indefinición, el no dejarse "atrapar" desde un primer momento en definiciones ni categorías, fue lo que mantuvo en abierto la oportunidad de seguir profundizando y rastreando la iniciativa más allá de su "galería virtual". [4]
A la vez, inseparablemente, la dimensión política y ética de la investigación nos interpelaba: Deseábamos abrir con nuestro trabajo de investigación un espacio de encuentro, debate y discusión en el que se pudiera elaborar discursiva y materialmente, resignificar de algún modo, un campo social – el de los entornos virtuales y las TICs – como politizable para contribuir así a la proliferación de comprensiones y experiencias colectivas de apertura de escenarios políticamente prometedores. Sin embargo, considerábamos que no es posible generar ningún tipo de comprensión sobre un fenómeno únicamente desde el aislamiento de una única posición particular y parcial2) (como la nuestra, por ejemplo, de auténtica inexperiencia del campo del tecnoactivismo) y que la mismidad, la unidad, se agota en sí misma. "Uno es demasiado poco, y dos es sólo una posibilidad" (HARAWAY 1995, p.222). Así entendíamos que únicamente a partir del juego de las diferencias, conectando con otras posiciones distintas, se podía generar un encuentro productivo y más objetivo, en tanto que se incorporaban al proceso de investigación (relacional, abierto y susceptible al cambio) otras experiencias diversas y más cercanas que la nuestra al campo-tema. De tal modo que el proceso de investigación estaría atravesado entonces por una tensión productiva entre semejanzas-diferencias a partir del hecho de compartir parcialmente una pregunta de investigación, una forma de trabajar. Se trataba entonces de facilitar un proceso investigativo donde tejer relaciones desde cierta afinidad, a partir de una articulación precaria y parcial de singularidades distintas. "Hay que amar la diferencia", diría DELEUZE. Seguir el "espíritu viajero" de LUGONES (1990, p.113, en CASADO 1999, p.42) para poder pasar de la "visión arrogante" (unitaria) a la "percepción amorosa" de la diferencia. Porque la objetividad encarnada y situada (HARAWAY 1995) necesariamente requiere de la conexión parcial con otros actores, como Riereta, con el fin de evitar cualquier mirada externa y desencarnada propia del positivismo. [5]
Pero dicha objetividad consideramos que está necesariamente atravesada por un criterio ético-pragmático que nos interpelaba directamente acerca de cómo y con quién articularnos, pues las versiones de un mundo "real" no dependen de una lógica de "descubrimiento" de un afuera, sino de una relación social y de vínculos cargados de poder. Investigar implica articularse con unas y no con otras, incluir y excluir, facilitar presencias y ausencias, de modo que las realidades son (re)construidas, performadas, desde el conocimiento productivo que las "describe" (FIC, trabajo en proceso). Entonces, repetíamos, ¿Con quién y cómo articularnos para investigar? En opinión de HARAWAY (1995, p.329), en su apuesta por construir versiones del mundo más "vivibles" desde la propuesta de los "conocimientos situados", la respuesta a esta cuestión pasa necesariamente por la construcción apasionada, las conexiones parciales con otras que prometan algo extraordinario. "Debemos buscar la perspectiva de puntos de vista que nunca conoceremos de antemano", precisamente para abrir nuevas comprensiones y significados que produzcan determinados efectos políticos: "un compromiso con sentido que consiga versiones fidedignas de un mundo "real" que pueda ser parcialmente compartido y favorable a los efectos de libertad". [6]
2. De la relación con el objeto/sujeto de investigación. De la co-investigación a la articulación
Responder a estos cuestionamientos en términos prácticos sólo podía pasar por "comenzar", efectivamente, la investigación. Por hacer una apuesta de interlocución y ofrecer una pregunta, una propuesta, para ponerla en riesgo de transformación. Y dado que Riereta incorporaba claramente la dimensión tecnológica y activista que incluía nuestra pregunta de investigación, se dibujaba la posibilidad de un interesamiento mutuo al tiempo que nos traía la promesa de desplazar nuestro punto de partida. Su involucración y centralidad en el campo-tema en cuestión podría modificar las posiciones iniciales ampliando nuestros horizontes interpretativos (GADAMER 1977), muy limitados al campo de las ciencias sociales. Al mismo tiempo, se posibilitaba la localización y situación de la producción del conocimiento en un entramado relacional particular: Riereta, una actriz-red3) heterogénea de elementos en conexión que (se) irían constituyendo (en) el momento investigativo. [7]
A partir de unos primeros contactos con alguna gente que se mostró dispuesta a escuchar la propuesta de investigación4) tratamos de generar un encuentro fructífero en términos políticos e investigativos. Inseparablemente. Porque no se buscaba representar ni reflejar teóricamente experiencias de resistencia desde una mirada externa y desencarnada, sino de hacer de la investigación una actividad donde "producir conceptos, identificar prácticas y poner en circulación estas producciones fragmentarias, ofreciéndolas como recursos disponibles que sólo tienen valor en función de sus distintas formas de utilización/ apropiación/ recombinación posible en situaciones concretas" (INGRASSIA 2004a, p.3). De modo que, para nosotras, la valía y relevancia del conocimiento viene dada, fundamentalmente, por sus efectos de difracción para abrir determinados cursos de acción y funcionar como recursos y herramientas útiles, reapropiables y resingularizables desde otras experiencias de acción política concretas. La investigación entonces, debía actuar como una herramienta en la que se desarrollaran los "conceptos al pie de la acción" (INGRASSIA 2004b). Dado que en la acción, en la práctica política, se están produciendo e incorporando comprensiones que hablan tanto del mundo como de la propia acción. Hibridándose y con-fundiéndose así los ámbitos de teoría y práctica. [8]
Entonces, teniendo en cuenta estos presupuestos, entendíamos que la construcción de este conocimiento situado sólo podía lograrse desde un proceso próximo a la co-investigación o investigación participativa5). Porque desde dicho paradigma se entiende al núcleo de la investigación social como un terreno de invención colectiva que abandona las dialécticas sujetos-objetos de investigación a favor de procesos de exploración, invención y trabajo conjunto generadores de nuevas formas de subjetividad y acción colectiva. Una "investigación envolvente" y abierta (BONET, FOLGUEIRAS & INGRASSIA 2005) en cuyo movimiento se permean y contaminan las posiciones implicadas. [9]
2.1 De "objetos" rebeldes y "sujetos" tozudos
Pero aún faltaba generar el espacio donde se pudiera valorar la posible afinidad como para dar paso a otros aspectos de la investigación aún inexplorados. Puesto que partíamos de posiciones distintas, permanecía la duda de si existía cierta mínima cercanía de tipo político, ético o epistemológico como para compartir parcialmente una pregunta, como para poder trabajar más o menos colaborativamente o consensuar una metodología, una forma de investigar. Y, aparentemente, dicho consenso no se dio totalmente: En uno de nuestros primeros encuentros, propusimos realizar una etnografía desde una aproximación co-investigativa, poniendo en común los productos que se fueran derivando del proceso, las discusiones y el conocimiento de otras experiencias. Todo con el fin de evitar reproducir las distinciones tan fuertes y dominadoras entre sujetos y objetos de conocimiento, características de concepciones epistemológicas representacionistas, donde se moldea al objeto mediante operaciones de distanciamiento y descontextualización para relegarlo a un dominio de subordinación. Sin embargo, dándonos total confianza, se nos invitó a que fuéramos pasando por el local cuantas veces quisiéramos, a preguntar lo que quisiéramos, a realizar en ese espacio cualquier proyecto que deseáramos, a pedir ayuda con el software, a utilizar los recursos tecnológicos que nos ofrecían ... a actuar, en último término. Sin embargo, las personas con quienes hablamos parecían no estar interesadas en "reflexionar colectivamente respecto a su propia práctica". "Nosotros estamos un paso por delante de eso: nosotros actuamos, directamente. Ya hemos dejado atrás las reflexiones", decía J. Pero animaban, de todos modos, a seguir con nuestra propuesta. "Para conocer lo que ocurre aquí tienes que venirte y pasarte por aquí" (J., 2005). Animaban a "hacer cosas" y a enrolarlos en "mis haceres", pero no tanto en reflexiones sobre ellas mismas o sobre política e Internet. No se interesaban como "objeto" de su propia acción-reflexión, aunque prestaban total disponibilidad para ser los nuestros. Incluso les habían ido a filmar en más de una ocasión y alguien comentaba: "Nos encanta que nos observen"6). Lo cual ponía en evidencia que no cualquier modo de articulación es posible, ni en ningún caso la articulación es total, ni ésta se constituye desde fuera de ella. [10]
Paradójicamente aparecían ante nuestros ojos como "objetos rebeldes" inapropiados/inapropiables que se resistían a devenir sujetos co-investigadores (aunque, ¿Qué más sujetos que unos "rebeldes autónomos" que se resisten y escapan a nuestros propios deseos, aunque fueran deseos de no-representación?). Y nosotras, como "sujetos obstinados" tratando de plantear, frustradamente, un modo de trabajo precisamente participativo y abierto al otro. Lo cual ponía en evidencia toda una lección de ética al tomarse la palabra por su cuenta para decir que no la querían del modo planteado: se nos estaba proponiendo desde Riereta una forma de trabajo muy próxima al modo de actuar políticamente modesto del cyborg (HARAWAY 2004), alejado de comunidades unitarias y holistas. Y así, contrariamente, Riereta se presentaba como "un (mero) punto de conexión donde la gente puede venir a presentar proyectos si hay alguien que le interese, a buscar un espacio y hacer sus cosas a su historia. No está definido, sino que se ha ido haciendo" (extraído de Riereta.net, 2005). Y "tú estás aquí y si estás aquí es que confiamos en ti de una manera u otra y tienes plena libertad" (extraído de Web Riereta.net, 2005). De modo que, incrédulo a los
"compromisos sustantivos o a un 'nosotras' capaz de dictar la 'realidad' a un 'ellas' sin reproducir estrategias de dominación, la política del cyborg es, como él, parcial; se basa en la afinidad, una afinidad que se define por la elección, por la atracción, la avidez y el compromiso apasionado" (CASADO 1999, p.50). [11]
Por tanto, se trataba de eso: de apostar apasionadamente por un proyecto abierto sobre el que se podrían ir creando, nunca a priori, vínculos parciales y temporales de afinidad (a nivel singular/individual ... ya quedaba claro que Riereta no era un "colectivo" unitario ni homogéneo) a partir de la movilización de ciertos deseos e intereses compartidos7). "Tú sugiere y la gente ya se irá enganchando en lo que le apetezca" (X, en CC. 15/2/05). [12]
Entonces, disolviéndose aún más las fronteras entre objetos y sujetos, preguntó un tiempo después Ab., "¿Qué entiendes tú por político?" (CC. 11/2/05), como tratando de calibrar la cercanía y afinidad del proyecto. Como si se tratara vislumbrar de cierto horizonte ético parcialmente compartido pero aún por construir. Tras nuestra respuesta, y ante la distinción que propusimos entre la política y lo político8), la apelación a prácticas cotidianas y gracias a un ejemplo ilustrativo de alguna práctica que había observado en Riereta respondió: "Entonces Riereta es tu sitio, precisamente porque la tecnología permite y posibilita todo eso". "Por supuesto", la investigación había de basarse en un proceso co-laborativo, tal y como planteábamos al inicio. "Entre toda la gente, porque esa es la forma de trabajar en Riereta: software libre y colaboración" (CC. 11/2/05). [13]
2.2 Hacia una metodología articulatoria
Algunas de las implicaciones metodológicas que trajo esta mirada ético-política-epistemológica, clara deudora de los conocimientos situados de HARAWAY (1995), de ciertas aproximaciones a la co-investigación (VV.AA. 2004) y como resultado del proceso, también deudora de las propuestas provenientes del software libre, fueron el reconocimiento de que el "objeto" de estudio deviene sujeto generador de conocimiento experto significativo, relevante y útil. Conocimiento en forma de 1) herramientas tecnológicas reapropiables en el mismo proceso de investigación (como fue el uso de la web/tiki-wiki de Riereta para gestionar el proyecto de Rieret&Politics o la sugerencia de usar un programa de software libre, el Audacity, que nos permitía grabar directamente al ordenador en formato MP3); 2) en forma de "productos" (como la misma web, sus artículos, entrevistas, imágenes ...) entendidos ya como comprensiones en sí mismas del fenómeno investigado que no necesitan de la "traducción" y análisis de una investigadora para ser inteligibles. O bien conocimiento en forma de 3) inspiradores modelos epistemológicos y de organización social, provenientes de los proyectos desoftware libre en general y de la propia Riereta, totalmente válidos y reapropiables por el campo de la investigación social en general y nuestro trabajo en particular. [14]
Modelos que renovaban la mirada epistemológica y política tradicional, pues invitaban a repensar las prácticas de investigación, el conocimiento, no como producto, posesión o atributo de sujetos o colectivos claramente delimitados (lo cual ponía en cuestión incluso el propio concepto de co-investigación, debido a que apela a dos o más entidades-sujetos de conocimiento delimitados y separados entre sí). Por el contrario, lo que se nos ofrecía era un espacio-tiempo abierto al encuentro, fundamentado en las premisas de "software libre y trabajo colaborativo", cuya pertenencia a él era definida no en términos identitarios, sino en base a articulaciones contingentes generadas a partir de la puesta en marcha y creación de proyectos: Riereta "es" lo que "hacen" de ella la gente que trabaja en ese espacio-tiempo aquí y ahora. Y si nosotras participábamos de ese espacio, desarrollando un proyecto en él, estábamos entonces participando de la misma Riereta. Estábamos "haciéndola" parcialmente, como tantas otras. De modo que sujetos y objetos se hibridaban sin distinción clara entre un adentro y un afuera al tiempo que la heterogeneidad de Riereta incluía ya a este proyecto de investigación. El conocimiento, entonces, tanto el que se materializaba en nuestro trabajo, como el que se pone en circulación en Riereta en general, se entiende así, desde la perspectiva del Actor Network Theory (ANT)9), "como efecto precario resultado inestable (contingente y situado) de múltiples interacciones y ensamblajes entre elementos y materialidades heterogéneas conformadas en relaciones disímiles y diferenciales de fuerza" (ROMERO 2006, p.31). [15]
Lo cual implicaba abogar por una concepción de la producción de conocimiento fundamentada en las prácticas y las acciones, donde los sujetos/individuos se diluyen en su apertura (constitutiva) a la conectividad parcial con otras posiciones y dan paso a los "verbos": conectar y articular productivamente diferentes deseos, preguntas, proyectos y propuestas, de manera no coercitiva, con el fin de que devengan parcialmente compartidos. Por eso, a diferencia de la co-investigación, no creemos que desde una perspectiva articulatoria sea necesario que la demanda, el deseo o la necesidad inicial de investigación parta del propio colectivo o proceso "investigado". Sino que, por el contrario, sin invisibilizar las diferencias en cada posicionamiento, asumimos que no nos interesan tanto los puntos de partida como la forma y las conexiones particulares que en el transcurso de la investigación hacen posible la modificación de estas posiciones iniciales para la producción de conocimiento. Y de ello, de su producto, tratábamos de dar cuenta con nuestro trabajo. [16]
Por otro lado, otra de las implicaciones que trajo dicha simetría entre (ya) sujetos de conocimiento es que se nos invitaba a dejar de lado ciertos "a prioris" a la investigación (como por ejemplo, teoría-práctica o sujeto-objeto de investigación, dicotomías fuertemente instaladas en el imaginario tradicional de las ciencias sociales), a no proscribir ninguna interpretación particular o a no privilegiar ciertos actores por encima de otros. En este sentido, entendíamos que la construcción de todo conocimiento es un efecto, una fijación parcial, temporal, contingente y situada de la actualización constante de prácticas y negociaciones investigativas cotidianas. Y así es cómo distinciones como online-offline o técnico-social (o incluso humano-no humano) quedaban en suspenso a la espera de conocer cuáles eran las prácticas semiótico-materiales más cotidianas que les daban forma entre las distintas heterogeneidades articuladas en Riereta (desarrolladores, hardware, software, internet, testeadores, diseñadores, investigadores sociales, webs, papeles, palabras y dígitos, afectos, proyectos, etc.). [17]
Esta forma de entender la producción del conocimiento nos instaba a participar del espacio-tiempo de Riereta de un modo más intenso, mediante una mayor diversidad de prácticas y experienciando de manera más encarnada su actividad diaria. Porque el campo-tema (SPINK 2003) es un "lugar para vivir" que, como poco, "nos sensibiliza en el acto social de la presencia hacia la percepción de las acciones de los otros como acciones integradas en un marco complejo de experiencia" (VELASCO & DÍAZ DE RADA 1997, p.105). Y porque, en definitiva, no entendemos a Riereta como "un objeto de estudio claramente delimitado y definido, homogéneo, estático y con existencia previa e independiente a la investigación", sino que al "comenzar por convertir en pregunta ese aparentemente claro objeto de estudio aparece entonces como un espacio semiótico-material de luchas y negociaciones que se despliega, reactualiza y es ocupado de formas diversas" (ROMERO 2006, p.74). Y nosotras, como un elemento más en tensión, participamos de ella, la constituimos y nos constituye performativamente como investigadoras. Y así, las tradicionales preguntas sobre entidades sólidas y unívocas (¿Qué es Riereta?, por ejemplo), se desplazan hacia los procesos, hacia cómo llegan a ser de un modo determinado en un momento dado. [18]
Buscábamos así otras materialidades y temporalidades que excedieran a la web (mediante la participación como miembro del FIC) y al momento de las clases de catalán (como alumnas que acuden al local durante unas horas a la semana), "escenario" ideal para iniciarse conociendo de manera progresiva y cercana la cotidianidad del local – invisible sólo con el acceso a la web – pero aún limitado e insuficiente como para participar de forma activa y encarnada de las prácticas diarias de Riereta. Y así es cómo, en un momento dado, se nos sugiere que "lo más interesante sería estar en Riereta un tiempo, observando, preguntando a la gente. Y para ello, quizás lo más útil sería alquilar un espacio durante el tiempo que creyera conveniente para realizar ahí el proyecto. De manera que igual que quien desarrolla un software o quien "cacharrea"10), estaría llevando a cabo mi propio proyecto sobre política y tecnología. (...) Y sólo entonces, con la experiencia del conocimiento vivido sabría lo que es pertinente, grabaría sólo los momentos clave o preguntaría lo fundamental. Pero eso te lo da el haber estado en el lugar. Sería así como una fase etnográfica exploratoria previa" (CC., 11/03/2005) al momento de escritura. No para luego describir esa experiencia, sino como instrumento desde el que posibilitar encuentros productivos de cuyos productos poder dar cuenta con nuestro trabajo. Y es entonces, cuando a pesar de que ya llevábamos un tiempo acudiendo al local, tomando notas en nuestro cuaderno de campo, asistiendo a las clases de catalán, accediendo y participando en la web, presentada nuestra propuesta de proyecto e iniciada una narrativa colectiva acerca de la trayectoria de Riereta desde sus comienzos, damos paso a la etnografía de un modo más "encarnado"11) y performativo. [19]
3. De la relación con el método. Aproximación a la etnografía performativa
La propuesta de alquilar un espacio en el local de C/Riereta 5 para llevar a cabo la etnografía puso en evidencia cuestiones que consideramos relevantes de cara a repensar la aproximación etnográfica y nuestra propia presencia en el campo-tema. Se mostró que, en contra de pensar que con el alquiler se estaban "mercantilizando" y "comprando" ciertos accesos, informaciones e incluso relaciones que por recorrido "antropológico" no se daban todavía, simplemente se estaba contribuyendo de la mejor forma posible a todos los intereses y necesidades articuladas en el proceso investigativo. El alquiler operaba entonces, simultáneamente, como respuesta a las necesidades reales de Riereta y como forma de acceso y participación directa de ella. Así, el llevar a cabo el proyecto se traducía en poner el cuerpo en situación, aprender corporeizadamente (PUJOL, MONTENEGRO & BALASCH 2003) y experienciar12) la vida cotidiana de Riereta desde la participación activa en otra más de sus dimensiones, la más física y local, a partir del alquiler de un espacio. Como cualquier otro proyecto. Unas "cacharreando", otras haciendo investigación social. Sin diferencia. De modo que el alquiler, básicamente, nos permitía la posibilidad de incorporar a nuestra comprensión ciertas densidades y durabilidades distintas a las ofrecidas desde la web o desde la simple visita esporádica del local. Y, simultáneamente, también implicaba la adopción de ciertas co-responsabilidades para con el espacio y la gente que participaba de él. [20]
3.1 "Performance" o etnografía de acción
A partir de aquí, y siguiendo algunas propuestas metodológicas de anteriores investigaciones (BALASCH, CALLÉN & MONTENEGRO 2005), lo que buscábamos con el proceso de investigación era, básicamente, crear unas condiciones de posibilidad, un espacio-tiempo común y de encuentro del que participar. Se trataba de hacer posible la articulación productiva entre la heterogeneidad de elementos y comprensiones que constituían en ese momento a Riereta (investigadora, participantes y otros actantes13)) mediante el fomento de procesos de naturaleza semiótica-material, heterogéneos (heteroglósicos) y responsivos, a partir de espacios-tiempos de vida e investigación compartidos: a través de conversaciones más o menos informales, prácticas cotidianas como la limpieza del local o acontecimientos como una discusión por la lista de correo cosanostra, la participación en una fiesta del FAGC (Front d’Alliberament Gay de Catalunya) o la Mayday 2005. De modo que, en el mismo uso de espacios físicos o virtuales (como el local, la web o la herramienta tiki-wiki); con la participación en eventos (desde las clases de Catalán hasta los II Jocs Fractals14)), el apoyo y la cooperación en iniciativas llevadas a cabo por Riereta (como los Open Thursday15) o programas de radio en la plataforma r23.cc) o la propuesta y desarrollo de iniciativas (como el mismo proyecto de investigación en general o la elaboración de la historia de Riereta, en particular) se hacía de estas prácticas, de estas "performances" etnográficas, momentos de producción simultánea de conocimientos y prácticas políticas colectivas. [21]
Es decir, nuestra acción participativa en/desde la propia plataforma de investigación (Riereta) generaba efectos políticos que revertían sobre la misma iniciativa tecnoactivista al tiempo que constituía una herramienta epistemológica válida y una vía de conocimiento de su propio funcionamiento. Pues entendemos que los acontecimientos, prácticas y actividades que ahí se daban son condensaciones de flujos de acción política en cuyo seno se desarrollan y dirimen discusiones conceptuales sobre diversos aspectos de lo social que funcionan como herramientas de/para la acción política. Y así, la participación en estos acontecimientos funcionaba como productora de prácticas/conocimientos (comprensiones, en último término) acerca de las formas de acción política tecnoactivista (nuestro objetivo último). [22]
De tal manera que, frente a etnografías entendidas de un modo representacional, tratábamos de hacer de ésta una práctica donde la proliferación de experiencias encarnadas mediante la participación activa sirviera como herramienta generadora de conocimiento. Así, en contra de propuestas tradicionales de "observación participante"16) donde la investigadora selecciona a un grupo humano para luego, básicamente, observarlo detenidamente, interactuando estrechamente con él durante un tiempo suficientemente prolongado como para acceder a sus significados y definiciones de su propia realidad, nosotras entendemos que es en el propio actuar, en la "performance"17), donde se construye el conocimiento acerca de las prácticas y significados cotidianos parcialmente compartidos. [23]
Pero esta forma de planteamiento etnográfico traía otras consecuencias importantes: si para llevar a cabo nuestra práctica investigativa nos situábamos desde el mismo lugar que ocupa Riereta, los efectos políticos que se desprendían de nuestras acciones revertían necesariamente en ella, la retroalimentaban, y así también, la producción de comprensiones situadas mediante esta etnografía performativa implicaba necesariamente la hibridación de la dicotomía teoría y conocimiento (relegada al campo investigativo) y práctica y política (relegada al activismo político). Demostrando así que "la frontera entre mito y herramienta, entre instrumento y concepto, entre sistemas históricos de relaciones sociales y anatomías históricas de cuerpos posibles, incluyendo a los objetos del conocimiento, es permeable. Más aún, mito y herramienta se constituyen mutuamente" (HARAWAY 1995, p.280). La participación en acciones desarrolladas desde Riereta (lo cual incluía ya también este proyecto) actuaba entonces, simultáneamente, como "herramienta epistémica" y "objeto" de investigación sobre el que desplegar la etnografía. Como consecuencia, el proyecto de investigación se insertó completamente en los espacios y herramientas de la plataforma sociotecnológica DE Riereta, hibridándose así la autoría y la misma pertenencia de los proyectos. De modo que la marca tan fuerte de pertenencia o membresía que se indica con la preposición DE (Riereta), se difumina y deviene DESDE o EN: proyectos que se llevan a cabo DESDE el espacio-tiempo de Riereta, personas que trabajan EN Riereta, participaciones DESDE Riereta, etc. [24]
Entonces, al dar comienzo esta fase etnográfica "performativa", nuestras experiencias y productos a los que accedíamos crecieron, se diversificaron y complejizaron. Nuestro campo-tema de investigación se densificó y lo que en un principio eran productos gráficos, audiovisuales y objetos por un lado; y lecturas, anotaciones y discusiones académicas por el otro ahora implosionaban en la vivencia integrada y productiva de un espacio-tiempo común. Experienciamos así, intersubjetiva y objetivamente, prácticas cotidianas que ponían en diálogo a las comprensiones que antes permanecían aisladas entre sí. De modo que vivíamos una experiencia encarnada y performativa, abierta al cambio, que nos permitía ir al encuentro de lo emergente y poner en riesgo nuestras convicciones, insertándonos de manera significativa18), situada y parcial en la red de acontecimientos y prácticas que constituían a Riereta, a la vez que intentábamos dar cuenta de ella dotándola de inteligibilidad. [25]
Además, inspiradas parcialmente por las etnografías de laboratorio (LATOUR & WOOLGAR 1979; LYNCH 1985; KNORR-CETINA 1983 y 1992) donde se toma un pequeño caso –normalmente un laboratorio – como base para el desarrollo del trabajo de campo, también nosotras nos situamos desde un pequeño lugar, Riereta (A small dark techworkshop in the Raval, Barcelona's old town, incluido en la Web de Riereta), para dar cuenta de qué comprensiones sobre la acción política se pueden estar desarrollando desde las prácticas cotidianas de esta experiencia ciber-tecno-activista. Sin embargo, enseguida apreciamos que Riereta constituye algo más que un lugar. Se trata de algo más amplio, inaprensible, heterogéneo y móvil que un simple local al interior del Raval, un espacio-tiempo de límites difusos y múltiples materialidades (compuesto de un local, una red de personas que participan desde ella con distintas implicaciones y centralidad, una web, una lista de correo, una radio y sus oyentes, una infraestructura socio-tecnológica, unas salas de chat, unas paredes ...) desde donde se realizan acciones políticas colectivas: A human trusted network that owes very much to the model of free software communities, both for the software used, and for the internal organisation, based on spontaneity, curiosity and cooperation, como dice un texto de presentación alojado en la web de Riereta. [26]
En ese sentido, la metodología de la etnografía performativa nos abría la posibilidad de trabajar con una multiplicidad de métodos distintos, co-producidos y negociados entre las participantes y que tenían por resultado una variedad de productos de distinta materialidad (gráfica, audiovisual, oral, escrita) considerados todos, en sí mismos, como pequeñas comprensiones parciales del fenómeno (la acción política). Multiplicidad instrumental y heterogeneidad material (LAW 1999) coherente con las singularidades de cada participante, polifónicas; pero también con toda la diversidad de prácticas que se llevaban a cabo de forma simultánea y multi-situada (MARCUS 1995) en crono-topos distintos y dispersos (acontecimientos y prácticas ocurridas en el local de C/Riereta 5; eventos como fiestas, Jornadas, Mayday, etc; u otras prácticas de carácter "virtual" desarrolladas a través de la lista de correo, las salas de chat de madiaq o la página web). Resultando así en el siguiente caleidoscopio de técnicas metodológicas que nos posibilitaba mantener el carácter paradójico, heterogéneo y no lineal; o incluso contradictorio, de toda comprensión y discurso multivocal:
La elaboración de un cuaderno de campo desde Noviembre de 2004 a Mayo de 2005 donde, con base en la participación activa en Riereta y la proliferación de prácticas performativas (como las explicadas anteriormente), anotábamos distintas prácticas y eventos experienciados que, encadenados entre sí y dotados de sentido, daban lugar a la organización y sostenimiento cotidiano del espacio-tiempo de Riereta: En palabras de CZARNIAWSKA (2004), huyendo de cualquier tipo de "esencia" a revelar, se trataba de dar cuenta, tomando notas, de las "action-net" más cotidianas. Entendiendo por ello a las acciones y prácticas que conectadas entre sí por ejercicios de traducción producen a los agentes, a las redes y a los macro-actores (i.e. actor-networks, LATOUR 1998a, 1998b, 1999; CALLON 1998; LAW 1999), incorporando en el fluir de su movimiento a actantes (humanos y no humanos), a las relaciones de las que forman parte y los constituyen y a las prácticas que les dan forma. Notas de campo que operaban como marcos de comprensión de las experiencias vividas: Actos y prácticas performativas que reconstruían y renovaban cada vez nuestro campo-tema, alternando "momentos" de aparente solidez y organización – cuando les dotábamos de inteligibilidad al plasmarlos con la narración en el cuaderno – con otros de carácter disperso, fragmentado, multi-situado y dificilmente aprensibles mediante las tecnologías del lenguaje.
Realización de entrevistas semi-estructuradas registradas y conversaciones abiertas con distintas participantes con base en un guión previamente negociado y consensuado en colectivo: Por una parte, conversaciones con personas como Ab., cuyo producto resultante daría lugar a la re-construcción de la trayectoria histórica de Riereta en forma de narrativa polifónica. Narrativa que, una vez trasladada al tiki-wiki de la web del proyecto pasaría a ser susceptible de ser modificada y co-reconstruida con cada intervención particular. Y por otra parte, entrevistas semi-estructuradas en base a un guión que, pre-diseñado a partir de una primera fase etnográfica, se reajustó eliminando preguntas, añadiendo otras o modificándolas, siguiendo los intereses, consejos y experiencias de dos de las personas participantes. Así, dicho pre-guión estaba compuesto de preguntas disponibles públicamente en la web del proyecto para que quien quisiera, pudiera ir incorporando otros temas que considerara relevante preguntar a la gente y para que pudieran ser respondidas en la misma web, sin necesidad de recurrir a la oralidad de las entrevistas. De modo que, aunque prediseñado en función de la experiencia investigativa de meses anteriores, permanecía abierto a posibles intervenciones directas. Hecho que, aunque nunca se produjo directamente con base en la web, sí que se dio informalmente.
He estado pasando al tiki-wiki una presentación del proyecto de investigación "Riereta & Politics" para que la gente ya lo pueda ir "interviniendo". Aún falta arreglar apartados que ya os iré anunciando en su momento, pero de momento ya está lista la proto-historia de Riereta para que le echéis un vistazo y vayáis añadiendo, quitando o cambiando lo que os apetezca en relación a vuestra propia historia personal/colectiva con Riereta (en amarillo he marcado puntos que creo que se podrían desarrollar más ... pero toda ella está abierta al cambio), y también unas cuantas preguntas en relación a R & P, por si os apetece responderlas. Las formas de intervenir pueden ser varias:
1. Vía tiki-wiki ... "make yourself".
2. Vía mail: me escribís lo que os apetezca, y yo lo reintroduzco en el texto.
3. Vía oral: me explicáis de viva voz lo que os apetezca, tomo nota y lo paso.
No sé ... podéis intervenir en el proyecto y apropiáros de él de las maneras que os apetezca. Os paso el link a la web general del proyecto (http://Riereta.net/tiki/tiki-index.php?page=RieretandPolitics), a la historia de Riereta (http://Riereta.net/tiki/tiki-index.php?page=HISTORIA+DE+Riereta) y a algunas cuestiones iniciales que me interesa que vayáis respondiendo para el proyecto (http://Riereta.net/tiki/tiki-index.php?page=RP+200)". [27]
Más que preguntas cerradas, se trataba de temas generales que se acababan de concretar en función de la singularidad de cada persona entrevistada. De un modo relacional, en cada caso, cobraban relevancia unos temas u otros en función de las actividades que realizaban o sus trayectorias personales. Porque entrevistar reconociendo y teniendo en cuenta estas diferencias servía para poner de manifiesto la multiplicidad de las experiencias y situar el conocimiento fruto de las entrevistas (KONG, MAHONEY & PLUMMER 2002). Así, por ejemplo, con A. realizamos un "intercambio" de entrevistas que hizo posible una retroalimentación directa entre el proyecto de investigación y los contenidos de la radio. Fueron dos entrevistas "mutuas" consecutivas donde, mientras ella explicaba su experiencia particular de/desde Riereta para la investigación, nosotras exponíamos nuestras comprensiones particulares sobre la interrelación entre acción política y tecnología. Respuestas que, una vez editadas, se tenía previsto que pasaran a ser contenido del programa de radio LaDinamo, emitido desde r23.cc. También se previó en ese momento el poder "colgar" todas las entrevistas (previo permiso) en el servidor de Riereta, para disponer de ellas públicamente. Este carácter de reciprocidad y "trueque" se intentó mantener en todos los encuentros presenciales para las entrevistas aprovechando invitaciones de tipo "gastronómico".
Un pequeño-gran detalle ... La forma "vía oral" de participar del proyecto se puede concretar de diversas maneras:
1. Estilo "aquí te pillo, aquí te mato": que consiste en que si me véis por ahí, nos pongamos a conversar un poquito sobre el proyecto, aprovechéis para contarme lo que queráis o yo aproveche para hacer unas cuantas preguntas.
2. Estilo "chantaje-gastronómico": quedamos en plan más formal para asegurarnos de que tenemos un buen ratito de calidad para charlar tranquilamente y yo invito (a desayuno, merienda, comida, cena, birras ...). ¿No está mal, no? ;-) (Ah! Y no vale que sólo por conseguir una merienda gratis me digas que Riereta es una calle, ¿eh?)
¡Venga pues! ¡Que la grabadora arde!
Otra técnica empleada fue la reproducción fotográfica de los distintos objetos que poblaban el espacio-tiempo de Riereta durante un día (10 de Mayo de 2005) en forma de imágenes digitalizadas: Fotografías que luego fueron "colgadas" en el espacio web de Riereta&Politics para total disposición pública. Las razones de ello fueron la necesidad de recuperar para nuestra comprensión el papel que jugaba la agencia "objetual" en el proyecto político de Riereta y de buscar otras tecnologías de lenguaje y expresión, como las visuales, que permitieran ampliar los límites de la escritura y hacer la experiencia de la lectura un momento más intensamente "corporeizado". Porque consideramos que las fotografías también operan como fugaces comprensiones parciales de las prácticas constituyentes de la experiencia tecnoactivista de Riereta.
La lectura de textos y artículos aparecidos en la web de Riereta así como de los mensajes enviados a la lista de correo de cosanostra mientras duró la fase etnográfica (de Noviembre de 2004 a Mayo de 2005): Dichos documentos eran textos elaborados por gente que participaba de Riereta y que servían como pequeñas presentaciones públicas y autodefinitorias de lo que se hacía desde Riereta o más concretamente en la plataforma r23.cc; "posts" informativos de eventos como el neuro@munich, los diferentes streamings europeos de la Mayday u otras informaciones útiles como programas de software libre; estadísticas acerca de la web y otros artículos de temas relacionados (como en el caso del texto "Cuerpos sem/sin órganos"). Por otro lado, la lectura de todos los mensajes enviados a través de la lista de correo de "cosanostra" nos daba cuenta de las negociaciones y prácticas cotidianas que desde este espacio de comunicación mediada por ordenador servían para sostener y gestionar la organización sociotécnica del proyecto de Riereta. De hecho, incidiendo aún más en la disolución entre "sujetos-objetos de investigación", esta tarea nos posibilitaba simultáneamente: a) emplear, para gestionar y sacar adelante nuestra investigación, los mismos instrumentos de sociabilidad y organización que se empleaban desde Riereta (no había espacios o mecanismos separados entre un proyecto y otro); b) usarlos también como herramienta epistemológica útil y vehículo de conocimiento y a la vez, y c) como objeto de estudio que incorpora en sus contenidos ciertas comprensiones y significados del fenómeno a investigar. Lo cual, simultáneamente, contribuía a poner de manifiesto la hibridación constante entre contextos y contenidos, procesos/instrumentos y productos/materiales, lo social y lo tecnológico, global y local y, cómo no, online y offline. ¿De qué estaba hecha, entonces, Riereta? Esta parte más "virtual" de la etnografía19) mostraba cómo ambos terrenos de esta dicotomía, tradicionalmente separados, formaban un tejido glocal (de materialidades analógicas, físicas y digitales) indisociable en lo cotidiano donde uno sustentaba al otro, y viceversa, en un ir y venir agónico y constante que se actualizaba a cada momento y que terminaba por romper con los supuestos límites que los separaban. Como ocurría, por ejemplo, al editar la página web donde se localizaban algunos de estos textos inmediatamente visibles gracias a la conexión a internet desde cualquier otro lugar del mundo o al recibir simultáneamente cada miembro de la lista los mensajes de correo desde cada una de sus terminales.
Y finalmente, estaba el uso del Tiki-Wiki en la web de www.Riereta.net, una herramienta de trabajo colaborativo de software libre que permite la edición de páginas web por parte de varios usuarios, sin necesidad de tener conocimientos de programación o lenguaje html, java o etc; como si de un simple editor de textos se tratara. A partir de la sugerencia de Ab. y J. de abrir un espacio en la web de Riereta dedicado al proyecto, trasladamos toda la propuesta investigativa a un apartado que pasó a denominarse "Riereta&Politics (blanca’s project)". Desde una primera página web editable donde presentábamos nuestros objetivos, metodologías y justificaciones epistemo-políticas, se podía acceder a distintos subapartados donde poder trasladar sugerencias sobre el proyecto, reconstruir la historia de Riereta, responder a algunas cuestiones que formaban parte del guión de las entrevistas, visualizar las fotografías tomadas del local, acceder a links relacionados con el proyecto y consultar y editar un espacio con reflexiones que había de nutrirse de la escritura de nuestro trabajo, al ir trasladando a la web, progresivamente, cada capítulo provisional del informe final.
Al igual que nos ocurría con la web y la lista de correo, el uso de esta potentísima herramienta de trabajo nos posibilitaba aunar en un único punto a la herramienta de trabajo, al proceso investigativo (con su "cultura" y socialidad particular), a su producto resultante (en forma de narrativas y textos digitales) y al propio campo-tema. ¿Dónde se encontraba el campo de trabajo, el sujeto investigador y el objeto investigado cuando tecleábamos en el ordenador desde el local de Riereta para editar la wiki-web del proyecto mientras permanecíamos conectadas a internet y consultábamos las dudas a gente que transitaba alrededor nuestro? Como si de un agujero negro se tratara, en un mismo espacio-tiempo glocal se condensaban y diluían, implosionaban, todas las dualidades que arrastrábamos desde la tradición de las ciencias sociales. Implicaciones epistemológicas, metodológicas e incluso políticas tan relevantes, desde nuestro punto de vista, que optaremos por tratarlas en el apartado dedicado a las conclusiones. [28]
4. De la relación con los productos. Comprensiones situadas
El resultado del proceso metodológico explicado hasta el momento se traducía en la elaboración de una narrativa polifónica en forma de informe escrito (proyecto de investigación) que, respetando el carácter heteroglósico y responsivo20) de todo acto enunciativo, pudiera albergar distintas comprensiones que sobre el fenómeno investigado se articularon durante este tiempo. Así es cómo se asumían las posibles diferencias, las voces encontradas y el conflicto inherente a todo proceso de creación colectivo. [29]
Puesto que con la etnografía no buscábamos generar efectos de representación del "otro" sino de conexión, entendemos que la narrativa final resultante no es un reflejo de un hecho externo o la réplica descriptiva e incontrovertible de una experiencia pasada, sino una comprensión particular y situada que aspira a ser productiva y movilizadora. Narrativa que constituye así un conjunto de enunciaciones teórico-empíricas que en el momento de su lectura actualiza la red de conexiones que las posibilitó, al tiempo que supone una producción de significados y fijaciones parciales del sentido del fenómeno a investigar: la acción política. Significados que se posicionarán en relación antagónica respecto a otros también operantes en la comprensión de dicho tema y cuyo énfasis recaerá, especialmente, en los efectos políticos que se desprendan del conocimiento producido. Así, el carácter situado y objetivo de esta comprensión vendrá dado por una cuestión de responsabilidad política y no por la representatividad de una supuesta realidad externa a ella. De modo que la metáfora que mejor se ajusta a este ejercicio investigativo y de escritura es la de la difracción, como multiplicadora de imágenes y efectos de luz, frente a la del reflejo o la refracción. [30]
Para llevar a cabo este proceso, partíamos de la idea de que la totalidad de los sub-productos elaborados durante la investigación (historia de Riereta, entrevistas, artículos, fotografías, mails, web del proyecto) ya eran en sí mismos comprensiones teórico-empírico situadas – y no registros o datos a analizar21) – del mismo valor y peso epistemológico que el resto de textos y lecturas académicas. Así, a partir de nuestra conexión parcial con todas ellas se modificaban nuestras respectivas posiciones iniciales y se produjo una comprensión colectiva nueva, aunque facilitada por nosotras como investigadoras22). Sin poder evitarlo, la re-escritura de esta narrativa-informe entrañaba por nuestra parte un ejercicio de "traducción" y movilización generador de estabilizaciones y fijaciones precarias. Un proceso por el que elementos y comprensiones disímiles y situados en planos heterogéneos, mediante desplazamientos, derivas, invenciones y mediaciones, son colocados en un mismo plano de inteligibilidad, creando un nuevo lazo textual que no existía antes y que, hasta cierto punto, modifica los elementos o agentes implicados (LATOUR 1998). [31]
Nuestra tarea no era pues la de analizar unos materiales-productos a la luz de un marco teórico particular, como si de una análisis de contenido o de discurso se tratara, donde el material empírico se subsume en categorías teóricas previas o surgidas inductivamente del material. Sino que, en nuestro caso, interpretamos esos productos desde una posición situada, emergida en las conexiones parciales durante el proceso de investigación, para elaborar un tercer elemento novedoso y paródico efecto del devenir investigativo: una narrativa parcialmente quimérica y abierta al fallo, remiendo de fragmentos re-combinados de todas las comprensiones que la precedieron. Produciendo así en la lectora un efecto de heterogeneidad al interior de la comprensión por el contraste de idiomas, relatos, argumentos, cronotopos y significados distintos yuxtapuestos en una tensión productiva que no finaliza en una resolución última. Aún tratándose de una sola narrativa con cierto hilo conductor, pretendíamos visibilizar en su interior la discontinuidad, la multiplicidad de voces y comprensiones sobre la singularidad totalizante de un único autor omnisciente y dar a entender también que, más que descripciones (y menos aún prescripciones), lo que aquí queríamos mostrar es una apertura, una propuesta de heterogéneas "promesas" para la acción política. Se trataba de hacer del texto "el hibridismo explícito, sugerente, polifónico, promiscuo y profundamente abierto a la reinterpretación" (CASADO 1999, p.46), aunque situado dentro de una red de fuerzas disímiles donde nuestra responsabilidad e intereses particulares como investigadoras (que trabajan también para obtener cierto reconocimiento académico y burocrático) y la definición del propio proyecto de investigación – con sus objetivos y temática delimitada – actuaba como límite (y también posibilidad). [32]
Esta ruptura de lo unitario y la apertura a la posibilidad de que la narrativa fuera modificable, negociada, controvertible y reapropiable desde lo colectivo se traducía especialmente en el uso del software tiki-wiki en la web de "Riereta&Politics" y en la publicación de todos los productos narrativos bajo licencia Creative Commons. Así, la revisión e intervención de la narración estaba a disponibilidad pública, ya no sólo de las personas que participaban de Riereta, sino de cualquiera que pudiera acceder a la página web, de modo que se posibilitaba, aunque no garantizaba, la agencia de las participantes, la co-autoría de la comprensión textualizada y la transformación de la "pasiva" figura de la lectora en sujeto-agente-autora. [33]
Finalmente, el contenido de dicha comprensión se había de centrar especialmente en mostrar los efectos políticos transformadores de introducir en nuestra pregunta acerca de la acción política el componente tecnológico, los elementos innovadores, difractores, respecto a nociones más tradicionales e institucionalizadas de concebir la acción política colectiva y especialmente, "aquellos a los que se les supone cierto potencial de re-apropiación" (INGRASSIA 2004b) y utilidad por parte de otras experiencias. Pero no se trata de prescribir ciertos modos de hacer y comprender (pues su validez y pertinencia sólo pueden ser experienciados a posteriori, situadamente), sino de proponer modestamente y poner en circulación y riesgo, abiertas al debate, hipótesis y comprensiones prometedoras acerca de la acción política para ser re-singularizadas con cada conexión posterior a partir de su lectura. Porque el objetivo deconstructivo ya no nos es suficiente, sino que, parodiando palabras de HARAWAY (1995, p.322), necesitamos el poder de teorías críticas sobre cómo son creados los significados y los cuerpos, no para negarlos, sino para vivir en significados y cuerpos que tengan una oportunidad de futuro ... comprensiones de la acción política que operen como estrategias de producción de significados, figuraciones e imágenes performativas de futuros que puedan ser habitables. [34]
Nuestra conexión con Riereta no sólo trajo ciertas comprensiones novedosas respecto a la acción política y el funcionamiento del poder, sino que, con base en el objeto de su actividad (desarrollo e implementación de software libre y otros artefactos tecnológicos), también nos abrió a formas de construir el conocimiento tecnopolítico que de algún modo se trasladaron y plasmaron en la realización de nuestro proyecto de investigación. De ahí el paralelismo entre las formas de actuar políticamente y las formas de conocer, y la centralidad de lo tecnológico en ambas esferas que, en el proceso investigativo, devinieron simultáneas. [35]
Entre los aspectos más relevantes de este proceso podemos apuntar al hecho de que la distinción tradicional entre sujeto y objeto de estudio o conocimiento ha dado paso a una agencia investigativa cyborg donde las fronteras humano/no humano, social-tecnológico y organismo/máquina se han diluido en un único actante semiótico-material que ha acabado tanto con la subordinación del objeto pasivo de conocimiento como con el privilegio del sujeto humano que actúa o bien como único constructor del conocimiento (visión socioconstruccionista), o bien como representante fiel del mundo (visión representacionista objetivista). ¿Quiénes han sido entonces las autoras – agentes de los productos de la investigación? En contra de negar cualquier tipo de agencia a lo tecnológico y relegarlo, como es tradición, a un plano meramente neutral, instrumental y en posición de exterioridad al plano de lo social, desde nuestra comprensión se ha problematizado el concepto de agencia social y de investigación radicalizando el principio de simetría entre lo humano y lo no humano y hemos mostrado cómo no existimos como investigadoras "por nosotras mismos", sino que siempre nos movemos y operamos en redes de conjuntos de relaciones de las que forman parte otros objetos, entidades, actores y procesos. Y así, frente a posibles visiones utilitaristas de lo tecnológico (Tiki-Wiki), hemos descrito cómo funcionamos como un agenciamiento investigativo socio-técnico mediador y traductor que, al tiempo que situado en medio de flujos de acciones, es capaz de modificarlos, difractándolos y haciendo emerger algo novedoso, un conocimiento o comprensión, respecto a lo que había antes. Un agenciamiento investigativo que, en su propia acción, modifica, desplaza y resignifica las posiciones de partida epistémicas y políticas de aquellos elementos que lo componen. [36]
En este sentido, nuestra articulación con lo tecnológico, especialmente la herramienta del Tiki-Wiki, nos ha permitido mantener al interior de este proceso de investigación y su producto una apertura a la controversia y la diferencia que consideramos es la base para la producción de conocimiento. Es decir, igual que la aparición de conflictos en el interior de los procesos y acciones sociales colectivas facilita la movilización y supone la base para su politización, el hecho de hacer de esta investigación un producto público y disponible en internet, difundible y susceptible de ser reapropiado y modificado a través de la web-wiki, nos ha posibilitado poner en riesgo nuestras comprensiones al abrirlas a la controversia, lo inesperado y la intervención crítica colectiva. Esa fue la base para la politización de nuestro campo de conocimiento: hacer de cada momento de reapropiación y edición del texto una virtualización/problematización de lo establecido, de lo actual, para volver a re-actualizarse con su posterior publicación en otro producto distinto susceptible de volver a ser virtualizado. Y es que consideramos que es este vaivén constante y agónico entre lo virtual y lo actual (LEVY 1995) la base para la emergencia de acontecimientos que dan continuidad y sostienen el fluir de los actos políticos. Lo cual nos permite superar la centralidad de los sujetos y las autorías individuales/unitarias, solitarias, heroicas y cerradas (propias del conocimiento científico tradicional) y otorgar la relevancia a los efectos de las articulaciones sociotécnicas que, ahora, se abren a las participaciones colectivas de carácter parcial que asumen y la diferencia como elemento productivo movilizador. [37]
Sin embargo, esta emergencia hacia una "autoridad dispersa" (CLIFFORD 1998) no supone la equivalencia política de todas posiciones articuladas ni la posibilidad de articulación total de cualquier elemento (ya pudimos comprobar, por ejemplo, ciertas resistencias a los planteamientos iniciales del proyecto), sino que el agenciamiento investigativo que conformamos ha estado atravesado por relaciones de fuerza disímiles que han ido marcando sus condiciones de posibilidad y sus límites constitutivos. Porque se trataba de un proyecto de investigación sobre una temática concreta (y no cualquiera) y con unos objetivos predefinidos cuyos productos habían de ser mínimamente coherentes y ajustados a ellos, de modo que la apertura política del conocimiento que comentábamos antes no se daba (ni puede dar) en el vacío, creyendo que cualquier cosa, cualquier propuesta, era posible. Por el contrario, este proceso de investigación se ha dado sobre un terreno de juego mínimamente dibujado que incluía posicionamientos distintos. Y por eso, aun reconociendo que la agencia investigativa no recaía únicamente sobre nosotras como investigadoras, sino sobre el conjunto del agenciamiento compuesto para la ocasión, asumimos la responsabilidad en la guía del proceso y en su defensa en el espacio de la academia. [38]
También consecuencia de este funcionamiento investigativo, donde la disolución entre sujetos y objetos corría en paralelo a la coincidencia en espacio y tiempo de la edición y publicación de los productos, se anularon las nociones de devolución y difusión tan vinculadas a la investigación acción participativa y a cuestionamientos éticos tradicionales de la investigación social. Así, gracias al proceso-herramienta del Tiki-Wiki que sitúa en un mismo plano epistemológico y de accesibilidad – en la web de Riereta – a todas las participantes, el dilema ético acerca de la responsabilidad y el ejercicio de poder en las devoluciones de los trabajos desapareció. Pues, tradicionalmente, dicho dilema se insertaba en una posición de uni-direccionalidad privilegiada desde los "sujetos" hacia los "objetos" de investigación que, ahora, se estaba poniendo en cuestión. [39]
Pero si algún aspecto en especial condujo a la isomorfización entre las formas de acción política de Riereta y nuestras formas de construcción de conocimiento fue el hecho de adoptar en la propia práctica investigativa herramientas de software libre implementadas desde Riereta. Con ello, entendemos que se generaron efectos políticos de apoyo, sostenimiento, expansión y difusión del proyecto ético – político que lleva asociado el software libre (en forma de herramientas), el conocimiento compartido en base a licencias Copyleft de Creative Commons (en forma de publicaciones) y el trabajo colaborativo (en forma de procesos y organización social). De manera que se ha dado continuidad en un terreno acotado como el de la investigación social a algunos modos de vida (epistemo-políticos) que se propugnaban desde la misma Riereta: modos donde la difusión pública de los conocimientos compartidos pone en crisis paradigmas económicos liberales e instituciones de conocimiento hegemónicas, modos de vida que protegiendo – sin limitar – el uso y la propiedad del conocimiento transforman a los "pasivos" consumidores y objetos de conocimiento en "activos" sujetos co-autores y difusores, donde se reconoce la continuidad productiva de comunidades de acción sin territorio que trabajan colaborativamente y por afinidad, donde tan importante como los productos de ese trabajo son la generación de espacios públicos y colectivos de cooperación y donde la agencia política e investigativa recae ya no en sujetos homogéneos, unitarios e identitarios, sino en ensamblajes de heterogeneidad de singularidades epistémicas que en forma de talleres como el de Riereta son capaces de generar gestos afirmativos que difractan el orden social. [40]
Lo cual hacía que el "horizonte ético por construir" del que hablábamos al inicio de este trabajo estuviera tratando de realizarse ya, a cada momento, en cada ejercicio de investigaCCión, mientras deveníamos "testigos modestos mutados" (HARAWAY 2004) que apuestan por implicarse mediante la investigación con unos modos de vida y no otros, en espacios-tiempos donde la práctica política y la construcción de conocimiento permanecen indisociables y donde la producción de tecnologías (de todo tipo: desde "artefactos" hasta las tecnologías del lenguaje o el conocimiento) significa la producción de modos de vida ... porque, al final, la tecnología es política hecha por otro medios. [41]
1) En nuestro caso, esta situación en el campo-tema, aún muy débil e intuitiva, se va intensificando progresivamente cuando comenzamos a participar como miembros del FIC (Fractalidades en Investigación Crítica) en la página web de Riereta con la herramienta de trabajo colaborativo Tiki-Wiki, con el fin de poder escribir de forma colectiva nuestros textos académicos como grupo de investigación. Y después, se in-corporan nuevas dimensiones conforme participamos de las clases de catalán en el local de Riereta 5, momento en que comienza el registro etnográfico en el cuaderno de campo (Noviembre 2004). <regresar>
2) "El yo que conoce es siempre parcial, nunca terminado, total (...), siempre construido, remendado y, por lo tanto, es capaz de unirse a otro, de ver junto al otro sin pretender ser el otro; ésta es la promesa de la objetividad: un conocedor científico busca la posición [...] no de la identidad, sino de la objetividad; es decir, de la conexión parcial" (HARAWAY 1995, p.332). <regresar>
3) "El actor-red no es reducible ni a un simple actor ni a una red. Está compuesto, igual que las redes, de series de elementos heterogéneos, animados e inanimados, que han sido ligados mutuamente durante un cierto tiempo. Así, el actor-red se distingue del actor tradicional de la sociología, una categoría que generalmente excluye cualquier componente no humano, y cuya estructura interna muy raramente es asimilada a una red. Pero el actor-red no debería, por otro lado, ser confundido con una red que liga de manera más o menos predecible elementos estables que están perfectamente definidos, ya que las entidades de las que se compone, sean éstas naturales o sociales, pueden en cualquier momento redefinir sus identidades y relaciones mutuas y traer nuevos elementos a la red. Un actor-red es, simultáneamente, un actor cuya actividad consiste en entrelazar elementos heterogéneos y una red que es capaz de redefinir y transformar aquello de lo que está hecha" (CALLON 1998, p.156). <regresar>
4) La primera persona con quien contactamos fue Ma. – a partir de aquí, emplearemos iniciales o dos letras seguidas de un punto (Ab., Ma., M., R., T., A., V., J., X., etc.) para referirnos a los nombres de las participantes preservando su anonimato –, en el hackmeeting de Sevilla 2004. Desde ahí quedamos en encontrarnos un día, el viernes 12 de Noviembre del 2004, en el local de Riereta, para poder conocer a otra gente y presentarles nuestra doble propuesta: como grupo FIC, ofrecer nuestro apoyo a algunos de sus proyectos, como una forma de reciprocidad por el "hosting" gratuito que nos daban desde la web-wiki; y por otro lado, a título más personal, plantear el proyecto de investigación. <regresar>
5) Para conocer más sobre el tema, sugerimos la lectura de INGRASSIA (2004) y VV.AA. (2004). <regresar>
6) Extractos del Cuaderno de Campo (en adelante abreviado como CC.), fecha 12/11/04. <regresar>
7) Como ocurrió un tiempo después, el 8 de Febrero de 2005, cuando envié un email a la lista de Riereta proponiendo el proyecto y respondieron un par de personas, interesadas en conocer la propuesta más en profundidad y participar en ella. Con el tiempo se irían implicando en distintos grados muchas de las personas que participaban de Riereta. <regresar>
8) No hay política sin "lo político". Sin embargo, no podemos afirmar lo contrario, puesto que "lo político" puede existir fuera de "la política" ya que, en tanto que vinculado con la subversión y reproducción de cualquier orden social, se puede producir en cualquier tipo de relación social. Más allá de la esfera institucional-estatal del sistema de partidos, las elecciones y la representación a través del momento electoral a la que ha sido circunscrita "la política". Por eso "lo político" además de condición de posibilidad de "la política" es su amenaza, su condición de imposibilidad, lo que impide que todo el gobierno del conflicto se produzca dentro de sus fronteras porque hay siempre un exceso que la desborda y bloquea (EMA 2006, p.123). <regresar>
9) Para revisar algunos trabajos fundacionales, ver CALLON (1998) y LATOUR (1993a y b). <regresar>
10) La palabra "cacharrear" se emplea comúnmente entre las participantes de Riereta para indicar las tareas relacionadas con el uso y manejo de máquinas y ordenadores, especialmente a nivel de hardware. Deriva de la palabra cacharro, que coloquialmente significa aparato viejo, deteriorado o que funciona mal. <regresar>
11) Tras una primera presentación bastante informal de nuestra propuesta de proyecto a unas cuantas personas de Riereta (Noviembre 2004) vamos asistiendo periódicamente a las clases de catalán que se imparten en el local de C/Riereta 5. El 1 de Febrero de 2005 se nos sugiere por primera vez el alquilar durante un tiempo un espacio en Riereta para llevar a cabo la etnografía. A raíz de lo cual enviamos un email a la lista con la propuesta detallada del proyecto y su metodología etnográfica co-investigativa. Fruto de la propuesta comenzamos a realizar conjuntamente con Ab. una revisión de la trayectoria de Riereta y consensuamos los guiones preliminares de las entrevistas que más adelante realizaremos. Además, creamos con la ayuda de varias personas la web del proyecto Riereta&Politics. Y no es hasta el 11 de Marzo del 2005 que escribo un email solicitando la aprobación de la gente que participa del local para alquilar durante un mes aproximadamente un espacio con el fin de llevar a cabo la fase etnográfica performativa. Dentro de la cual continuarán las anotaciones en el cuaderno de campo, y realizaremos fotografías del local, entrevistas-conversaciones, archivo y lectura de mensajes, etc. <regresar>
12) Entendiendo la experiencia como semiosis, como encarnación de significados constituidos en las mismas prácticas que la articulan y posibilitan. "La ‘experiencia’, al igual que la ‘conciencia’, es una construcción intencional, un artefacto de primer orden" (HARAWAY 1995, p.190). <regresar>
13) Término originalmente creado por Lucien TESNIÈRE (1959) y usado posteriormente por la semiótica para designar al participante (persona, animal o cosa) en un programa narrativo. Según GREIMAS, el actante es quien realiza o el que realiza el acto, independientemente de cualquier otra determinación. <regresar>
14) "Un acto donde mezclamos técnica y política, realidad con virtualidad, humanos con máquinas, pensamientos con bits, género con tecnología... Mesas redondas, charlas, talleres y espacios donde compartir todo aquello que es incompartible ..." (http://kernelpanic.hacklabs.org/index.php/JocsFractals/Inici). <regresar>
15) Actividad de carácter lúdico-cultural donde, un jueves cada dos semanas, se tenía previsto abrir públicamente el local de Riereta para da a conocer a la gente las actividades y los proyectos en los que se estaba participando. <regresar>
16) Como las desarrolladas en los trabajos de MALINOWSKY (1986), HAMMERSLEY y ATKINSON (1994) y WHYTE (1984, 1991). <regresar>
17) Por "performance" no estamos haciendo referencia directa al carácter "performativo" de las acciones cotidianas vinculado a la constitución de la identidad, desarrollado ampliamente por BUTLER (1997), sino que entroncando con las líneas de trabajo de "arte de acción", buscamos incidir en la centralidad de la acción y las prácticas como generadoras de condiciones de posibilidad para la articulación creativa de nuevas comprensiones corporeizadas y situadas, al facilitar espacios-tiempos comunes para el encuentro productivo entre heterogeneidad de posiciones, cuerpos, experiencias y estructuras entre las que inter-"median múltiples marcos de significado" (GIDDENS 1976). <regresar>
18) Creando significado, participando e incidiendo en el espacio con nuestras acciones a la vez que dándoles sentido. "Transformando (nuestra) presencia en el campo en interacción significativa e información" (VELASCO & DÍAZ DE RADA 1997, p.129). <regresar>
19) Para conocer otros trabajos que emplean la denominada "etnografía virtual" consultar HINE (2004), quien considera a internet, simultáneamente como: a) instancia de conformación cultural (ciberespacio) de prácticas a través de las que la tecnología se emplea y se entiende en contextos cotidianos (donde los trabajos acerca de la Comunicación Mediada por Ordenador – CMO – son pioneros) y b) artefacto cultural (WOOLGAR 1996), producto socio-técnico de una cultura generado por personas concretas, con objetivos y prioridades contextualmente situados y, también, conformado por los modos en que ha sido comercializado, enseñado y utilizado. <regresar>
20) Desde una perspectiva dialógica (BAJTIN 1982), entenderemos el lenguaje como un proceso relacional activo, abierto y situado de manera contextual y responsivamente. Cualquier expresión, por autónoma o completa que parezca, no es otra cosa que un momento de un diálogo, un fragmento en el proceso continuo de la comunicación verbal o intertextual (REYNOSO 1996). Las enunciaciones responden así a interpelaciones hechas en redes de relaciones donde nos involucramos al tiempo que convocan diferentes voces con las que dialogan constantemente, produciendo la intertextualidad "con el resto de su contexto sociohistórico" (SISTO 2000, p.73, en BALASCH 2005, p.18). <regresar>
21) "... me preocupa la palabra ‘datos’. Suena como el producto de una industria de extracción, como una materia prima que debemos liberar de su contexto original para hacerla parte de un nuevo producto de nuestra propia manufactura, en este caso metanarrativa. Este tiende a ser un proceso en un solo sentido, un intento de alejarse del diálogo con los otros y de moverse en un solo sentido, a un nivel del cual incluso se supone que ellos ignoran" (TEDLOCK 1996, p.276). <regresar>
22) En este sentido, asumimos nuestra mayor responsabilidad y el ejercicio de poder que realizamos al proponer, guiar y elaborar una primera redacción-traducción (traición) de lo que será esta narrativa co-participada y consideramos que toda conversación está compuesta de voces en pugna y colaboración, iguales en estatus pero disímiles, asimétricas, en fuerza de síntesis y dispersión (DE PEUTER 1998). <regresar>
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Blanca CALLÉN es estudiante del Doctorado de Psicología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona y becaria FI en Departamento de Psicología Social de dicha universidad. Actualmente se encuentra en el proceso de escritura de su tesis doctoral acerca del tecnoactivismo y las formas de acción política emergentes en contextos virtuales y tecnológicos. Es miembro del grupo de investigación FIC (Fractalidades en Investigación Crítica) y del GESCIT (Grupo de Estudios Sociales en Ciencia y Tecnología). Sus intereses de investigación giran en torno a la gobernabilidad, el poder y el control, la acción política y el tecnoactivismo y los conflictos urbanos y los procesos de participación local.
Contacto:
Blanca Callén Moreu
Dpto. Psicología Social. Facultat de Psicología
Universitat Autónoma de Barcelona
Edifici B. Campus de Bellaterra
Cerdanyola del Vallès 08193, Spain
Tel.: (+34) 654302786
Fax: (+34) 935812125
E-mail: blanca.callen@uab.es
URL Grupo FIC: http://riereta.net/tiki/tiki-index.php?page=fic
Marcel BALASCH es ayudante de investigación en el grupo GIRCOM (Grup Interdisciplinari de Recerca en Comunitats Virtuals) y máster de Psicología Social por la UAB. Ha realizado investigaciones acerca de las formas de acción política emergentes y el consumo de sustancias en espacios de fiesta. Actualmente investiga sobre colectivos sociotécnicos en torno a la bipolaridad y paralelamente desarrolla un proyecto acerca de la precariedad laboral juvenil y las prácticas emergentes de supervivencia cotidiana. Sus áreas de interés son la gobernabilidad, el poder y el control; las políticas post-identitarias y los movimientos sociales y los conflictos urbanos y la participación social.
Contacto:
E-mail: mbalaschd@uoc.edu
Paz GUARDERAS es estudiante del doctorado de Psicología Social de la UAB. Actualmente realiza su tesis doctoral acerca de la constitución de identidades de mujeres migrantes desde una perspectiva etnográfica. Ha trabajo en el campo de la intervención social en Ecuador y sus áreas de interés giran en torno a los procesos migratorios y el post-colonialismo así como las epistemologías feministas.
Contacto:
E-mail: pazguard@yahoo.com
Pamela GUTIERREZ es terapeuta ocupacional y estudiante de Doctorado de Psicología Social en la UAB. En estos momentos desarrolla su tesis doctoral titulada "Terapia Ocupacional. Prácticas y discursos de gubermentalidad en torno a una ciencia emergente". Trabaja como profesora colaboradora de la Escola Universitaria de la Creu Roja en Terrassa, en la Diplomatura de Terapia Ocupacional. Ha realizado docencia en la facultad de pedagogía de la Universidad de Girona. Sus áreas de interés son los procesos de subjetivación, las epistemologías feministas, juventud-adolescencia, discapacidad, la ocupación humana y la intervención psicosocial.
Contacto:
E-mail: pamelagutierrezm@yahoo.es
Alejandra LEÓN es doctora en psicología social por la Pontifícia Universidade Católica de Sao Paolo (Brasil) y ha impartido clases de Psicología Social en la Universidad Unifil de Londrina. Ha trabajado también en el área de la psicología comunitaria y la investigación acción participativa desarrollando procesos participativos tanto en Caracas (Venezuela) como en Londrina y Sao Paolo (Brasil). Sus áreas de interés son las formas de acción política colectivas en las sociedades de control y los procesos de autogestión e intervención psicosocial y comunitaria.
Contacto:
E-mail: aiasvenez@yahoo.com
Marisela MONTENEGRO es profesora lectora en el Departamento de Psicología Social de la Universitat Autónoma de Barcelona. Ha trabajado en el área de la psicología comunitaria y la investigación acción participativa desarrollando procesos participativos tanto en Caracas como en Barcelona. Ha realizado estudios postdoctorales en la Universidad Central de Venezuela desarrollando una investigación acerca de los procesos cooperativos y actualmente lleva a cabo otras investigaciones acerca de los procesos de exclusión social y las prácticas interventoras sobre mujeres migrantes. Sus áreas de interés son también la gobernabilidad y las formas de acción política colectiva.
Contacto:
E-mail: marisela.montenegro@uab.cat
Karla MONTENEGRO realiza actualmente su tesis doctoral en el Departamento de Psicología Social de la UAB acerca de los procesos de las prácticas interventoras sobre mujeres migrantes. Ha trabajado también en procesos de investigación y acción comunitarios en Nicaragua. Sus áreas de interés giran en torno al post-colonialismo y los estudios culturales, la intervención psicosocial y comunitaria y las epistemologías feministas.
Contacto:
E-mail: karla@guegue.com.ni
Joan PUJOL es profesor titular en el Departamento de Psicología Social de la Universitat Autónoma de Barcelona. Ha trabajado como profesor en la Universidad de Huddersfield (Reino Unido) y realizado estancias de investigación en la Universidad de Reading (Reino Unido con la beca Batista i Roca). Su trabajo desarrolla una perspectiva corporeizada de los fenómenos sociales prestando atención a los procesos de gubernamentalidad. Aborda temáticas como las modificaciones bio-corporales (reproducción asistida, anorexia, consumo de sustancias ilegales), políticas post-identitarias (cultura rave, nuevas masculinidades), gestión de la subjetividad y el espacio urbano en el actual contexto glocal, servicios sociales y gubernamentalidad, subjetividades queer y post-coloniales.
Contacto:
E-mail: joan.pujol@uab.cat
Callén, Blanca; Balasch, Marcel; Guarderas, Paz; Gutierrez, Pamela; León, Alejandra; Montenegro, Marisela; Montenegro, Karla & Pujol, Joan (2007). Riereta.net: Apuntes epistemo-políticos desde una etnografía tecnoactivista [41 párrafos]. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 8(3), Art. 1, http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs070317.